Eres de las mujeres que lo dicen todo con sus silencios, de las que se van decepcionando poco a poco, hasta que se agotan y se marchan. Que no se atrevan a decir que no diste las señales suficientes para que lucharan por ti, porque el frío de tu distancia era cada vez más evidente. Duele, pero el ‘felices para siempre’, no aplica en todos los casos. Hay relaciones que tienen un punto final y lo mejor es ponerlo antes de que los días empeoren el doble. Tú sabes que la magia desapareció y que el desamor te está respirando en la nuca. ¿Te sientes así? Estas son las señales de que ya te cansaste y estás a nada de dejar a ese hombre.
Por supuesto, hay casos en los que aún se puede mantener la llama, pero se necesita que los dos estén dispuestos, porque de lo contrario la responsabilidad sólo queda en ti y eso te va a romper más de lo que ya estás. Te quita la motivación y lo único que quieres es empezar de cero, borrar esa historia de tu vida y liberarte de toda la tensión. Si estás experimentando lo siguiente, lo suyo se está acabando y no podrás hacer nada:
Te tiene sin cuidado lo que haga
Hace mucho tiempo que tu pareja ya no está en la lista de tus prioridades, te da igual lo que haga o deje de hacer. Es como si estuvieras compartiendo tu vida con un desconocido, si te preguntan nunca sabes en dónde está y tampoco es algo que te quite el sueño. Has llegado al punto de sentir tranquilidad cuando no está en casa. Tus sentimientos ya no son los mismos, sientes que el amor ya se transformó.
¿En dónde quedó la admiración?
No cabe duda, una de las cosas que te enamoraron de tu pareja es su manera de ver la vida, lo mucho que se esfuerza para conseguir lo que quiere y siempre está listo para dar un paso más. Sin embargo, son cualidades que te dejaron de interesar, ya no hay nada que te haga sentir orgullosa, al contrario, has experimentado cierta pena por sus acciones.
¿Por qué lo comparas?
Antes tus ojos y tu corazón estaban centrados en tu pareja, era tu inspiración, pero ahora te has vuelto experta en encontrarle cualquier mínimo defecto. Ya empezaste a compararlo, siempre hay alguien mejor que él y eso se está volviendo muy hiriente para la relación. Estás rompiendo con su autoestima y al mismo tiempo llenas tu alma de amargura.
Las sábanas se enfriaron
¿Cuándo fue la última vez que sentiste esa chispa en la cama? Ahora, no te dan ganas de estar con tu pareja, algo extraño sucedió que fragmentó esa atracción que te hacía rendirte a sus pies. Cuando sientes algo genuino por el otro, en todos los sentidos, estás enamorada y deseas a tu pareja, pero cuando las cosas se están derrumbando eso se apaga.
Las fechas importantes ya no existen
¿Por qué echaste al olvido sus fechas? Antes, tú eras la que siempre buscaba la manera de sorprenderlo en su aniversario, cumpleaños, Navidad, pero ya nada de eso parece importar. Te da pereza tan sólo pensar en hacer un plan y agradeces cuando también a él se le olvida. Se cansó aquella mujer que vivía en ti, la que siempre estaba dispuesta a hacerlo sonreír.
Cada vez están peor
Te gustaría decir que la tensión ha mejorado, pero no, parece que las cosas cada vez se ponen más intensas y secas. Las discusiones se volvieron parte de su día y la intolerancia se nota por parte de los dos. Ahora, inviertes tiempo en ser destructiva, decir palabras que hieren y no buscar una solución para los malentendidos.
Te duele que sufra
Sin duda, este punto es muy duro, porque una parte de ti está consciente de que la relación ya no da para más, pero a la vez no tienes corazón para romper el de él, así que te callas. Te quedas a su lado, aunque lo que sentías ya no existe. Si sigues ahí es porque quieres que él se atreva a dar el paso, algo te dice que así va a sufrir menos, pero no es verdad. Lo único que estás haciendo es alargar su duelo, mientras eres infeliz a su lado.
Las salidas se esfumaron
Si tu objetivo es pasar el menor tiempo posible a su lado, es una clara señal de que lo suyo ha ido en declive y difícilmente va a mejorar. Ya no te sientes cómoda al incluirlo en tus planes, es como si no pudieras ser completamente tú cuando está presente. Eres mucho más divertida si él no asiste a los eventos.
Los planes a futuro se agotaron
Son bonitas las ilusiones de mantener un vínculo a largo plazo, aunque no vayas a cumplir todo lo que pasa por tu mente, pero considerar a tu pareja significa que lo valoras lo suficiente y que da igual en dónde estén, quieres estar a su lado. Pero, ¿Por qué ya no aparece en tus pensamientos? Ni siquiera en tus deseos a corto plazo, la unidad se rompió, son dos seres forzando un lazo.
Siempre hay alguien más importante
Desde luego, que tu pareja no es tu mundo, entiendo que cada uno tenga sus actividades, pero últimamente todos tienen más prioridad que él. Ahora, pasas más tiempo con tu familia, amigos e incluso con gente que apenas estás conociendo. ¿Qué estás evadiendo? Es mejor que seas sincera para evitar hacer un daño más profundo.
No quieres que los vean juntos
No hay nada más gratificante que estar con un amor que te da tu lugar sin que se lo pidas, alguien que se siente orgulloso de ti y quiere presumirte frente al resto. Sin embargo, te has vuelto muy fría con las muestras de cariño. Se tratan como si fueran amigos y lejanos, porque el contacto físico se ha ido.
¿Cuál es tu nueva queja?
Por supuesto, que las relaciones no son miel sobre hojuelas, se requiere vivir altas y bajas, pero hay veces en las que la situación se pone tan dura que quieres deshacerte de todo. Estás cansada de ese hombre, por eso te quejas, menosprecias sus actos y lo único que quieres es respirar paz con tu soledad. Dejaste de ver lo bueno y eso ha sido suficiente para olvidarlo, aunque sigas con él.
Sigues ahí por otras cosas
Puede ser por la casa, lo que han construido juntos, la familia, los hijos, lo que va a decir la gente. Son muchos los motivos por los que te quedas en una relación, aunque ya no ames a la persona. Ten mucho cuidado, porque la comodidad y la costumbre, son lo peor, te obligan a quedarte por más tiempo de lo que pensabas. Si no eres feliz, es mejor que lo aceptes, ninguna cosa material vale más que tus emociones, no lo dudes, por favor.
Y bien, ¿Estás lista para soltar? Ni tú ni tu pareja se merecen vivir en un infierno constante sólo porque uno de los dos dejó de sentir amor. No le temas a volver a empezar, detrás de tus miedos siempre hay algo mejor. El amor es impredecible, sueñas con que durará toda la vida, pero está bien si no es así. Lo que está mal es que se te vayan los días en donde no puedes amar.
Texto orinal: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.