Sin duda, algo que me preocupa, es que la gente llegue al punto de normalizar que la tensión entre una pareja es normal. Por supuesto, que los altibajos son un hecho, pero eso no significa que llegues al punto de tener temor de que tu pareja se enoje. Un hombre que te ama no te hace sentir insegura, no te humilla, no te grita, no te subestima. Cuando una mujer vive con esa sensación, en la que en cualquier momento la van a pisotear sin piedad, es señal de que tiene que salir de ahí.
Dime, ¿Cómo te sientes a su lado? ¿Tus emociones están en calma? En una relación que es saludable no hay estrés constante ni intranquilidad, no te asustas. Está claro que no siempre puedes tener una sonrisa en el rostro, es perfectamente normal que se presenten las diferencias, pero no al grado de que tengas que pensar dos veces lo que haces y lo que dices, sólo para que un hombre inmaduro, no pierda el control y explote.
Amar no tiene nada que ver con el miedo
Si cuando piensas en tu pareja, lo relacionas con miedo, entonces estás viviendo una historia equivocada. En la que tu salud mental, física y emocional, se encuentra en peligro. Mujer, tú no estás para convertirte en la sombra de nadie, quiero que te quede bien claro. Quedarte al lado de alguien que te desgasta, minimiza tus necesidades y te hiere, significa que no tienes el suficiente amor propio como para definir lo que está bien y lo que está mal para ti. Te debes un amor lleno de experiencias bonitas, en el que tu cordura no esté en juego.
Si ese hombre lo único que hace es huir de sus responsabilidades y culparte por todas sus acciones, no deberías estar a su lado. Te estás apagando y lo sabes, tu interior te grita que ya es tiempo de soltar esas cadenas, pero tu baja autoestima te impide poner el punto final. Te pregunto, ¿Realmente lo amas?, ¿Consideras que aporta cosas buenas a tu vida? Si te sientes confundida con estas preguntas o incómoda, es momento de que te escuches, ¿Qué quieres?
¿Lo amas o huyes de la soledad?
Es posible que estés sumergida en una relación codependiente, en la que sabes que no lo amas y que no te hace bien, pero no puedes decir adiós, porque no toleras la idea de quedarte sola. Esto tiene mucho que ver con la manera en la que te criaron, si vienes arrastrando una herida de abandono en la que te viste obligada a comprobar todo el tiempo que eras suficiente, entonces no te será fácil soltar hasta que sanes a tu niña interior.
No te obligues a ver con cara de amor lo caótico, en donde los celos son parte de todos los días y tus inseguridades quedan expuestas. Una relación sana es la que te llena de paz, no la que aumenta tu paranoia, cada vez que te encuentras lejos de ese hombre, porque claramente no confías en lo que puede hacer cuando no lo ves.
Cuando vives con miedo…
La mujer que vive con temor de que su pareja se enoje, también vive con ansiedad, con esos pensamientos oscuros atormentando su mente. Es una mujer que se irrita por todo, se frustra, llora, se siente asfixiada, quiere salir huyendo, pero a la vez está atada. ¿Por qué quedarte con alguien que hoy te ama y mañana te desprecia?
Hoy quiero decirte que no es tu culpa. Eres una mujer valiosa y has dado pasos gigantes, te mereces amor en todos los sentidos. No es tu responsabilidad que un hombre no sepa manejar sus emociones y que te culpe por su malhumor, estrés o baja autoestima. Mujer, amar no es pelearse y reconciliarse a cada rato. No es acusar al otro, no es lo que esa persona hace contigo, ignorarte y dejar que las dudas te hagan llorar hasta el amanecer.
Te hace daño cuando…
Cada vez que te trata de manera despectiva, que te falta al respeto con insultos, te hace quedar en ridículo. Tiene una actitud en la que quiere dejar claro que está por encima de ti. Te ha hecho creer que no eres suficiente y sus agresiones van en aumento. Recuerda que si empieza azotando puertas la próxima vez serás tú. Un hombre que te controla y que te trata como si fueras su marioneta, difícilmente va a cambiar. Por ningún motivo, creas que tú puedes cambiarlo, no te corresponde y acabará contigo.
Te llena de miedos cada vez que te levanta la voz, cuando no te escucha y se niega a entablar una conversación, porque claro, es su palabra la única que cuenta y, cuidado con que no cumplas con sus exigencias, porque te hará sentir la peor de las mujeres. Es capaz de voltear la historia para hacerse la víctima. Él quiere saber dónde, cuándo, con quién y qué estuviste haciendo, pero no te atrevas a preguntar lo mismo porque su lado agresivo te va a contestar.
Está acabando contigo
Tú eres la que se está hundiendo, la que necesita rescatar su autoestima, la que se siente poca cosa. Eres la que se irrita por todo y se entristece por todo. Está acabando con tu salud en todos los sentidos, incrementando tus inseguridades y aumentando tus niveles de ansiedad. Ya no puedes ni dormir bien, ni comer bien, ni socializar. ¿Hasta cuándo? Date cuenta por favor, si no puedes sola, pide ayuda, pero no te quedes, amar no es temer.
Texto orinal: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.