Cuando llega el enamoramiento, tu vida cambia, tú cambias y el mundo se vuelve en el nuevo estreno cinematográfico del año. Vives un película que recordarás el resto de tu vida. La película, tal vez, de tu vida.
Cuando estás loca por un hombre puedes sentir cosas como estas:
Piensas en él a cada momento y deseas a toda costa mostrarle, y a cada instante, lo que estás viviendo y sintiendo. Como si fueras un niña ilusionada.
Si vas a comprar algo de cenar, al supermercado, te haces películas y te imaginas también comprando ese vino tinto que te tomarías con él bajo la luz de la luna en una cena romántica.
Piensa en él antes de dormirte y al abrir los ojos a primera hora de la mañana. ¡No falla!
Cuando escuchas que alguien habla de él, unas mariposas rellenan tu estomago y sin querer una sonrisa nace en tu rostro y te quedas incluso embobada.
Si escuchas a alguien hablando mal de él, te entra el síndrome de abogado defensor, sacas la uñas y plantas cara sin miedo contra quien sea y más. Te preparas hasta la tarjeta roja…
Llevas tiempo recreando guiones de cine y montándote películas con esa persona hasta el punto de creer que ya lo has vivido. Vives un auténtico flipe mental, pero muy bonito.
Cuando hablas con él, un sudor frío pinta tus manos y no puedes controlar tus nervios por más que te esfuerces en cuerpo y alma. Te entra un tembleque por dentro, que solo tú lo sientes… Te sientes como un papel flotando en el aire.
Cuando ves una película de amor, te identificas con los personajes y vives esa película como nunca otra habías visto.
Te entra el síndrome de protección y deseas saber que él está bien, que no le pasa nada y que se siente feliz y no amargada. Te conviertes en un auténtica budista compasiva y altruista.
Las canciones y la música que escuchas suenan como nunca, bailas sus ritmo y te atreves incluso a cantarlas aunque desafines más que un pingüino.
Te sientes con el valor de ir a buscar la luna llena de una noche hermosa y de ponerle un lazo enorme para dejársela como un regalo precioso en la venta de su habitación.
En ocasiones te olvidas de cosas esenciales como de comer, beber, etc. Y tu vida pasa a tener momentos de amnesia mental hasta el punto de que te llegas a olvidar de hacer cosas muy importantes.
Bueno, no dejaré de mencionar que te sientes la persona más dichosa y feliz del mundo.
Y en ti hay:
Ilusión.
Vida.
Proyección.
Alegría.
Y mucha dosis de optimismo, ya si luego vienen los palos, ya se verá, pero por el momento vas de cabeza, como toro desbocado sin miedo y valentía. Suele ser así y es muy bonito que así sea.
Cuando te estás enamorando el mundo tiene otro color, el aire se respira diferente y todo lo que te rodea es magnífico. Pasas a ser una mujer más amable, feliz, alegre, compasiva, flexible, fuerte, armoniosa, artista, bohemia, escritora, entendedora, comprensible, compañera, amiga, bonita, simpática y bueno en definitiva el amor y el enamoramiento da una transformación increíble en ti. El amor y el enamoramiento son magníficos y poderosos.
Este último punto lo dejaré para ti, para que escribas en los comentarios de Facebook esa cosa que pienses que el enamoramiento crea en ti.
😉 Pura Vida!
Autoría, Edición y publicación: Albert Espinola Todas las imágenes de We Heart It