No esperes a que alguien se preocupe por ti para sentirte bien contigo misma. No esperes a recibir apoyo de otras personas para sentirte segura. Las relaciones interpersonales son impredecibles, lo único seguro que tienes en esta vida es a ti misma. Puede que encuentres a alguien que te dé su apoyo, que realmente le importes y se preocupe por brindarte su amor y atención, pero no puedes simplemente sentarte a esperar a que suceda.
Tú importas más que nadie, tú tienes que ser tu prioridad número uno. Cuando has vivido siempre a la sombra de alguien más es difícil darte cuenta de esa realidad. Crees que el mundo funciona solo de esa forma, que tienes que aferrarte y esperar que alguien te proteja porque tú no puedes hacerlo sola. Pero sí puedes, y es lo que debes ver. Sí puedes y lo vas a hacer, solo necesitas determinación.
Hoy te cuento 3 formas en que empiezas a priorizarte a ti misma, dejas atrás la dependencia emocional y te vuelves más segura de ti:
Aprende a respetarte
Respeta la integridad de tu cuerpo y tu mente; si tú no te respetas, no puedes esperar que otros lo hagan. Conócete y comprende tus límites, lo que estás dispuesta o no a tolerar, tus gustos y deseos, lo que realmente quieres en la vida. Aprende a conocerte y respetar todo lo que eres, lo que haces y quieres hacer.
Muchas veces una mujer cede sus espacios, sus sueños, sus fuerzas solo para complacer a alguien más que ni siquiera la tiene como prioridad. Pues ni siquiera entonces deberías hacer eso. Puedes amar, puedes tener pasión y aprecio por una persona y eso no justifica que debas disminuirte para agradarle o porque creas que de no hacerlo se alejará de ti.
Si alguien quiere estar a tu lado, lo estará sin importar qué, y siempre respetando tus límites. Será alguien que siempre quiera lo mejor para ti y te motive a ser mejor. Será alguien que te tenga como su prioridad.
Cuida de ti misma
Si crees que por ser mujer tienes debilidades que no te hacen apta para cuidar de ti misma, entonces tienes un problema de confianza. Cuando te priorizas a ti misma te das cuenta que no existirá nadie mejor que tú misma para cuidarte, para apoyarte y decirte palabras de aliento.
Tú tienes el poder de transformar tu alma, de hacerla más fuerte, más segura y feliz. Tú eres la única que controla la forma en que te sientes, tú te puedes dar los motivos que te hagan falta. No esperes a que alguien más haga ese trabajo por ti, porque cuando pierdas a esa persona, tu mundo se derrumbará. Además, no hay gracia en vivir encadenada. Puedes estar con alguien más que te ame, pero si tú no te amas a ti misma, jamás serás feliz realmente.
Protege tus intereses, cuida de tus sentimientos y emociones, ponte límites y no dejes que nadie los cruce. Tú eres tu propia heroína, no creas que alguien llegará a salvarte, para ello estás tú, para sostenerte cuando no haya nadie más.
Conviértete en tu propio sistema de apoyo
Tienes las ansias, tienes amor propio, entonces lo tienes todo. No te limites a experimentar poco por miedo, ábrete a las oportunidades, ama, ríe y llora si hace falta. Pero que nunca te falte ese sistema de apoyo que será el que siempre esté disponible para ti. Cuando no haya una pareja que te comprenda ni amistades que te escuchen, recuérdate que igual te tienes a ti misma.
Conviértete en ese sistema de apoyo ideal; para eso necesitas estar muy segura de quién eres, de lo que quieres y lo que puedes tolerar. Si tienes bien establecidas tus metas y tus límites, tú misma puedes darte el apoyo en los momentos más difíciles. Que nunca te falte tu propia mano amiga, que nunca te falta una palabra de aliento porque sabes que eres grandiosa, que eres especial y no necesitas que nadie más te lo diga, tú lo sabes.
Eres una mujer fabulosa que no debe esperar ser la prioridad de alguien más. Hazte tu prioridad y todo lo que llegue a ti lo disfrutarás mucho más.