Todos nos preguntamos en algún momento de forma más detenida y analítica, ¿qué es el amor? Y resulta que es una de las emociones humanas con más estudios científicos realizados, y aun así, de los menos comprendidos. En un estudio con más de 20 años realizado, se analizó 166 sociedades de las cuáles en 147 de ellas se consiguió evidencia del amor romántico como algo vital.
Los investigadores explican que los resultados infieren que el amor se mantiene vivo más allá de un aspecto social, es parte de nuestra naturaleza biológica. La antropóloga y experta en el amor, Helen Fisher, concluyó que el amor es mucho más que una emoción. De hecho tiene un comportamiento tan profundamente arraigado en la biología humana que cada persona lucha para controlarlo. El impulso biológico toma el mando y es cuando se experimenta amor.
“Pero las características principales del amor romántico son las ansias: un deseo intenso de estar con una persona en particular, no solo sexual, sino emocionalmente. Sería bueno ir a la cama con esa persona, pero lo que en verdad quieres es que te llamen por teléfono, que te inviten a salir, etc., para decirte que te quieren.”
Enamorarse es fácil. Tener sexo es mucho más fácil. Pero toparse con alguien que puede hacer brillar tu alma, bueno… eso sí es raro. Por ello, aquí te cuento diferentes maneras en que puedes saber si lo que sientes hacia otra persona es amor de acuerdo a diferentes neurocientíficos después de llevar a cabo sus investigaciones.
El amor te hace sentir adicto
Cuando te enamoras sientes que nunca tienes suficiente. Investigadores aseguran que el cerebro responde al amor de la misma forma que lo hace con sustancias psicotrópicas, una vez que lo experimentas, quieres más y más. Por lo tanto, el amor crea adicción, una sensación de querer tener siempre más de esa persona, estar más cerca, compartir más.
Te hace experimentar obsesión
Si sientes que te enamoras y te obsesionas con tu pareja, resulta que hay una razón, el amor desencadena actividad en las partes del cerebro que también se activa en los cerebros adictos a ciertas drogas. Y esa inundación de dopamina, oxitocina y seretonina cuando te enamoras genera una sensación increíble y el cuerpo no quiere perder eso.
Te hace imprudente
Si te enamoras de verdad, entonces entiendes esa frase “loco de amor”. Cuando hay un enamoramiento, la persona está dispuesta a asumir más riesgos sin temor. El mecanismo de lógica y razonamiento del cerebro deja de funcionar.
Amor y lujuria
Puedes experimentar amor y lujuria al mismo tiempo y no siempre hacia la misma persona. Estos dos son respuestas neuronales separadas en el cerebro. Ambos son adictivos, pero son diferentes por lo que podrías desear a una persona y estar enamorado de otra.
Los ojos, más asertivos que el corazón
Hombres y mujeres se comportan diferentes cuando están enamorados. Para un hombre es esencial buscar señales visuales de amor, busca confirmación visual de que el amor que siente y sienten por él es real. En cambio las mujeres no requieren de estas señales para saber que están enamoradas.
El amor activa tu cerebro
Si te has enamorado, sabes que el amor te hace sentir como si volaras y como si todo estuviera en el lugar correcto en el momento ideal. Lo que sucede es que el amor se mete al cerebro. Según una investigación, las mujeres enamoradas tienen el hipocampo hiperactivo afectando de forma positiva la memoria. Por ello, es más común para las chicas recordar fechas u ocasiones importantes.
El contacto visual como puerta de entrada al amor
Si has sentido alguna vez que miras a los ojos de tu pareja y parece que te pierdes un momento, es porque el cerebro trabaja duro para entender qué es lo que está recibiendo de esa mirada. El cerebro no sabe qué hacer y ese contacto visual es una forma de hacer una conexión emocional.
Conexión física
De acuerdo con una investigación, las hormonas del amor fomentan esa química sexual en las parejas recientes. La oxitocina y la vasopresina están presentes en el enamoramiento, son hormonas relacionadas con la lactancia, el apego madre e hijo y el embarazo. Y la oxitocina se libera durante el sexo y después del clímax para ayudar a desarrollar un vínculo emocional más fuerte. Es decir, profundiza el apego.
¿Has experimentados estos escenarios? Entonces seguro has experimentado amor.
Texto original: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.