¿En qué momento pasó? Lo que parecía una historia de amor se convirtió en una grieta tras otra. Desde el principio te mostraste paciente, porque te aterraba arruinar la relación, entonces te callaste. Dejaste que las piezas se fueran moviendo sin meter las manos y fingiendo que todo estaba bien. Querías tu casa, un espacio en el que pudieras respirar tranquilidad, en donde te sintieras amada y respetada. Soñabas con decorar las paredes a tu antojo, poner un par de fotos en el pasillo y velas en el comedor. Sin embargo, terminaste viviendo en casa de sus padres y esa ha sido la prueba más grande de amor hacia tu esposo. Lo malo es que no lo valora y al final eres tú la que está poniendo en riesgo su salud mental y emocional. Esta carta es para ti, para la mamá que le tocó vivir con los suegros.
Te entiendo…
Quiero decirte que tu estrés es válido, que la desesperación que te acompaña cada mañana tiene sentido. Por favor, no permitas que nadie minimice tus emociones ni seas tú misma quien lo haga. Eres una mujer que se ha acostumbrado a soportar y no decir nada. Son muchos los comentarios que se te han quedado atorados en la garganta. Las miradas que te rompen la autoestima y esa desaprobación constante de su madre.
Es cierto, no eres perfecta, nadie te enseñó a ser madre, hay cosas que te aterran y otras tantas que te hacen sentir culpable. Sin embargo, no te detienes, estás avanzando, pero a tu ritmo, deja de compararte con los relojes ajenos. Si te tocó una suegra que no te deja en paz, tienes que empezar a ignorarla. Sé que a veces la situación es muy dura, que por cuestiones económicas no siempre es posible vivir aparte, pero eso no quiere decir que vas a permitir que te humille. Eres una mujer valiosa y nadie tiene el derecho a menospreciarte, ni siquiera tus suegros.
Lo estás haciendo muy bien
Es duro, porque todos los días estás dando lo mejor de ti y nadie lo nota. Tu suegra ya adquirió la manía de encontrar algo malo en todo lo que haces. Su voz te aturde los pensamientos, siempre diciendo que le hizo falta algo a tu comida, que así no se limpia, que los niños necesitan que hagas esto y aquello. Tal parece que te volviste una de sus prioridades, porque le encanta descargar todas sus carencias en ti. Quizás es porque está tan hundida en la rutina, tan aburrida, tan poco alegre, que lo único que le queda es lastimar a otros para sentirse mejor.
Pero, ¿sabes qué? Ni la persona más rota de este mundo tiene derecho a ofenderte así. Sé que te duele, no tanto por ella, pero sí por tu esposo, porque no demuestra ni la más mínima intención de mover un solo dedo para salir de ahí. Está acostumbrado a que le den todo en la mano, no ve la necesidad de esforzarse un poco más, porque de todas maneras él no pasa mucho tiempo en casa. Tú eres la que tiene que sobrevivir cada día, a los llantos de tu hijo, las desveladas y los señalamientos de tu suegra.
No estás loca
¿Se atreve a decir que estás loca? Si tu esposo no tiene otro argumento que burlarse de tu cordura, no tiene caso perder el tiempo con alguien así. Su capacidad mental no le da para más. No se vale, es injusto que tengas que bajar la mirada para darle gusto a un hombre que no quiere una vida mejor. Porque del otro lado hay algo más bonito, más estabilidad, más oportunidades, más libertad. El día que tengas tu propio hogar vas a encontrar la paz que siempre has añorado, de eso no quiero que tengas la menor duda. Te lo mereces, serás tú la que ponga las reglas, la que decida a qué hora está bien cocinar, qué cortinas quieres en la sala de estar y podrás escuchar a todo volumen tu canción favorita.
Ni siquiera por un segundo pienses que estás aquí para cumplir con las expectativas de tu suegra. Ella ya vivió el inicio de una relación, ya cometió los errores que debía y esos ya no se borran. Tú no tienes que convertirte en el molde de esposa que ella siempre ha querido ser. No te estoy diciendo que seas grosera ni mucho menos, debes respetar a tus suegros, son las raíces del hombre que amas, pero eso no les da derecho a tratarte mal. Puedes ser educada y poner límites, déjales claro que no vas a seguir haciendo como que no pasa nada, cuando sí pasa.
¿Cuándo van a salir de ahí?
Diles que agradeces su opinión, pero que tú tienes tu propia manera de hacer las cosas. Respeta sus reglas, pero no permitas que se metan en tu relación y habla también con tu esposo. No es presión, es enfrentar la realidad, ¿Qué está haciendo para salir de ahí? Si no se organizan se les puede ir toda una vida llena de amargura. ¿Qué van a hacer? Si necesitas trabajar también, entonces es tiempo de ver quién puede cuidar a los niños. La vida no es color de rosa, requiere un par de sacrificios, pero al final cada uno vale la pena.
Y mientras tanto, respira profundo, no te tomes las cosas a nivel personal, cada que te digan algo hiriente toma en cuenta que esa persona te está hablando desde sus propias heridas, está tan vacía que no tiene otra cosa en la cual invertir su tiempo. Sal a caminar, vete a algún parque a estar tranquila con tu hijo. Te mereces un respiro y lo sabes, estar cargando con un montón de críticas absurdas.
Confía en ti y en tus sueños
Lee bien, puedes estar hecha pedazos, pero jamás eches a la basura tus aspiraciones, porque son las que te darán la fuerza que necesitas para seguir avanzando. Tus ilusiones son grandes, bonitas, dulces, merecen que les dediques tiempo. Todo comienza con un poco de inspiración y resiliencia, créeme tú tienes las dos y a montones. Lo que menos debes hacer es perder la esperanza.
Si ves que tu esposo prefiere quedarse estancado, entonces es momento de que te preguntes si realmente esa es la vida que quieres. Nunca te obligues a estar en un sitio en el que no puedes sonreír. A ti no te corresponde abrirle los ojos a un hombre que no tiene la suficiente madurez para defender a su familia. Si él decide seguir viviendo bajo las faldas de su madre, adelante, tú ya no tienes nada que hacer ahí.
Te va a doler, no te voy a mentir, pero una vez que lo analices de una manera racional entenderás que es lo mejor. Es cierto, eso que dicen, más vale sola que mal acompañada. Que no te dé miedo empezar en un cuarto pequeño, porque te aseguro que aunque sea el rincón más humilde de este planeta, te dará la paz que tanto estás buscando. Eres tan maravillosa que no se vale que te conformes con un par de migajas. Estás como para crear tu propio mundo y si alguien no está a tu nivel, entonces sácalo de tu vida, para que llegue quien sí lo esté.
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