Existen casos de mujeres que no quieren admitir que no son felices con el hombre que conviven, o más bien, con el que sobreviven. Casos de indignidad e insalubridad, en los que la mujer delante de los demás, o en las redes sociales, etc, muestra, o hace ver, que su querido esposo es un gran hombre y que ella es una gran afortunada. Pero esto es muy triste y una triste realidad.
Ella es…
una buena mujer, pero le cuesta admitir que vive un fracaso sentimental. Ya sea por estatus social, por miedo, por maltrato, y apego, o por otras circunstancias parecidas, ella sigue autoengañándose hasta límites dañinos, y en muchas ocasiones para sus hijos también.
Le aguanta todo a su hombre y vive triste en su corazón, pero junto a su máscara y su fachada de mujer feliz, sigue sin pausa y sin intención de terminar con la relación haciendo siempre como que ella es la mujer más feliz de la tierra.
Suele ser una mujer que sonríe mucho, e incluso de las cosas más absurdas… lo hace para tapar su tristeza y el dolor. También suele ser una mujer que duerme bastante, porque extraña al hombre que amó al principio en el pasado y prefiere soñar dormida que vivir despierta.
Vive con nostalgia en su corazón.
También suele ser una mujer que le cuesta llorar, porque es débil por dentro y le cuesta mostrar que sufre. Suele ser una mujer que más bien tiene falta de autoestima y por eso permite lo que no debería permitir.
Es una mujer que necesita ayuda. Una mujer que vive encerrada en un pozo sin salida del cual sólo ella podrá salir si de una vez por todas admite que ella merece ser feliz.
Una mujer desorientada y perdida en su día a día que sólo piensa y desea estar tranquila, recibir amor y tener una vida humilde y amorosa. Es una mujer que por más que trata de hacer bien las cosas y de que todo el mundo esté feliz, no se da cuenta de que siempre deja de pensar en sí misma, por el mero hecho de hacer ver, siempre, que todo está bien.
Si es tu caso, amiga, sal adelante por ti y por los que sí te aman y haz que tu vida deje de ser un lugar triste en el que vivir. De verdad amiga, vale la pena hacer el esfuerzo.
Sólo date tu lugar, date cuenta de que es lo qué mereces y deja de tener ese sentimiento de culpa, o ese sentimiento del qué dirán. Tú vales más que eso.
Llora, acepta y empieza de nuevo. Luego tus sonrisas serán verdaderas.
Un beso, Albert.
Autoría, Edición y publicación: Albert Espinola Todas las imágenes de We Heart It