Has pasado por mil y una situaciones en tu vida y poco a poco se ha ido derrumbando tu castillo de ilusiones.
En la actualidad este castillo está completamente destruido y sus paredes parecen ser muy pesadas para volver a reconstruirlas.
Estás triste y vacía. Y sin querer, te quedas a las puertas de este gran templo, de rodillas llorando por dentro. Preocupada porque crees que no podrás jamás volver a poner esas piedras que lo construyen, una encima de la otra, y volver a ver esa hermosa construcción con su bandera en lo más alto.
¡Mira qué te puedo decir a todo esto!
Estoy de piel de gallina por lo que te voy a contar:
¡Levántate ahora mismo!
Levántate y gira la cabeza hacia otro horizonte, mira la nueva luz que hay al final y da el primer paso, ¡ya!
No te obsesiones en querer construir esas paredes, sino en querer construir unas de nuevas en otro espacio; en otro lugar; en otra nueva vida y en otro nuevo y viejo “yo”. Digo viejo, porque todos en algún momento hemos sido felices y hemos vivido llenos de ilusiones.
Vuelve atrás los pensamientos, y recuerdos, y date cuenta de que sí tuviste esas ilusiones antes.
¿Quién dice que no puedes volver a tenerlas?
¿Quién?, dime quien y se las verá conmigo.
Las ilusiones vendrán… seguro, sólo necesitas desearlo de verdad y volver a querer ser feliz.
En las noches, antes de ir a dormir, date la oportunidad de dedicarte unos minutos para ti y trata de recordar tu sonrisa y la felicidad de cuando eras joven y pequeña… y toma y agarra todo aquello que crees que podrías revivir.
¡Sí SE PUEDE, NO ME DIGAS QUE NO!
No te digas que no a ti misma. No lo hagas, no es justo.
Trabaja estos recuerdos y vuelve a empezar de nuevo.
¿Cuántas veces has tratado de empezar algo desde cero y al principio no te ha salido bien?
Una receta, una frase mal escrita, un primer beso desastroso… o miles de cosas que en tu vida has intentado y que has luchado para que te salieran con éxito. Entonces, si te ha salido mal la vida, porque te quedas en el lamento y en la vagancia de decir que no hay ilusiones.
Empieza tu vida de nuevo partiendo desde el momento en el cuál eras feliz.
Date la oportunidad de retroceder e ir al futuro con lo mejor de ti misma.
Tú vales mucho, ¿por qué te rindes ahora?
No te rindas y sigue adelante.
Sin ti el mundo no es ni será el mismo.
Construye nuevamente tus ilusiones, ya que nadie lo hará por ti.
Yo estoy aquí, no tengas miedo, tienes mi apoyo. Ayer, hoy y mañana.
¡Levántate, vamos juntos!
Autor: Albert Espinola