No eres tonta, no eres débil, eres un ser humano, eres una persona que a pesar de su bondad ha caído víctima de quien no le importa el bienestar de nadie más que el de sí mismo. No te culpes, sé que sientes que fuiste “estúpida”, no puedes creer que hayas cedido ante sus promesas y hayas estado tanto tiempo a su lado, aun cuando te hacía tanto daño. Es frustrante, pero déjame decirte que no eres una tonta, esa persona tóxica llegó a tu vida cuando aún no eras capaz de ver la profunda maldad que tienen algunas personas.
No eres tonta, puedes decir que fuiste ingenua, sin embargo, no significa que seas culpable de lo que te sucedió, tú NO lo provocaste, ha sido él quien te ha dañado, quien ha jugado con tu mente y te ha obligado a ver las cosas a su conveniencia. Y dirás: “Bueno, eso precisamente me convierte en una tonta”, pues no, darte cuenta de lo mal que estás a su lado solo te convierte en una sobreviviente; abrir los ojos, ver lo mal que estás y luchar por salir de allí es la enorme lección que te dejará.
Nadie merece sufrir para aprender sobre la vida, pero en este mundo lleno de traición, mentiras y malicia, es vital experimentar algunos errores para aprender sobre ellos y no cometerlos ni una vez más. Tampoco diré que era necesario que pasaras por ello porque sería horrible, no lo merecías, nadie merece experimentar ese dolor y la confusión que deja una persona tóxica, pero así es la vida. Hay a quienes les tocan pruebas más sencillas, y hay quienes tienen pruebas que a veces parece que acaban con su vida.
Sin embargo, yo sé que eres una guerrera, una mujer fuerte e increíble, sé que vales oro, y ahora quiero que tú también te des cuenta de eso. Allí empieza la sanación y la evolución. Tú no estás destinada al sufrimiento, estás destinada a la grandeza, tal vez no lo ves ahora, pero pronto te darás cuenta. Eres una persona especial porque las personas que tienen que atravesar por las pruebas más duras son aquellas que de alguna forma se vuelven más exitosas.
Eres una mujer asombrosa, no lo dudes. Amaste a alguien tan tóxico que te hizo creer que no valías nada, que tu única misión en el mundo era servirle, hacerlo feliz mientras tú te sentías vacía y miserable. Solo espero que veas que recuperarte de ello es como nacer de nuevo, es reiniciar con mucha más luz en tu vida. Cuando te recuperas de un hombre tóxico vuelves más fuerte que nunca, más segura, más decidida a hacer de ti lo mejor que puedas.
Aquel fracaso te motiva a no seguir pensando en buscar a alguien para complacerle, te motiva a satisfacer tus sentimientos, a imponer tú tus propias reglas y tus propios límites. Tomas un control sobre tu vida tan increíble que sientes que vuelas, que sabes perfectamente a dónde vas. Sabes que ya nadie te detendrá porque te sientes suficiente y no tienes la necesidad de cambiar tú para hacer que alguien se quede en tu vida.
Después de amar a una persona tóxica, la lección de amor propio es brutal. Toda persona aprende a amarse a sí misma de una u otra forma de acuerdo con sus experiencias, sin embargo, cuando ocurre por estas razones el impacto en tu vida es remarcable.
Aprovecha, ámate como nunca, vive como nunca, experimenta nuevas aventuras como nunca hiciste. Eres una mujer libre, tú y solo tú decides por tu vida. No permitas más que alguien te dirija. No te arrepientas ni sufras por haber amado a alguien así, solo toma la lección con fuerza y sigue adelante. Ama sin ataduras, vive plenamente.
Texto original: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.