A pesar del dolor, a pesar enorme sufrimiento y el hoyo emocional profundo que te dejó, llega ese día en que sientes que ya no lo necesitas. Que su recuerdo ya no es importante más que por el hecho de la lección que aprendiste. Dejas de sentir arrepentimiento, dejas de sentir culpa, dejas de sentir amor por él. Ese día sí llega.
Cuesta trabajo, no es tan fácil la verdad, pero sí lo logras. Lo primero que necesitas para esa completa recuperación es mucho, pero mucho amor propio. Valórate antes que nada. Entiendo que un rompimiento acarrea baja autoestima, sometimiento emocional, depresión, aislamiento social y muchas lágrimas. Siempre depende de la intensidad del amor que le tenías o de la manipulación que él tenía sobre ti.
El dolor varía de persona en persona, dependiendo de la experiencia; para unas es más fácil superarlo y para otras parece hasta imposible y pasan mucho tiempo encerradas en su mente sufriendo. Sin embargo, déjame decirte que la sanación siempre llega; no podrás olvidarlo, no podrás sacar los malos recuerdos de tu mente. Eso no pasa, pero sí aprendes a vivir con ello, a dejar de darle importancia.
Aprendes a ver la vida en colores de nuevo, y aprendes, sobre todo, a valorarte a ti misma mucho más que antes. Cualquier experiencia terrible siempre tiene una lección que darte. A partir de la aceptación de esa lección viene la disminución del dolor. Los días se hacen más llevaderos, dejas de pensarlo, haces actividades nuevas que te mantienen ocupada y entretenida y poco a poco sientes que todo ha quedado atrás y que ya no lo necesitas.
Empiezas a ver que ese apego que tenías era únicamente emocional, sentías que no podías seguir con tu vida sin su compañía, y entonces te das cuenta que en realidad nunca lo necesitaste para ser feliz. Ves que el amor de pareja es un complemento y una oportunidad para tener a alguien en tu vida que te apoye, te motive y que te ame, eso te hace más feliz, pero tu mundo no puede girar alrededor de esa persona. Pues llega el momento en que te das cuenta de ello. Ese momento en que te das de frente con la realidad.
Nunca lo necesitaste para se ser feliz, y sin duda, no necesitas a nadie más para ser feliz. Eres feliz por ti misma, y cualquier nueva oportunidad que te des luego en el amor será un complemento a tu felicidad.
Eres una mujer maravillosa que merece lo mejor del mundo, y eso incluye a un hombre que te respete como persona, que respete tu libertad, que te demuestre apoyo y afecto, que comparta su tiempo contigo y que su amor no se limite a la intimidad. Claro que lo mereces, y el tiempo te ayuda a darte cuenta de eso.
Esa experiencia nefasta que te marcó va a pasar y serás más sabia y experimentada. Estarás más preparada para una nueva oportunidad sin temor a que te dañan porque no lo vas a permitir.
Te digo que es increíble cuando ese día llega, tu vida cambia para siempre, renaces, te vuelves una persona madura y segura de sí misma. Ese día llega, el día en que te das cuenta que ya no lo necesitas.
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