‘Te haces historias, estás loca’, ‘Ya perdiste la cabeza’, ‘estás exagerando’, son solo algunas de las frases que tu pareja te dice para minimizar lo que sucede en tu mente y en tu corazón. El objetivo es pisotear tu sensibilidad de tal manera que te sientas acorralada. Lo peor es que estás tan confundida que terminas creyendo todo lo que sale de su boca. ¿Cómo saber si estás viviendo Gaslighting a su lado? No te dejes engañar, es mucho más que la manipulación.
En psicología este término se define como la ‘Luz de Gas’ y consiste en el abuso que una persona ejerce con tal de modificar la percepción que tienes sobre ti misma. Definitivamente, no hay justificación, si te hace sentir así es sinónimo de que estás en una relación insana.
Un abuso emocional que se esconde
Hay muchísimas maneras de dañar a las personas, no necesariamente tiene que existir fuerza física de por medio. Por supuesto, que las palabras hieren, dejan un antes y después en tu autoestima, sobre todo, cuando se trata de tu percepción. Si tu pareja te hace Gaslighting y logra que dudes de tu propio juicio, lo que te puede provocar es confusión, ansiedad e incluso caer en un cuadro depresivo.
Desde luego, esta práctica no es meramente del hombre hacia la mujer, se da por parte de ambos lados. El agresor quiere que su pareja caiga en un estado de locura, para manejarla como si fuera una marioneta. Es posible que últimamente sientas que olvidas todo, pierdes las cosas o cometes errores que antes no, porque estás más nerviosa. Hay parejas que son capaces de todo con tal de alterar tus pensamientos.
Aquel hombre que hace Gaslighting tiende a esconderte objetos, afirma haberte dicho cosas, pero no es cierto. Por ejemplo, que tenían un plan para cenar en un sitio lindo y llega muy bien vestido, pero al no verte lista te reclama, diciendo que nunca le prestas atención, que te dan igual sus detalles. De alguna manera, disfruta verte preocupada y sintiéndote culpable, cuando ni siquiera has hecho algo malo.
No estás loca, sus actitudes te están mintiendo
De pronto, lloras, te preguntas continuamente cuál es la razón por la que todo lo que haces, te sale mal. Sientes que tu cordura está quedando en el olvido y te aterra tomar una decisión, porque sabes que hará todo lo que sea para destacar un error. Es posible que tu pareja juegue con la idea de que necesitas ayuda psiquiátrica, le parece gracioso ver cómo luchas contra la ansiedad.
Es muy común que alguien que hace Gaslighting, te diga que te estás yendo al extremo, que te tomas las cosas muy a pecho, quiere hacerte creer que tú estás mal y que se ha vuelto una manía para ti crear escenarios que jamás sucederán. ¿Cuándo fue la última vez que te dijo que armas tempestades en un vaso con agua? No importa el montón de argumentos que tengas para defenderte, porque tu opinión para él sale sobrando, todo lo que dices lo usa en tu contra y al final te enreda para que seas tú quien termine pidiendo perdón. ¿Hasta cuándo? Está acabando con tu salud mental, física y emocional, porque finge que tendrás su aprobación, pero en realidad te recuerda todos los días que eso nunca va a pasar.
Rompe tus sentimientos sutilmente
Quizás eso es lo más duro de este tipo de manipulación, que lo hace de una manera tan despistada que te acostumbras a justificar sus malos tratos, aunque en el fondo te duelen demasiado. Pregúntate, ¿Por qué un hombre que supuestamente dice amarme me hace sentir insegura y dependiente? Vuélvelo a leer y respóndete con el corazón, no temas enfrentar tus sentimientos, porque ahí está la verdadera respuesta.
Por más que quieras a una persona, no hay justificación para que te trate así. El Gaslighting, es un enemigo muy silencioso, si no lo detienes puede dejar estragos muy graves, hundirte en depresión y desvalorizarte por completo. Te hace dudar de tus capacidades, crees genuinamente que ya no recuerdas las cosas y que te urge acudir con un especialista. Regresa un poco al pasado, al inicio de la relación, dime, ¿En qué momento comenzaste a sentirte insegura a la hora de tomar decisiones?
