Quieres, pero no puedes… duele muchísimo aceptar que la persona con la que compartes tu vida ya no tiene ni una gota de lo que un día fue. Ya no sabes si es la rutina, el trabajo, la gente, todo los separa. Un muro se atravesó y se ha vuelto desafiante querer derribarlo. Quizás, es porque sólo tú estás luchando. Lo cierto, es que no es fácil decir adiós, incluso cuando el amor se acaba, la costumbre pesa, lo que han construido juntos también. Nadie se despide de una vida tan fácilmente, aterra y mucho. Sin embargo, duele el doble quedarte, fingir, esforzarte en darle gusto a toda la gente menos a ti. Ahí es cuando te das cuenta de que es algo más fuerte que tú, te sumergiste en un lazo tan dependiente, que te creíste esa idea de que es amor. Estas son las 10 señales de que no dejas a un hombre por miedo, no te estoy juzgando, te entiendo.
Una separación es sinónimo de enfrentarte a tu oscuridad, a lo que has ido acumulando en toda tu vida. La manera en que te relacionas con tus parejas tiene una carga muy fuerte de tus raíces, ¿Cómo era la relación con tus padres? Te estás aferrando a quedarte con alguien que no tiene idea de lo que es la salud emocional, al contrario, cada vez que puede aprovecha para romperte más y más. ¿Por qué sigues ahí? Pregúntate, pero con la intención de responderte desde la honestidad, lo que te dice tu corazón y nada más. Tal vez es su compañía la que no te hace sentir sola, pero, ¿Eso quieres? Te estás conformando con sobras y lo sabes.
Señales de que te da miedo
Es posible que le mientas a otras personas, que les hagas creer que en tu vida todo es miel sobre hojuelas, pero eso no sucede contigo misma y lo sabes. No te autoengañes, tú sabes que desde hace tiempo tu sonrisa se apagó. Lo que pensaste que era una mala racha se convirtió en algo de todos los días. ¿Estás ahí por qué quieres? Tal vez creas que no tienes otra opción.
No quieres romper el compromiso
Ya quedó atrás la cuestión del amor, lo que en verdad te interesa es lo que han logrado juntos a nivel económico. Es decir, la casa, los bienes, inclusive hay cosas que todavía quieren hacer a futuro. Puede que lo suyo ya no sean los besos ni los abrazos, pero son un gran equipo cuando se trata de superarse y hacer crecer el dinero. La pregunta es, ¿Cuánto vale tu estabilidad mental y emocional?, ¿Vale la pena que te expongas así?
Sí vas a poder sola
Lee de nuevo, sí puedes, sé que te da muchísimo miedo fracasar, que en tus planes nunca viste una ruptura a ese nivel. No es fácil aceptar que las cosas se te salen de las manos y que el amor tiene fecha de caducidad. Sin embargo, tienes que confiar en ti, en tus habilidades. Todo lo que sueñas puede ser una realidad y no necesitas a alguien más para que así sea. Son muchas las mujeres que se han levantado después de ver sus cenizas tendidas en el suelo. ¡Lo vas a lograr!
La comodidad es tu enemiga
Es muy difícil cuando te acostumbras a tu espacio y de un momento a otro quieres soltarlo. De pronto, te das cuenta de que esa persona ya no te hace feliz, estás por estar a su lado. Sin embargo, te sientes cómoda en tu casa, la vida que llevas, la tranquilidad de que no falta un plato con comida en la mesa. Por supuesto, que la incertidumbre te impide avanzar, pero tienes que saber que detrás de tus miedos está lo que te mereces.
Por mientras
Uno de los peores errores que puedes cometer en las relaciones, es quedarte con alguien por mientras. ¿Mientras tanto qué? Tu salud está en riesgo, tus sentimientos los pisotean y te hacen sentir una persona poco valorada. Estás forzando un lazo mientras se te va el presente. Te dices que te vas a quedar ahí, hasta que llegue el indicado. ¿Es justo? Por creerte ese cuento, puedes terminar varios años en terapia.
No quieres conocer nuevos corazones
A veces, te da tanto miedo regresar al mundo del cortejo, que prefieres conformarte, peor es nada. ¿Realmente lo es? No hay nada más bonito que descubrir que tu soledad es sagrada, te tienes a ti por encima de todo y es mejor que quedarte al lado de alguien que ya no amas. Puedes estar sola y ser feliz, porque es tu autoestima en la que tienes que trabajar, que no te asuste arrancar la página y empezar de cero, no sabes cuántas historias más puedes contar.
¿Otra vez con la misma piedra?
Te lo digo de la manera más sincera, sé que no es fácil aceptar que tu relación se rompe, sé que duele y también despierta tu ego. A nadie le gusta perder y mucho menos en cuestión de amores. Es muy común que si en el pasado alguien te rompió el corazón, huyas, no quieres volver a vivir lo mismo. Te da miedo un dolor tan grande y por eso te callas, finges que todo está bien, aunque llores en silencio.
¿Y si estás exagerando?
¿Cuántas veces no te ha pasado esa duda por la cabeza? Estás tan sumergida en esa relación codependiente, que una parte de ti se siente obligada a justificar y evitar la ruptura. Te preguntas si realmente quieres todavía a esa persona, probablemente sí, porque el amor cambia, pero eso no quiere decir que te haga feliz ni que su relación sea sana. Lo siento, pero, ya es momento de que lo aceptes.
La soltería te hace sentir pequeña
Date un tiempo, la vida es muy sabia, si tu relación ya no funciona, tienes la oportunidad de ir hasta el fondo de tus emociones. Sé que no es fácil soltar cuando el apego está de por medio, pero no seas tú la que se obligue a creer una historia con pilares de fantasía. La soltería no te va a hundir, al contrario, te ayudará a reconstruirte como nunca, sólo tienes que dejarte llevar.
Los prejuicios ajenos
Es claro, si intentas darle gusto a la gente, vas a acabar con tu paz mental mucho más rápido de lo que imaginas. La aprobación de quienes te rodean no necesariamente es sinónimo de tu felicidad. Hay muchos que prefieren que seas la persona que guarda las apariencias y no se van a tomar el tiempo de preguntarte cómo estás, ni siquiera por cortesía.
Te exiges demasiado
¿Por qué te empeñas en creer que la perfección es lo tuyo? Te has vuelto tan dura contigo misma, que nada de lo que haces te satisface, te sientes triste, desesperada, pero de todos modos no te pones límites. Escúchate, date el tiempo de indagar en tu corazón, ¿Qué es lo que quieres?, ¿Con qué sueñas?, ¿Qué te hace sentir esa persona?, ¿Realmente es alguien que te hace brillar? Tú estás para que te quieran de pies a cabeza y que tú también quieras igual. Una vida con miedo, no es vida.
Y bien, ¿Te sientes identificada? Es tiempo de que seas más consciente de ti, de que te quedes en una relación en la que el amor, la lealtad y la dedicación, no están en duda. No hay más.
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