Estoy contigo, cada día, intentándolo una y otra vez. Ya no sé si realmente me quieras, creo que no. Ya dejaste de verme como antes, tus caricias son esquivas y tus palabras sombrías. Insisto en amarte porque no te quiero perder, insisto en demostrarte que te espero cada día con amor, pero no lo ves. Ni siquiera entiendo por qué sigues conmigo. Tal vez sea apego, tal vez sea costumbre. Pero no hay duda, tu amor por mí murió hace tiempo.
Dejaste de decirme lo bonita que lucía, dejaste de recordarme lo mucho que me querías. Te volviste frío y te sumergiste en el trabajo para ya no verme. Quizá me has engañado y ni cuenta me he dado, quizá solo quieres estar lejos de mí. Mi corazón llora cada noche ante la impotencia de no poder abrazarte, si lo intento solo consigo tu rechazo.
Ya no resisto, te amo, pero quiero dejarte. No quiero vivir así, ya no más. Siempre pensé que me harías muy feliz, que a tu lado no tendría miedo porque siempre estarías para cuidarme. Eras mi guerrero, mi protector personal, ahora me toca velar por mí misma porque tú me abandonaste. Ya no te importa cómo paso mis días.
Ya no te importa cómo me sienta, si estoy o no feliz, si hago o no lo que quiero. La indiferencia se volvió tu mejor destreza y no sé por qué. Repaso una y otra vez en mi mente cada paso que doy, cada decisión que tomo, cada acción que llevo a cabo. A veces pienso que siempre fui la culpable, que mi amor no fue suficiente, que mi entrega total no te llenaba por completo. Pero ahora, mi propia tristeza me advierte que simplemente dejaste de amarme.
Me la paso triste, sí, me la paso llorando aunque no lo deseo. Ya no quiero estar contigo, mi alma está sufriendo. Quiero sentir tu amor de vuelta, quiero sentir el mismo fuego que antes, la misma pasión cuando me decías que me amabas. Pero ya no tengo nada de eso. Y sé que no lo tendré porque en tantos intentos ni siquiera conseguí que hablaras bien conmigo.
Quiero dejarte, ya no quiero estar a tu lado, no quiero soportar todo el peso mientras nadie sostiene mis manos. No quiero seguir dando de mí, no quiero quedar vacía ni a la deriva. Cada vez que lo pienso, estoy más segura. Merezco más, merezco ser amada siempre y no solo al principio, merezco respeto y merezco los detalles. No era tan exigente, con tu atención era suficiente. Pero no tuve nada, y lo poco que había conseguido de ti, se desintegró como tú cada mañana.
Quiero dejarte y ya sé cómo lo haré, sin miedo y sin arrepentimiento. Ya no hay más que hacer, no quiero sentir odio ni frustración, no quiero seguir perdiendo mi tiempo ni mi energía; me cansé de estar donde no soy apreciada. Te dejo porque me amo más a mí misma, te dejo porque no eres valiente para luchar, ya yo no puedo luchar por ambos.
No quiero perderte y también perderme a mí misma. Mi alma es lo más valioso que tengo y no puedo permitir que se destruya. Ya no puedo esperar porque estoy segura de que no llegarás.
Quiero dejarte y eso voy a hacer. Sin temor, sin que te des cuenta, sin mirar atrás y sin culpa.
Texto original: Albertespinola.com © Todos los derechos reservados.