A veces, el corazón necesita el doble de tiempo, se vuelve necio, porque le cuesta aceptar que la persona a la que le dio todo, en la que confió y con la que soñó vivir su último suspiro, es la misma que lo terminó rompiendo. Me atrevo a decir que despedirse de un amor es de las cosas más dolorosas que nos tocan en esta vida. Ojalá los amores no fueran tan inciertos, ojalá nos dieran una probadita de lo que nos espera a su lado. Quizás, así evitaríamos caer en un duelo sin salida. Si sientes que te estás hundiendo, probablemente estás entrando en depresión. Estos 10 síntomas aparecen después de una ruptura en el amor.
Antes que nada déjame decirte que tu dolor es válido. No muchas cosas nos aplastan el alma de esa manera y un final inesperado hace que las emociones se desborden. No huyas de las lágrimas, el enojo y toda esa ira que se fue acumulando. Lee bien, si te duele es porque te importa y eso significa que tu corazón es capaz de sentir, de amar, de echar de menos. Lo malo es cuando la depresión se aprovecha del momento y se convierte en tu mejor compañía, ahí es cuando se te desordena la vida. Te sientes vulnerable, aislado y con ganas de que se trate de una pesadilla.
La ruptura en el amor no es juego, duele en los sentimientos y el cuerpo. Es así, llega sin previo aviso y lo mismo puede ser agresiva que calmada. No te resistas, el duelo es necesario, pero el sufrimiento es el que tienes que aprender a controlar. Está bien si te sientes frustrado, enfadado. Está bien si el insomnio te visita durante un tiempo o si ya no tienes ganas de hacer lo que te gusta. No minimices por lo que estás pasando, tu estado de ánimo irremediablemente va a pasar por esta etapa, el problema es cuando se prolonga, cuando la tristeza te lleva a la depresión. Cada persona tiene su proceso, pero si llevas semanas o meses así, lo mejor es que busques ayuda.
Síntomas de que estás entrando en depresión
En ocasiones fingimos sonrisas para ahorrarnos preguntas. No queremos hablar del tema y aprendemos a evitarlo, aunque por dentro estamos rompiéndonos cada día. No se trata sólo de sentirse decaído, va más allá. Puede que llenes de carcajadas un espacio entero y al mismo tiempo estés pidiendo auxilio. Estos síntomas indican que esa ruptura de amor se convirtió en algo más grave.
Te sientes vacío
Lo estás intentando, todos los días te levantas a luchar con el montón de fantasmas que te dicen que no vas a poder seguir adelante, pero algo no te llena por completo. Es como si te faltara una pieza, la que te daba alegría y ahora la esperanza quedó en la nada. Definitivamente, perdiste más que la motivación, te perdiste a ti.
¿Actividades para qué?
La parte cruel de una ruptura amorosa es que se lleva un pedazo de tu corazón, al menos eso piensas al principio y es muy complicado hacer como que no pasa nada. Si últimamente las cosas que te llenaban de felicidad ya no son gratificantes, necesitas apoyo. No es normal, si cantar, bailar, correr, nadar, pintar, escribir y todas esas cosas que te hacían vibrar bonito ya no te provocan nada.
El peso se ha vuelto un desafío
La depresión también se ve en lo físico, en tu relación con la comida. Es la manera más obvia en la que huyes de tus emociones. Ese platillo que sabes que no te hará bien, pero en el momento te da el placer necesario, es tu peor enemigo. No es sano que después de una ruptura amorosa subas o bajes de peso de manera brusca. El cuerpo te está hablando, deja de ignorarlo.
El habla se vuelve lenta
Quizás no lo has notado, pero es posible que tu manera de hablar se haya visto afectada. Cuando la depresión llega el habla se vuelve lenta, las pausas son más extensas y ya no te interesa aclarar nada, al contrario, entre menos convivas mejor. Esto es porque hay una inestabilidad a nivel psicomotor y lo que parecía algo automático se vuelve complicado.
Se te fue la energía
Sin duda, la pérdida de energía es una pieza clave para detectar un cuadro de depresión. Es algo más fuerte que tú. No planeas quedarte en cama todo el día, ni perder las ganas de hacer tu rutina de aseo o salir con tus amigos, simplemente tu estado de ánimo cae y la fatiga es una constante con la que tienes una relación tóxica, no la quieres, pero tampoco puedes dejarla.
Tu autoestima por los suelos
Estás entrando en depresión cuando no te sientes suficiente y te cuesta verte al espejo. No sólo es lo físico, tu percepción ha cambiado y esos pensamientos de que no vales nada no te dejan en paz ni un segundo. De pronto, justificas el hecho de que esa persona se haya marchado por tu culpa. Te has convertido en tu peor crítico y no se vale.
No te concentras
Saber en dónde tienes la cabeza es muy difícil, porque te cuesta retener información. Ya se volvió una constante en tu vida, estás olvidando las cosas inmediatas, lees algo y no entiendes. Estás más distraído que nunca, como si estuvieras soñando despierto. Tu propio mundo, el que está lleno de fantasías, te parece mejor que asimilar lo que está sucediendo.
El insomnio
Definitivamente, la calidad de sueño se ve muy afectada cuando la depresión llega a tu vida. Una cosa es que te sientas preocupado los primeros días y otra muy diferente es que te acostumbres a dormir poco. Pues, eso es sinónimo de pasar el día irritado y cansado. No lo normalices, necesitas ayuda, ya sea a nivel farmacológico o por medio de terapia.
Dolores sin alivio
El cuerpo es muy sabio, te avisa cuando es tiempo de que le des vuelta a la página. Es este trastorno depresivo el que quiere que hagas un cambio en tu vida, pero llega como tormenta y ahí es cuando no sabes qué hacer. Un síntoma de que estás entrando en depresión después de una ruptura en el amor son los dolores, por ejemplo: migrañas, calambres, problemas digestivos, que no desaparecen con medicamentos.
Pensamientos peligrosos
Es muy alarmante, ya llegamos al punto en el que decimos que está bien que nos pasen por la mente pensamientos crueles, en los que consideramos que la mejor solución es despedirnos de esta vida. Eso es señal de que tu salud mental se te está yendo de las manos. Lee bien, está bien que no puedas solo, pide ayuda, porque es un especialista quien te dará las herramientas necesarias. Vuelve al punto número 6, estás justificando las acciones de quien te hizo daño. No se vale que te pongas el papel de villano en esta historia.
Sé que eres valiente, que te va a costar muchísimo, no vas a ser la misma persona, vas a trabajar en tu mejor versión. Empieza por realizar alguna actividad física, sal a caminar, despeja tu mente, al menos 30 minutos. Un día a la vez, no te presiones, pero intenta mantenerte ocupado, regresa a ti, a lo que te gusta, lo que dejaste a medias. Aléjate de personas negativas, busca técnicas para dormir bien. Sobre todo, sé paciente, nadie sale de una ruptura amorosa de la noche a la mañana.
La vida es así, hay momentos en los que hay que dejar ir lo que nos hiere, inclusive si al hacerlo nos hiere el doble. Las cosas no siempre salen como queremos, pero de esto se trata cada respiro, aprende a confiar un poquito más, porque aunque el dolor te ciegue por ahora, siempre viene algo más valioso. Es mil veces mejor sufrir un tiempo, que estar con alguien que hace que dudes si te quiere o no. Eso no se supera ni aunque te diga que te ama todos los días. Pero, la depresión después de una ruptura sí, nada más bájale dos rayitas a tu orgullo y deja que te den una mano. Todo estará bien.
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