El tiempo, como dice el dicho, lo cura todo. Pero en realidad no es tan certero que así sea. Pueden haber lutos que duren una vida entera y separaciones y amores que se mantengan guardadas bajo llave en el cajón de los recuerdos para siempre.
Si es cierto que el tiempo tras miles de experiencias y cosas nuevas que lleguen a tu vida, puede darte una visión y una imagen más distante de todo aquello que recuerdas, y de alguna forma, si puede ayudarte con ese olvido que buscas y anhelas. Pero el tiempo no lo es todo. Tú misma eres quien pone fin a ese sufrimiento. ¡No el tiempo!
Yo siempre digo que no es tan importante olvidar, sino más bien aceptar y seguir tu vida con la humildad y la autoestima que te liberan de lo vivido con el fin de poder seguir en paz. Una mente poco flexible se aferra más a las cosas y da lugar a ese pensamiento de “deseo olvidar”, pero si te fijas, cuanto más huyes de esto, cuanto más deseas olvidar, más viene ese recuerdo y ese dolor a ti. Hay que fluir y soltar. La rigidez te mantiene atada en una postura fija que te hace sentir lo que sientes.
Creo firmemente que el problema puede residir en la baja autoestima y en el mero hecho de no querer y luchar por desaprender lo que vives. (Lo que has aprendido en la vida)
El cerebro se aferra a lo vivido y aprendido, dejando los caminos futuros a oscuras y dejando que tu ser y alma pase pendiente de lo vivido y de lo que se ha ido. Comprender y soltar; dejar ir y asumir con fluidez que eso que has vivido, y se ha, ido no ha estado en tus manos, es decir que no ha dependido de ti en su totalidad, será importante para aceptar la verdad y la realidad. Eso también es un primer indicio de autoestima.
La autoestima también se basa en la aceptación y la valoración de todo aquello que es bueno y la apreciación de todo aquello que es malo en ti. Y muchas veces en la relaciones sentimentales nos hacemos culpables y nos adjudicamos cargas y sentencias de por vida, culpándonos a nosotros mismo de dicha separación. Pero no siempre es así.
Muchas veces simplemente el amor termina porque ninguno de los dos se ha sabido amar a sí mismo y de esta forma es difícil amar al que tienes al lado y mucho menos, hacer que una relación sea exitosa. No se trata de olvidar, sino de recordar y asumir la vida que has vivido.
Reconocer errores y darse cuenta de que tus fallos pueden haber sido para seguir tu camino con más libertad y más sabiduría. Cuando aprendes de la vida, te liberas y te das cuenta de que cada vez menos necesitas de nada ni de nadie. Es decir, cuando deseas olvidar te agarras a algo que crees que necesitas y eso no te deja avanzar ni como persona ni como ser sabio en la vida que vives.
Cuando un amor termina, debes empezar con el camino del amor propio, para iniciar una nueva partida de vida, con el fin de mejorarte como persona y mejorar el resultado que hoy día has obtenido. Que haya terminado la relación, o que ese hombre se haya ido y que tú estés más tiempo de la cuenta en el sufrimiento, puede ser perfectamente un dolor, generado, no tanto por la separación en sí, sino un dolor generado por la baja autoestima y la indignación propia ante algo que habías creído y que no quieres aceptar que se ha ido.
Cuando piensas en olvidar a alguien, o algo, no trates de tapar el sol con el dedo y preocúpate por la raíz del problema. Si él se va y te crea un vacío, puedes contemplar que ese vacío, tal vez ya lo tenías antes de empezar esa relación y ahora vuelves a estar con esa realidad de nuevo y nuevamente puedes empezar en la búsqueda y la conformidad de amores dañinos para ti.
Es un ciclo de vida. Debes parar dicho ciclo, y atacar ese problema personal de amor propio que será el principio de una nueva vida, en la cual, nadie ni nada te hará sufrir hasta estos niveles.
NO OLVIDES MÁS, ACEPTA Y RÍNDETE, ASUME QUIEN ERES Y ÁMATE TAL CUAL, PARA ASÍ, DE HOY EN ADELANTE, PUEDAS PISAR CON MÁS VERDAD LOS CAMINOS QUE DECIDES RECORRER…
Autoría, Edición y publicación: Albert Espinola Todas las imágenes de We Heart It