Haz de este San Valentín, un día diferente al de otros años que has dedicado el amor a los demás, o a tu pareja. Hoy es un día especial para ti. Sólo para ti. Hoy, haz que inicie un nuevo amor en tu vida.
Cada año, como no, piensas en el amor de tu vida, en el de tus amistades o en el de tu hijos. Es un día en el que sientes como una especie de responsabilidad, por ser feliz en el amor, como si una obligación fuera. Cada 14 de febrero, sientes que es un día en el que lo puedes celebrar si eres feliz en el amor, si no, no, ¿verdad?
¡Qué agobio sentir eso, por Dios! ¡Libérate ahora mismo!
El amor hay que celebrarlo cada día, desde que amaneces hasta que te vas a dormir. El amor no tiene fechas, pero un día como hoy está genial, que puedas meditar la opción de dedicarte el día exclusivamente para ti. Dirás: “¡Esto es egoísta!” Y en cierta manera puede ser así, si así lo quieres ver, pero lo que está claro es que si no respiras tú antes, aire del tuyo no podrás ofrecerle a los demás. Por lo que buscar el amor en los demás, y esperar maravillas en un día tan especial y señalado, sin hacerte tú antes responsable de tu propio amor, creo yo, que es aún más egoísta. Esperar eso, es ser egoísta.
Olvida este día de San Valentín tan señalado y sonríe libremente
Así que hoy, libérate y no te cargues con responsabilidades innecesarias. Hoy simplemente descubre que es un nuevo día para mirar para adentro, recopilar un poco tu vida sin temor, y observando en el lugar o momento que estés, abrázate y siéntete orgullosa de ser quien eres y de hasta donde has llegado.
No te sientas triste, más bien siéntete orgullosa, y no des por hecho que estás triste o fracasada, sino más bien cansada y decepcionada. Si estás cansada aprende a descansar, pero no te rindas si lo que tienes frente en tu vida está en tus manos. Y si te sientes decepcionada, aprende a no esperar de las cosas externas. Esas que te generan expectativas, que con facilidad pueden generarte dicha decepción.
Hoy no estés triste, al contrario, declárate en felicidad, porque día a día estás aprendiendo a conocerte y a descubrir más de ti. Muchas cosas que te dejan de bajón, son sólo eso, que te descubres.
No eres una mujer triste, solo una mujer que ha pedido la ilusiones desde hace mucho tiempo.
Tenías planes y sueños en tu corazón y creías y confiabas en personas que hoy en día te han defraudado o quitado esa confianza o ilusión.
¡Pero mujer tranquila, no pasa nada!
Mira, sé que hay esas personas que te han hecho sentir así y que han roto esos sueños o planes de vida que tenías, y que de alguna forma, han caído o han dejado de ser como tú esperabas, pero puedes aceptarlos como tal y seguir tu nuevo camino y empezar de cero con nuevas ilusiones y nuevos objetivos.
¡ASÍ DE FÁCIL! De verdad amiga, sólo cree en ello, es fácil y sencillo, sólo que has dejado de creer en un nuevo inicio. Ama como nunca la vida, ¡y verás cómo te levantas!
No es necesario seguir insistiendo en algo que no ha funcionado, saber perder y darte cuenta de que puedes decir… ¡Ya hasta aquí!, y seguir un nuevo camino será genial para ti, porque podrás disputar un nuevo partido y podrás crear una nueva oportunidad de ser la ganadora de un nuevo torneo. ¡Ser la campeona!
La vida no termina hoy, ni terminó el día que perdiste las ilusiones, simplemente no te rindas y empieza a cambiar todo aquello que no te ha funcionado en tu vida o que no funciona y date cuenta de cómo sigue tu vida con mucha fuerza y espíritu.
Tu esposo no funciona, cámbialo… si es necesario, ¿por qué no?
Tus hijos te decepcionan, trabaja con ellos todo aquello que crees que puedes enseñarles y mejorar. Ellos te escucharán seguro, sólo busca la forma de hacerlo en paz.
Tu trabajo no es el que deseas, no lo dejes, pero créate hoy mismo la ilusión en tu mente de salir a buscar algo nuevo. Proyecta nuevos objetivos y siente que aunque sigues realizando lo mismo, por lo menos estás proyectando y creando nuevos sueños y proyectos de vida. Si los creas, navegarás con una fuerza distinta aunque vayas en un mismo rumbo, pero esa fuerza es la que te dará la visión de otros rumbos y otros horizontes.
Tú en realidad no eres una mujer triste, sino una mujer desorientada y una mujer increíble que se ha olvidado de lo importante que eres en este mundo.
Yo personalmente sé de sobras que las mujeres sois lo más importante en este mundo y si yo que soy un hombre lo sé: ¿Cómo tú siendo mujer te vas a olvidar de esto? ¡no puede ser!
Anda despierta, pero si eres de lo mejor mujer, como vas a estar triste. ¡Ya!, ¡va! ahora mismo, levántate mírate al espejo, y dite: ¡me quiero!, ponte guapa y sal a comerte el mundo.
Empieza a escribir todo aquello que quieres cambiar y escribirás cada día un nuevo presente lleno de ilusiones y esperanzas. Si las tuviste antes… ¿cómo no las vas a tener ahora?
Tienes mi apoyo, mi mano y mis palabras son tuyas.
¡Levántate!, sonríe porque eres muy importante. Si tú estás triste yo estaré triste. Así que no me des la espalda. ¡Confío en ti!
Un beso y un abrazo fuerte en este día de San Valentín.
Autoría, Edición y publicación: Albert Espinola