Ahora, cada vez que quieres hacer algo, recurres a tu pareja, porque ya te llenó la cabeza de mentiras, intenta dominarte con eso. Si tú dudas de ti misma, cualquiera te puede tener en la palma de su mano, no lo olvides, es momento de que pongas un alto, no te mereces las sobras de ningún amor y mucho menos sus traumas.
¿Un trastorno psicológico?
Si te sientes identificada con este artículo, quizás ya te pasó por la mente, acudir a terapia y está bien. Porque ahí es donde vas a descubrir que no es tu responsabilidad cargar con las inseguridades y los miedos de tu pareja. Es decir, es un hombre que se siente tan vacío y tan poco merecedor de amor, que necesita que estés desesperada y que dudes de tus habilidades, para poder estar contigo. Si estuvieras fuerte, confiando en ti misma y valorando cada una de tus virtudes, no podría hacerte absolutamente nada.
No hay duda de que tu pareja tiene un trastorno psicológico y necesita ayuda. Si cree que es normal romper con tu autoestima y después decirte que te ama, está muy equivocado. Alguien que te ama, te admira, te motiva, te inspira. Si él aprovecha cualquier oportunidad para resaltar tus defectos y hace hincapié en que no eres inteligente, ni útil, ni valiosa, te está manipulando y lo está haciendo sin piedad.
Un rol de sumisión
Lo más triste del Gaslighting, es que la persona que está siendo dominada, termina aceptando de manera inconsciente la sumisión. Es decir, se convierte en una extensión de su pareja. Si ya llegaste al grado de sólo seguir sus órdenes, definitivamente, hay algo malo en la relación. Te convertiste en su sombra, pero, ¿En dónde quedaste tú? Antes hacías las cosas sin esperar la aprobación de nadie, no te daba miedo expresar tus ideas y mucho menos te asustaba compartir lo que salía de tu corazón.
Hay algo en tu interior que te volvió temerosa, vas por ahí, pidiendo disculpas hasta por respirar. En el fondo sabes que no eres feliz, pero decides conformarte. Ya no sales como antes, no ríes, no disfrutas, porque tienes pavor de que tu pareja reaccione negativamente.
No puedes hacer nada bien
Esa idea te da vueltas una y mil veces, te cuesta confiar en ti, porque todos los días tu pareja se esfuerza en dejar claro que no eres suficiente en nada de lo que haces. Hasta lo más simple se ha vuelto un desafío. Ya no sabes cómo ser buena pareja, amiga, compañera, hija, hermana, porque sientes que terminarás cometiendo un error.
Cómo salir del Gaslighting
Lo primero que quiero decirte es que no estás sola, si sientes que estás viviendo esto con tu pareja, el primer paso es aceptarlo. No tienes nada de que avergonzarte, sé que te sientes indefensa y que tu mente te dice que quizás estás actuando de manera desmedida, pero no es real. Está bien que quieras serenidad y que no te conformes con una mala relación.
Dime, ¿Qué te dice tu voz interior? Hazte caso, cuando algo no te vibra bonito es señal de que tienes que abrir los ojos. Cuestiónate, ¿Es la vida que quieres? Lee bien, tú no estás aquí para cumplir con las expectativas de tu pareja que se disfrazan de todas las frustraciones que viene arrastrando desde tiempo atrás y quiere ponerlas sobre tus hombros.
Escucha sus consejos, pero nada más
Una pareja se apoya, se toma de la mano en medio de las buenas y las malas rachas. Es normal que no coincidan en todo, de hecho, es parte de su crecimiento personal, no tienes que ceder ante sus chantajes, puedes escuchar y tomar tus propias decisiones. Eres una mujer libre, con o sin pareja, te está acompañando, no eres su muñeca. Nadie tiene la razón sobre tus propios pensamientos, mucho menos si sientes que no te respetan y te menosprecian.
La mejor manera de darle vuelta a la página es pidiendo ayuda, tu red de apoyo es importante. Si por algún motivo te has alejado de tus amigos, intenta volver a hablarles, ten en cuenta que la gente que en verdad te quiere te va a comprender. Necesitas estar fuerte para salir de ese círculo vicioso, recuperarte y empezar a poner límites. Poco a poco esfuérzate en decir que no, deja de atormentarte por darle gusto a un hombre que no te hace feliz.
Eres maravillosa, ingeniosa, dulce y generosa, no te mereces esa vida.
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