No vuelvas, lee bien… no quiero que regreses, porque ya sané, ya me di cuenta de que tu amor es carente y yo no merezco ese montón de sobras. Cuando se te antoje llamar, piénsalo dos veces porque no voy a responder. Ya no me interesa lo que digas en ese mensaje. Quiero que te quede claro que no puedes salir de mi vida y luego querer regresar como si no hubieras fragmentado hasta el último trozo de mi alma. Definitivamente, aprendí que cuando un hombre se arrepiente de no haberte amado a tiempo, es señal de que no vale la pena.
Hoy me atrevo a decir que te maquillé, fui yo la que se aferró a decir que eras bueno, atento y valioso. Fui yo la que le agregó una rayita más a tu ego mientras te burlabas de mí. Fui yo la que bajó la cabeza cada vez que minimizaste cada una de mis emociones. El simple hecho de recordarlo me duele. Sin duda, estar a tu lado ha sido lo más desgarrador de mi lista de amores, porque me perdí. Dejé que tus malos ratos me hundieran y no vi mi autoestima durante mucho tiempo. ¿Qué tal tu dosis de ego?
La lección que me llevo, está en lo más profundo, sé que cuando un hombre se arrepiente de no haberlo dado todo a tiempo, es porque no tuvo el valor de abrazar mi esencia. No quiero estar con alguien que no tenga la madurez emocional como para entregarme sus miedos, tristezas, sueños, manías, cualidades. Ahora sé que amar no es padecer, no voy a quedarme al lado de alguien que me hace sentir vacía, confundida y poco amada.
Eres el que dice que ya cambió, que todo será diferente, que mi ausencia te partió en pedazos, pero no te creo. Es imposible que pueda confiar en alguien que siguió su camino, que se divertía mientras yo me hacía pedazos entre las cuatro paredes de mi habitación. No estuviste cuando necesité tu apoyo, no me diste el abrazo que me llenara de calma. Tenías demasiados pendientes como para tomarte el tiempo de secar mis lágrimas. ¿Cómo te atreves a decir que quieres volver?
Sé que estás arrepentido y lo lamento mucho. Sí, lo siento mucho, porque perdiste a una mujer excepcional. A la loca que te entregó hasta lo último de ella, la que no lo pensó dos veces cuando trató de ayudarte. La que te defendió con uñas y dientes de todos esos comentarios que le advertían que le partirías el corazón. Esa soy yo, me tuviste en la palma de tu mano, porque te clavaste en mis pensamientos, mi cuerpo y mi alma. Contigo amar a medias nunca existió de mi parte.
Sin embargo, dime tú, ¿cuánto amor me diste? Es el remordimiento el que te tiene dando vueltas entre las sábanas por las noches. ¿Te digo por qué? No has encontrado a alguien igual y te estoy hablando desde la humildad. Sé que te di todas las piezas de mí y eso no estuvo tan bien, porque ahora difícilmente alguien podrá tomar mi lugar. Te lo voy a decir con todas sus letras, no seas cínico, por favor. Ten un poquito de vergüenza y continua tu camino. Deja que mi corazón sane por completo, me lo merezco. No se vale que me pidas otra oportunidad.
Cuando un hombre se arrepiente de no haberme amado, me doy cuenta de que nunca estuve mal. Porque dar amor es honrar las raíces de nuestra esencia y eso me lo agradezco. Me aplaudo, porque a pesar de tanta ingratitud de tu parte, yo no he cambiado. Sigo siendo la misma, la que besa con dulzura, abraza con quietud, escucha con amor. Esa soy yo y qué bonito es verme frente al espejo y sentirme orgullosa. Me pregunto si tú también puedes hacer lo mismo.
No hay duda de que cuando un hombre regresa a la vida de una mujer, es porque cree que le pertenece. Se siente con el derecho de sacudir su espacio emocional y abrir las heridas. Ese hombre todavía no ha madurado, no sabe cerrar ciclos y cuando su mundo se cae levemente quiere volver a lo seguro.
Olvídalo cariño, yo ya no estoy para darle refugio a nadie. Mucho menos a un mal amor. Me tuviste tan cerca que sé que te sorprende mi decisión. Mientras tú vivías tu arrebato, yo me dediqué a quererme tanto que ya no te dejé ni un espacio. Y la verdad es que mentiría si te dijera que lo siento, me alegro de que así sea.
Adiós…
Artículo de albertespinola.com © Todos los derechos reservados.