De pronto, estás ahí, perdida, te olvidaste tanto de ti por entregarte a un hombre que desde un principio decidió tratarte con la punta del pie. Te quedaste con la esperanza de que cambiara, diste lo mejor de ti, pero nada fue suficiente. Entonces descubriste que no era tu responsabilidad cargar con los fantasmas de su pasado. Fuiste muy empática, al grado de comprender de dónde venían sus miedos y sus inseguridades, pero eso no es justificación para que se aproveche de lo que le das. Te engañaste por un tiempo, caíste en su trampa cada vez que te decía que iba a cambiar, pero no, te rompía el doble. Estos signos son señal de que tu pareja fue un narcisista y te destrozó sin que te dieras cuenta.
Sin duda, tenía cada paso calculado, sabía cómo jugar con tu mente y voltear la historia para que tú pidieras perdón. Te dejaste para después, encadenada a sus deseos. Te manejó como si fueras una marioneta con cada una de sus mentiras, hasta que tu estabilidad emocional se convirtió en un nudo con el ya no pudiste más. Entonces lloraste, permitiste que tu alma se liberara y volviste a empezar. Ahí descubriste que su encanto, ese carisma y esa manera de impresionarte, sólo fue una más de sus tácticas. Lo viste sin la máscara y entendiste que lo mejor era terminar. Las banderas de un narcisista ahí están, gritándote, pero no las ves:
Su atractivo te cautiva
Es algo más que el físico, es decir, suele ser un hombre apuesto, pero es su esencia la que te envuelve. Esa especie de encanto natural, él sabe lo que vale y por eso se aferra a su confianza y a cada una de sus habilidades. Es el tipo de hombre que difícilmente le va a rogar a una mujer, le gusta la que se pone a sus pies y termina complaciendo cada uno de sus deseos.
Ama que le ruegues
Un narcisista goza cuando es necesitado por la otra persona. Es por ello, que entre más amable seas, más te va a ignorar. Él sabe que te tiene en la palma de su mano y por eso no se tienta el corazón a la hora de ser cruel. Al contrario, aprovecha cualquier oportunidad para humillarte y resaltar tus errores. Su nivel de empatía es nulo, le tiene sin cuidado lo que te afecte.
Te bombardea de amor
No hay nadie más experto en soltar una llamarada de amor que un narcisista. Llega a tu vida vestido de generosidad, atención y amor. Cuando empiezan a conocerse los mensajes de texto constantes no pueden faltar, quiere hacerte creer que eres su prioridad y que te brindará toda la atención. Le gusta fingir que es tu salvador y por eso te ayuda en lo que sea que necesites.
Los celos hablan por él
La ironía de un narcisista… dice que confía en sí mismo, se admira, pero al mismo tiempo se siente la persona más insegura del mundo. Es por eso que empieza con comentarios sutiles, quiere saber qué estás haciendo, con quién, en dónde y por qué. Necesita tener el control, porque de lo contrario te empieza a manipular hasta que te sientes culpable.
No sabe lo que es la lealtad
Un narcisista es un hombre que no tiene madurez emocional, se esconde en la máscara de la perfección, cuando en realidad sólo está buscando la aprobación constante. Es por ello que suele traicionar, porque no involucra sentimientos. De hecho, lo hace para darte una lección.
La cama está a su favor
Un narcisista sabe perfectamente cómo seducir a una mujer, es muy minucioso a la hora de leer sus deseos y es por eso que los usa como un arma. Cada que hay una discusión busca castigar a su pareja con la abstinencia, sabe que así logra que la mujer se humille y le ruegue.
Los triángulos son sus favoritos
Sin duda, a los narcisistas les encanta crear triángulos en cualquier situación de su vida, es una tensión que los hace sentir importantes. Les gusta crear celos, inseguridades y por eso siempre involucran a una tercera persona.
Lo sabe todo, tú nada
Es un hombre que cree que lo sabe todo, el resto sólo es un ignorante que intenta sobresalir y por supuesto que hará lo que esté en sus manos para que no suceda. Su pensamiento no es racional, sólo quiere competir y si tiene que avergonzarte frente a los demás, lo hará.
Adora el control
Un narcisista siente la desesperación de tener el poder en sus manos, eso hace que se sienta especial y es por ello que todos a su alrededor se convierten en sus muñecos. Quiere que hagan exactamente lo que sale de su boca.
No controla su ira
La irritabilidad es su mejor compañía, no se trata de un simple disgusto, quiere que el mundo entero sepa que algo le molesta y va a descargar toda su furia con el primero que se atraviese en su camino. Su meta es ridiculizar sin piedad.
Miente con naturalidad
Definitivamente, el narcisista no conoce límites cuando se trata de mentir. Es un hábito que seguramente lo ha acompañado toda su vida. Ni siquiera siente remordimiento, incluso lo puede hacer por aburrimiento.
La risa exagerada
Ese hombre está deseoso de que todos se den cuenta de que su vida es perfecta, que disfruta del momento y por eso tiene risas exageradas, maníacas e incómodas. Por lo regular, se ríe de cosas que hieren al resto.
Su reputación es más importante que todo
No hay nada más importante para un narcisista que la opinión que tiene la gente sobre él. De ahí que se esfuerza en dar su mejor cara. Presume que le va bien en todo, dinero, amor, trabajo.
No conoce límites
El narcisista es esa persona que hará todo para descubrir tus debilidades y después las va a usar en tu contra. Quiere hacerte sentir incómoda, triste, desesperada, es la manera en la que se siente superior.
¿Ponerse en tus zapatos?
Ni en tus zapatos ni en los de nadie más. El narcisista carece de bondad, algo en su interior le impide conectar con el resto. Nada la preocupa, mientras su mundo esté bien lo demás sale sobrando.
Quiere estar por encima de ti
Su instinto abusivo es el que lo gobierna, quiere manipular por medio de cualquier pauta, ya sea verbal, mental, física o emocional. No hay nada que lo detenga cuando se trata de minimizar.
Se proyecta
El narcisista encuentra algo en ti, todo lo malo que te dice es con lo que no puede lidiar. Necesita que tú te sientas mal también, porque es una manera de castigarte. ¿Tú tienes la culpa? No, entonces, ¿Qué haces ahí?
No se toca el corazón
Hay una diferencia entre no tener filtros y ser terriblemente cruel. Se percibe rápidamente en la intención. Ese hombre quiere pisotearte y que después le pidas perdón.
Promete falsamente
El narcisista no va a cambiar, hasta que sea él quien dé el primer paso. Si en el momento quiere que lo perdones, te dirá que hará las cosas diferentes, pero no es real. Es capaz de lo que sea para conseguir lo que quiere, no lo olvides.
Vuelve al pasado
A un narcisista no se le olvida nada de lo que le dices. Cada historia que le contaste la usará a su favor, incluso cuando quiere agregar tensión te mencionará a alguna de tus exparejas, lo que sea con tal de convertirse en la víctima.
Y bien, ¿Estás con un narcisista?
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