Justificar las excusas es lo peor que puedes hacer cuando está en una relación. Fomentas las mentiras y continúas en un camino pedregoso que eventualmente te destruirá. Debes comprender que quien no tiene tiempo para ti, no está interesado; aun la persona con el trabajo más demandante si quiere estar contigo buscará la forma de hacerlo.
Verás, quien no te busca es porque no te extraña, no tiene deseos de verte, no siente la necesidad; y si no te extraña, claramente no te quiere. Podrá la vida gestionar cada movimiento y conseguir que cierta persona llegue a tu vida, pero siempre dependerá de ti, no de la vida, el decidir si esa persona se queda o no en ella.
Toma en cuenta que una verdad dura solo duele una vez, puede que tarde en sanar pero lo superas, mientras que una mentira constante duele para siempre. Te sumerges en ella sin opción a salida porque te aferras.
Por ello debes valorar solo a quien te valora y no tratar como una prioridad a quienes no te consideran a ti como una prioridad
Si esa persona no te va dar el valor que mereces, ¿por qué te vas a preocupar por dárselo tú? Ya no dejes que te engañe con la excusa absurda de que no tiene tiempo suficiente para verte. Si alguien quiere verte conseguirá el tiempo para hacerlo.
Si esa persona te está diciendo que no tiene tiempo es una cruel mentira para ocultar el hecho de que no le interesas. No dejes que te mientan, la preocupación y el afecto son base para una relación sana. Si alguien no tiene tiempo ni para llamarte y saber cómo estás o cómo estuvo tu día, ¿qué punto tiene el seguir adelante con tal relación?
La vida poco a poco nos va poniendo tareas complicadas que debemos atravesar y superar para ganar un aprendizaje. Es cierto que a medida que nos convertimos en adultos se nos suman a la vida actividades y trabajos que demandan nuestra atención y nos hace más difícil dedicar tiempo a las personas que amamos. Sin embargo, siempre es posible controlar nuestras responsabilidades y obligaciones para tener el tiempo necesario y dedicarlo a alguien más porque así se quiere.
Querer es poder, una frase muy cierta. No importa qué tan ocupado esté, si quiere lo conseguirá. No ruegues por la atención de alguien más
La madurez y el crecimiento personal nos ayuda a ser más conscientes, a ser más organizados, siempre respecto a nuestras obligaciones, los deberes profesionales o de estudio, la familia, el hogar, las actividades personales y más. Para poder lograrlo todo terminamos estableciendo prioridades.
Esa clasificación mental sobre todo lo que hacemos nos permite movernos en función de lo que tiene más valor, y eso incluye las personas importantes en nuestras vidas. Si tú no representas una prioridad para alguien más, lo más seguro es que nunca tenga tiempo para ti. Si no te dan el valor que mereces, no ruegues para que te brinden un poco de esa atención. No caigas en eso, quien realmente te quiere lo hará sin exigirlo, sin pedirlo. Lo hará porque lo desea, porque le importas.
¿Cómo saber si eres o no su prioridad?
El comportamiento es clave para entender el nivel de interés que alguien tiene en ti. La motivación de muchas personas se basa en cómo ven a la persona, si les parece una buena posibilidad o no. Muchos solo quieren probar un poco de una persona sin comprometerse en la relación a esforzarse en ella. Mientras que otros no tienen duda y te ponen como su prioridad número uno.
Si notas que la persona se empieza a alejar de ti, puedes avistar que está perdiendo el interés en una posibilidad contigo. Y eso se traduce en menos tiempo compartido, menos llamadas telefónicas, no responde mensajes de texto y cada vez se vuelve más y más indiferente. Cuando eres una prioridad, esa persona hace todo lo posible para demostrarte lo importante que eres en su vida y que a pesar de que tiene ocupaciones demandantes, siempre saca un espacio para darte su completa atención.
Cuando alguien te toma como su plan B está eligiendo basado solo en sí mismo, decidiendo con quien comparte primero su tiempo. Esa elección te deja a ti en un segundo plano donde no tienes protagonismo, a menos que tomes la decisión de alejarte. No estás para ser una segunda opción, estás para que te amen sin medidas.
Aunque duela no puedes obligar a nadie a que organice su vida para estar contigo. Y no puedes sacrificar tu dignidad y tu amor propio por el egoísmo de alguien más. Si no eres su prioridad, aléjate.
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