El amor propio es un concepto que muchas personas olvidan con el tiempo. Las circunstancias difíciles pueden quebrar la seguridad de uno y hacernos sentir miserables. Somos vulnerables a quebrarnos de forma muy profunda, pero cuando primero somos conscientes de nuestro valor, las batallas son más fáciles de superar.
El amor propio debe ser el primer aprendizaje de cada persona en la vida para poder enfrentar todo lo que venga después. Por desgracia, no todos reciben esa enseñanza a tiempo y en ocasiones quienes desarrollan amor propio, también pueden perderlo en el camino. La vida nos pone pruebas difíciles para ganar lecciones de vida y crecer. Y de cada lección debes fomentar tu amor hacia ti misma.
Tú más que nadie debes reconocer tu valor, poner tu bienestar primero antes de tomar cualquier decisión, saber cuáles son tus límites y condiciones de afecto. Todos tenemos gustos diferentes, así que tú debes ser consciente de lo que puedes o no tolerar en tu vida, y eso es parte de tu amor propio.
Las siguientes son 5 cosas que las personas que se aman a sí mismas tienden a hacer diferentes a las demás y que enamoran:
Se mantienen firmes a sus ideales, pero se abren a los cambios. La persona segura de sí misma se mantiene firme a sus creencias e ideales. Sus opiniones tienen fundamentos y las defiende tanto como puede; sin embargo, también es consciente cuando se equivoca o cuando puede estar errada, así que abre su mente para escuchar y comprender las razones. Por lo tanto, además de aferrarse a sus ideales, es capaz de cambiarlos de ser necesario.
Son felices consigo mismas. Las personas que se aman a sí mismas no necesitan de otras personas en su vida para validar su felicidad o para sentirse completas. No se niegan a dejar entrar personas en su vida que quieran realmente valorarlas, pero no son una necesidad para poder ser felices.
Cuidan de su salud y sus emociones. Una persona que se valora lo suficiente se preocupa por estar bien, por estar saludable y emocionalmente bien. Así que hace lo posible para alimentarse adecuadamente y tratar de hacer un poco de ejercicio que mantenga su corazón en buena forma. La persona que se quiere a sí misma cuida de su higiene y le gusta verse bien. Además, no deja entrar a su vida personas tóxicas que quieran dañarla ni ejerce acciones perjudiciales para sí misma.
De alguna forma ayudan a su prójimo. Las personas felices saben que su alegría aumenta cuando pueden brindar ayuda a los demás. Así que tienen acciones de bondad de forma desinteresada. Ayudan a quienes lo necesitan, se acercan a refugios y colaboran en lo que pueden. Dan donativos económicos a causas que ayudan a otros, dan de comer al que menos tiene y ofrecen su mano amiga.
No sienten la necesidad de lanzar culpas. Las personas que se aman a sí mismas no tienen la necesidad de culpar a nadie por sus fracasos y equivocaciones. Son conscientes de sus fallas y debilidades y trabajan en ellas. Buscan la forma de ser cada día mejores sin pasarles el peso de sus responsabilidades a otros.
Ya deja de odiarte a ti misma por todo lo que no eres, y empieza a amarte a ti misma por todo lo que sí eres. Tú eres maravillosa tal cual como eres, pero debes saber que habrá cosas que no puedas hacer porque no son tus habilidades. Aprende a quererte por quien eres y lo que puedes hacer y deja de quejarte por tus debilidades.
Si vas a juzgar a un pez por su capacidad de correr, este siempre creerá que es un inútil. Todas las personas somos diferentes, aprende a conocerte y ámate por quien eres.
Y no olvides que cuando te amas así, tu amor por ti, es el que más enamora al mundo que te rodea. Eres muy especial. No lo olvides.
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