El amor no hiere, los patanes sí

Si en este momento regresaras al pasado, a verte ahí, de niña corriendo por el jardín o balanceándote en un columpio, seguramente te recordarías temerosa del amor. Y es que te metieron la idea en la cabeza de que los que se atreven a entregar el corazón terminan muy rotos. Fuiste la que creció viendo…