Ahí estás, sintiéndote poca cosa, diciéndote que una vez más lo hiciste mal. Mírate, tan desesperada y hecha pedazos. Te duele, porque eres de las que sabe querer, tan adentro que te rasga el pecho. Le diste todo de ti, dejaste que conociera el desastre de tus emociones y aunque descubrió que estabas rota, no le importó romperte más. Dice, que no fue su intención lastimarte, pero justamente te dio en cada una de tus debilidades. Las mismas que un día le contaste mientras te arropaba en sus brazos. No sé tú, pero para mí eso es de cobardes, un cobarde que no merece que tus lágrimas se asomen. Deja de llorarle a un patán que no te valoró. ¡Al mal tiempo, labios rojos!
Repítelo, mientras ves tu reflejo en cualquier lado, ‘sólo por hoy’. Hoy no vas a dedicarle ni el más mínimo de tus pensamientos, ni vas a volver a tus recuerdos y mucho menos vas a seguir llenándolo de cosas buenas con tus esperanzas. Ese patán no tiene ni idea de la fuerza con la que estás nadando para vencer el mar de tus emociones. El dolor te ha hecho sentir la mujer más ingenua de este mundo y te culpas. ¿Por qué? Tú no hiciste nada malo, amar es la razón por la que cada uno de tus respiros tiene sentido.
Por favor, nunca permitas que un mal amor ensucie lo bonito que hay en tu alma. Estuviste ahí, cuando su mundo se derrumbó, cuando necesitaba consuelo, alguien que lo escuchara y le dijera que todo estaría bien. Te mantuviste firme hasta el último momento, le diste demasiadas oportunidades y en cada una aprovechó para pisotearte con más fuerza. Es un patán y tú estás demasiado bonita para conformarte con sus ausencias.
Al mal tiempo, labios rojos. Hoy es buen día para que te pongas linda, no necesitas un pretexto, ponte ese vestido, usa esos tacones, rocía de pies a cabeza cada rincón de tu piel con tu perfume favorito. Deja de llorarle a un hombre que ni siquiera conoce lo más profundo de ti. Estás loca y qué bendita sea esa locura que te mantiene a la expectativa de algo nuevo.
Te mereces pintarte el alma también, recordar que tu esencia es valiosa y que tienes una manera muy peculiar de honrar la cordura. Vamos, que tus metas apenas empiezan y un hombre que no te valoró no merece tanta importancia. En realidad él nunca te tuvo, porque no se tomó el tiempo de conocerte, si lo hubiera hecho, no se sentiría tan seguro de que vas a regresar.
Qué iluso, no sabe que puedes amar con todo tu ser y al mismo tiempo decir adiós. Porque hay amores de los que tienes que escapar, aunque te hagan sentir un montón de cosas. Hay amores que se disfrazan muy bien, te envuelven y cuando menos piensas ya estás enamorada de un patán.
Déjalo, pero de verdad, sácalo de ese rincón en el que lo has ido guardando. Levántate y declara la guerra a esa mujer que piensa que no lo va a superar. Dile que lo sientes mucho, pero que no te sirve de nada con esa actitud y que también la vas a dejar ir. A menos, que deje de llorar, se ponga un poco de polvo en el rostro, rice sus pestañas y destaque con unos hermosos labios rojos.
Ya es tiempo, ahora hay que soltar la mochila del pasado, porque eso es lo que te está restando energía, no estás avanzando. Le estás guardando luto a un amor marchito, que cuando estuvo a tu lado no hizo más que llenarte de miedos e inseguridades. Deja a ese patán y agradece que la vida te lo está quitando del camino.
Al mal tiempo, labios rojos, un par de copas con las amigas, tu canción favorita y bailar mientras la luz de las estrellas combinan con el brillo que te envuelve. Justamente el que se había apagado cuando estabas a su lado. No cariño, tú no estás para quedarte para siempre al lado de alguien a quien no le importa ni un poco domar a sus demonios.
Borra ese pendiente para que no te lo encuentres en el futuro y deje de meterse en tus nuevos amores.
Texto orinal: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.