El enamoramiento es bonito, sentir todo ese revoloteo de sustancias químicas sacudiendo cada partícula del cuerpo, no se compara con nada. De pronto, esa persona se apodera de tus pensamientos y el deseo de estar lo más cerca de ella se vuelve una constante en tu vida. Sin embargo, cuando empieza a apagarse la atracción y el apego, viene lo bueno. Un vínculo emocional que te lleva a construir el amor verdadero. ¿Qué hacer para enamorar a un hombre de esta manera?
Esa conexión de la que tanto hablan no es magia, sucede cuando hay una reciprocidad de sentimientos. Esto significa que cada uno de los involucrados genuinamente se preocupan por el bienestar del otro y están dispuestos a lo que sea para mantenerse juntos. Por supuesto, de una manera sana. Es un lazo muy fuerte, que no se rompe ni con las malas intenciones del resto de la gente.
Antes que nada, tienes que saber que la clave de una relación sana incluye ingredientes indispensables: intimidad, compromiso y pasión. No hay más, tienen que estar presentes, sí o sí, porque al moverse una sola pieza todo se puede venir abajo. De ahí la importancia de que ambos pongan de su parte.
De esta manera, puedes empezar a usar dos secretos de la psicología a tu favor. La primera es la ley de la reciprocidad. Es decir, dar y recibir lo mismo a cambio. En la relación no hay un desgaste ni vacío, porque se tienen las mismas intenciones a la hora de mostrar afecto. Sin embargo, no caigas en el error de querer poner el mundo a sus pies. La clave está en empezar con pequeños detalles.
Cuando una persona te gusta es muy normal que quieras hacerle favores o cumplidos. No te los guardes, porque es una manera de sembrar dudas. Es decir, ese hombre se va a preguntar, ¿le gusto? Ahí es cuando va a querer responderte de la misma manera. Pero, recuerda que es sutilmente. De lo contrario, tendrás un efecto negativo, pues si le haces regalos costosos o favores comprometedores se sentirá obligado y ese no es tu objetivo. Puedes iniciar preguntándole, ¿Cómo le fue en su día? Diciéndole que si lo ayudas o invitándole un café.
Si en verdad quieres enamorar a un hombre emocionalmente, tienes que entrar de manera muy discreta, abriendo una vía de comunicación muy especial. A la otra persona le gusta sentirse única, no quiere que lo trates como a los demás y una técnica que ayuda mucho es la de compartir secretos. A ver, no vas a abrir la caja de Pandora, pero sí puedes decirle ciertas cosas que al resto no, para abrir el canal de la confianza. Se trata de construir algo poco a poco, no al primer acercamiento.
Sé que puede parecer un tanto complicado, pero la clave está en dejarte llevar, no le des muchas vueltas al asunto y sólo sé tú. Una manera de empezar a hacer revelaciones progresivas es hablando sobre lo que te gusta, qué canciones escuchas, cuál es tu libro favorito o el platillo que no toleras. Al siguiente día, puedes tocar el tema de los lugares a los que quieres viajar, quiénes son tus mejores amigos, empieza soltando pequeños datos que despierten su curiosidad.
¿Cómo vas a saber que está funcionando? Quizás al principio se sienta un tanto cohibido, pero conforme van avanzando empezará a compartir también cosas sobre sus pasatiempos. Esa es una buena señal. Cuando él también te cuente cosas, entonces sí puedes pasar a temas más profundos, como tus sueños, miedos, tristezas.
Ten en cuenta que no toda la gente tiene la capacidad de abrirse emocionalmente. Por ningún motivo presiones. El objetivo de estas tácticas, tanto el de la ley de la reciprocidad como las revelaciones personales, es crear un lazo de confianza. Digamos que es un proyecto a futuro, en el que él se sentirá más cómodo contándote sus cosas después. Así que no lo presiones, si tú le dices algo y aún no se siente listo para expresar su parte, está bien, dale tiempo. El simple hecho de que te escuche es señal de que está interesado.
El hombre se siente atraído por aquella mujer que lo hace sentir cómodo. Alguien a quien pueda recurrir en los momentos duros, no para que le solucione la vida, simplemente para sentir apoyo. Una persona agradable, que sabe escuchar y que tiene el corazón para ponerse en el lugar de los demás, es un imán para cualquiera.
Si te das cuenta, por instinto, el ser humano busca estar con las personas buenas, las que se convierten en pilares para sanar heridas y que te brindan la confianza para mostrarte tal y como eres. Ahí es donde el verdadero vínculo emocional surge. Nadie se hace cargo del otro, simplemente deciden tomarse de la mano y enfrentar las altas y bajas como equipo. No hay más.
Recuerda que el amor no aprieta, libera y construye.
Texto orinal: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.