Es una verdad universal que el amor nos deja ciegos muchas veces, nos nubla la vista e ignoramos incluso las cosas que están a simple vista. Nos negamos a ver cualquier realidad que amenace con acabar con la ilusión del amor y llegamos muy lejos sin tener idea del dolor que vendrá después. No tienes culpa de ello, somos seres humanos imperfectos, que aman, que se entregan, que sueñan, que tienen expectativas.
Y cuando te das cuenta de que te has equivocado con tu pareja, ocurren muchísimas cosas que antes desconocías. Antes que nada, reconocer un error tan grande como el de haber elegido a la persona equivocada para ti significa que has madurado lo suficiente para comprender cuando no eres feliz al lado de alguien, para saber que es importante satisfacer tus necesidades, que vales y mereces recibir igual o más amor del que das.
Cuando por fin abres los ojos, has llegado a un clímax de sabiduría en tu vida. Te duele, pero eres consciente de lo que sucede, del daño que estás recibiendo y de lo infeliz que eres. Abres los ojos y ves con más nitidez lo que sucede a tu alrededor, los errores cometidos, las decisiones equivocadas, las palabras hirientes, las acciones hirientes, lo ves todo. Te autoanalizas y te dices, ¿cómo permití que esto llegara tan lejos? Dejas de preocuparte por el qué dirán, o si estarás sola o no. Sólo quieres alejarte.
No intentas buscar respuestas a lo que es evidente, ya no quieres pensar una y otra vez en qué hacer o qué está pasando, quieres huir y acabar con el problema de raíz. A veces no es tan sencillo, pero cuando te das cuenta que te has equivocado con tu pareja, ya nada te detiene. La decisión está tomada y solo es cuestión de tiempo para sentirte completamente libre.
En primera instancia quieres correr, avanzar y abrazarte, darte cariño por haber soportado tanto. Quieres recordarte lo mucho que vales y quieres empezar a ver tu vida en libertad, sin ataduras, sin dar cuenta de nada a nadie. Es un hecho que cuando pasas por una relación equivocada y aprendes a entenderlo, te conviertes en otra persona, evolucionas, ves la vida desde una perspectiva más amplia. Incluso empiezas a ver a las demás personas de forma diferente.
No te arrepientas de lo que has experimentado, ese momento de iluminación te brinda mucho más de lo que piensas. Cualquier persona que llega a tu vida, lo hace con un propósito, o para dejarte una lección o para hacerte sonreír. Ningún día pasa en vano. Así que esa relación tormentosa de la que finalmente logras ver la realidad, te está dejando una importante lección de vida. Y al darte cuenta de que ya no debes estar ahí, empiezas a verla.
Aprendes que el tiempo gastado en alguien que no te ama igual, es tiempo de vida perdido. Notas que el tiempo pasa muy rápido, que a su lado se te fueron muchos años de vida y no fueron productivos ni alegres. Entiendes por fin, que no necesitas de alguien para ser feliz, aunque sí es muy posible que alguien te haga muy infeliz.
Date cuenta, abre los ojos, lucha por ti, PELEA POR TI, inspírate y retoma el control de tu vida.
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