A veces, te sumerges tanto en lo nocivo, que no te das cuenta de que te estás apagando. El enamoramiento es bonito, pero cuando no es saludable te puede romper hasta no saber de ti. Hay amores que te desequilibran, te cortan las alas y quieren dejarte sin armas para poder dominarte a su antojo. De pronto, tus emociones no son validadas, te sientes triste, desesperado y poco valorado. La depresión se impregna como la humedad y cuando menos piensas ya te está asfixiando. Algo en ti hace que te sientas impotente, con el alma sombría y sin ganas de nada. ¿Por qué? Estas señales son la prueba de que tu relación está acabando contigo.
El hecho es que tu día puede estar muy tranquilo, pero cuando ves a tu pareja todo cambia, tiene la habilidad de bajar tu energía en un abrir y cerrar de ojos. Te llena de inseguridades a tal grado de que la melancolía se vuelve tu peor enemigo y empiezas a recordar cosas de tu pasado, que te hieren y te hacen sentir insuficiente. Estás ahí, con una pareja que te hace sentir infeliz, abatido y desganado. Con ese sentimiento de tristeza y pérdida, que parece no irse con nada. Quizás, es tiempo de poner las cartas sobre la mesa y preguntarte si realmente vale la pena poner en riesgo tu estabilidad a ese nivel. Estos puntos te harán ver las cosas más claras.
Te hace sentir menos
Cuando tu pareja te hace sentir más pequeño no es una buena señal. A ver, no significa que vaya a estar de acuerdo en todo lo que tú haces, pero no es sano que siempre encuentre la manera de menospreciar tus avances. No le puedes contar algo porque te juzga de soñador, se esmera en que te hagas la idea de que no necesitas avanzar, argumentando que con lo que haces es más que suficiente. Son sus miedos y sus vacíos los que están desesperados, no quiere verte volar, porque teme que te des cuenta de que en realidad no vale la pena seguir a su lado.
Te controla
¿En qué momento te convertiste en su marioneta? Lo que parecía algo tierno al principio se convirtió en algo preocupante. Tu pareja quiere saber qué estás haciendo, con quién y en dónde. Necesita que le expliques a detalle tu paradero las 24 horas del día. No es sano que quiera controlar con quién sales, a quién le hablas, tus redes sociales. Te está enjaulando, su objetivo es alejarte de tu red de apoyo. Es una técnica habitual de los manipuladores, dejarte sin nadie para que te des cuenta de que sólo a su lado te sientes seguro. Así cuando te quieras marchar lo pensarás dos veces, porque te hace creer que no tienes otra opción.
Te juzga
Lo más bajo que puede hacer una persona es usar las debilidades de alguien en su contra. Se supone que tu pareja es tu refugio, alguien que te ayuda a olvidarte del estrés, de los duros momentos que te hacen pasar allá afuera. No es sano que te critique todo el tiempo, te encuentra defectos en tu cuerpo, tu manera de ser, lo que haces, tu vestimenta, tus gustos. Siempre tiene algo para decir en tu contra y la verdad es que nunca se ha detenido para preguntarse si lo que te dice te hiere. Asume que se te va a pasar, no se disculpa y al poco tiempo lo vuelve a hacer.
Quiere que cumplas sus expectativas
¿Por qué tienes que cumplir con sus ideales? Tu pareja te ha metido la idea de que no estás a su nivel, pero de todos modos quiere que sigas a su lado. Necesita tener a alguien en quien pueda descargar todas sus inseguridades. Le da igual cuáles sean tus aspiraciones, quiere que te centres en las suyas y que des todo de ti para cumplirlas. Su actitud se ha vuelto cada vez más demandante. Es como si su niño interior caprichoso gobernara la situación y si no haces lo que te dice te amenaza con dejarte.
Nadie más tiene la razón
No te quedes ahí, no te obligues a estar con una persona que sólo escucha lo que dice su mente. Ya te acostumbraste a callar, a bajar la mirada, a no contradecir su manera de pensar, porque si lo haces te hace sentir culpable. Es así, siempre tiene la razón en todo, el resto es un montón de gente ignorante con la que no piensa discutir. Y en esa gente estás tú, reprimiendo a tu corazón sólo para darle gusto a alguien que te daña.
¿Por qué opinas?
Qué duro de leer, pero la realidad es que ya te volviste un mueble a su lado, sólo te usa de accesorio, para que la gente vea que llevan una relación de envidia, aunque entre las cuatro paredes de tu habitación la única que te visita es la depresión. No permite que compartas tus preocupaciones, porque tú deberías tener siempre todo solucionado. El papel de víctima lo maneja a la perfección, quiere que tú te sientas mal por ponerte como prioridad, dice que eres una persona egoísta que no es capaz de pensar en el otro. ¿No te das cuenta de que es al revés?
Te está hundiendo
Hay momentos en los que también tu pareja puede estar pasando por un período de depresión, siente que la vida ya no importa y por eso deja de hacer todas las cosas que le gustan. Cada vez que te hace daño, se está dañando a sí misma, le frustra no tener el valor para poder salir del hoyo y al mismo tiempo quiere que tú también caigas para no sentirse solo.
Todo le irrita
¿Cuál fue su último pretexto para gritarte? No hay justificación para que te trate mal, sin embargo, encuentra la manera de voltear las cosas para que tú seas quien termina pidiendo perdón. Se ha vuelto intolerante, irritable, se siente la negatividad cuando está presente, prácticamente esperas a que descargue toda su ira. Su toxicidad te está volviendo una persona más nerviosa, desconfiada y cansada. Lo que quieres es un momento de paz y nada más.
No hay justificación para su abuso
El abuso no sólo es físico, pero sí ya llegó al punto de ponerte una mano encima, sal de ahí, pide ayuda y deja a esa pareja, porque te llevará a vivir un calvario. Sin embargo, no sólo se trata de la fuerza física, también el daño emocional deja huellas imborrables, estar escuchando insultos constantes de la persona que dice amarte es sumamente traumático y doloroso. Estás aceptando que amar, hiere y humilla, cuando no es así. Seguramente, el apego o codependencia es lo que no te deja abrir los ojos. Eso te está deprimiendo, no busques excusas en otro lado.
Todo te lo deja a ti
Realmente, se vuelve muy desgastante cuando abres tu parte consciente y te das cuenta de que toda la responsabilidad cae sobre tus hombros. Tú eres quien tiene que romper con sus propias emociones para salvar un vínculo insano. Por eso por más que te esfuerces no lograrás reconstruir lo que tienen, porque sólo tú estás luchando. No se vale, se trata de dos, una relación no debería estropearte.
¿Te sientes así? Te recomiendo que hables con tu pareja, no lo dejes para mañana, es tu estabilidad la que está en riesgo. Si no quiere poner de su parte para solucionar las cosas, entonces vete. Te va a doler y muchísimo, pero si te quedas te dolerá el doble.
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