Eres una de esas almas valientes, de las que no se asustan a la hora de querer y lo haces de una manera bien bonita, fuerte y duradera. Te gusta quitarte hasta el último filtro y gritarle al mundo que eres capaz de lo que sea con tal de pintar una sonrisa en el rostro de la persona que amas. Tú conectas alma con alma, te entregas mucho más allá de la piel y no te asusta descubrir las grietas. Sin embargo, estás cansada de dar y dar, sin recibir lo mismo a cambio. ¿Cómo saber si un hombre está enamorado de verdad o sólo juega?
Eres la que le apuesta a lo sano, pero no siempre la otra persona está en el mismo camino. Seguramente, ese hombre ya se volvió un experto en aparecer en tus pensamientos, pero algo en tu interior te asusta. No sabes si realmente siente lo mismo que tú o simplemente te estás dejando llevar por la adrenalina del momento. Hay ciertos rasgos psicológicos que te ayudan a determinar si lo suyo es recíproco. Más allá de la dopamina, hay maneras de encontrar la verdad.
Le sobran pretextos: Cuando un hombre siente cosas por ti, busca la manera de estar cerca de ti. No importa lo absurda que sea la excusa, va a poner toda su creatividad para que el encuentro se dé. Así que no te sorprendas si casualmente te lo encuentras en los sitios que regularmente visitas.
No hay límites: El enamoramiento te hace sentir grande, valiente, rompe con cualquiera de tus miedos y ahí es cuando eres capaz de lo que sea. A un hombre le pasa igual, quiere conquistarte y si es necesario que encienda el botón de la locura para lograrlo lo hará. No conoce imposibles ni distancia que lo haga bajar la guardia.
Aplaude tus éxitos: Un hombre enamorado se centra en cada una de tus cualidades, no tiene tiempo para juzgarte ni tratarte mal. Así que ve en ti a la persona que tanto había esperado y con la que quiere levantar un montón de proyectos.
Se preocupa por ti: A ver, una cosa es cuando el hombre se obsesiona y quiere controlar todo lo que haces y dejas de hacer. Sin embargo, cuando realmente está pendiente de lo que te sucede es distinto. Quiere asegurarse de que te encuentras bien y si puede cuidarte lo hará.
Eres parte de su lista: Un hombre enamorado no te va a tratar como alguien más. En el momento que te adueñas de sus sentimientos, también entras a la lista de sus prioridades. Es capaz de dejar algunos planes de lado con tal de pasar más tiempo contigo.
Te echa de menos: Quizás te cueste más trabajo descubrir si un hombre piensa en ti, pero puedes darte cuenta cuando te llama de manera inesperada o te envía algún detalle. Ese hombre presta atención a todo lo que te gusta y quiere sorprenderte con ello.
Tus ojos le pertenecen: Para ese hombre te volviste mucho más que una tentación, ya no es sólo tu físico lo que le roba el aliento, ahora se siente atraído con cada una de tus manías. Le gusta perderse en tus movimientos y observarte mientras no lo miras.
Sonríe al tenerte cerca: Tal vez no se atreva a hablarte, incluso disimule que no le gustas, pero hay algo que no puede evitar y que grita lo importante que eres para él. Nada menos que su sonrisa, cuando está contigo lo traiciona y lo único que quiere es perderse en alguna de tus carcajadas.
La pasión lo domina: Es algo hormonal, un revoloteo que difícilmente ese hombre enamorado controla. Cuando está contigo siente la necesidad de acortar distancias y perderse en tus labios. Es quien te abraza con ganas de no soltarte jamás.
Los nervios hablan: Un hombre que se pone nervioso o se sonroja con tu presencia te está diciendo que no tiene el control de nada y que prácticamente puede caer rendido a tus pies.
Si estás pasando por este proceso, las señales anteriores te pueden servir como una guía y delimitar si ese hombre va en serio. Sin embargo, nunca dejes de escuchar a tu intuición. Hay veces que en el fondo sabes la verdad, pero te resistes a aceptar que las cosas no son como las imaginabas. Ve con cautela, porque los manipuladores pueden emplear alguno de estos puntos para aprovecharse de ti y luego dejarte a tu suerte. Recuerda que lo que empieza de prisa nunca termina bien.
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