Rebelarte es abrazar tu libertad, no lo supe hasta tarde, pero lo comprendí y eso cambió el color de mis días por completo, así que te invito a ti a rebelarte también por la tuya, por tu libertad y tu felicidad. Vivimos en una sociedad con reglas invisibles que si no seguimos estaremos aislados, pues no le temas a eso de “estar aislada”. Ese aislamiento significa rodearte de personas maravillosas como tú que luchan por alcanzar los deseos más profundos de su corazón.
Ese aislamiento es compartir tu tiempo contigo misma, invirtiéndolo en ti, en tu crecimiento personal y profesional, es conocer un lado de la vida lleno de brillo y colores diversos, sonrisas por doquier y trabajo duro.
Es ver que tus metas son importantes, que tu opinión es importante, que lo que tú quieras es importante. No temas rebelarte, no temas ser quién eres en verdad, no temas luchar por lo que te llena y de verdad te interesa.
No tienes nada que probar a nadie, tu vida es tuya, cada quién es dueño de sus acciones y decisiones y tú mereces ir por la vida cometiendo tus propios errores y aprendiendo de ellos para ser cada vez más y mejor. La vida es impredecible, la vida es incertidumbre e improbabilidad, la vida son pruebas de ensayo y error que tú tienes que llevar a cabo porque quieres y no porque alguien más te diga que tienes qué.
Seguir estándares es aburrido, te inhabilita como persona independiente y afecta tu estado emocional. No vivir bajo nuestras propias reglas nos puede llevar al estrés, a la tristeza y por ende a la depresión cuando en realidad tenemos la solución en nuestras manos, liberarnos, rebelarnos y vivir la vida como queramos. Pero la presión social es tan fuerte que en vez de hacerlo muchos seguimos a veces a las masas y vivimos como los demás quieren, encerrados y frustrados.
Esa frustración es altamente dañina. Muchas de las personas que experimentan depresión se debe a la inconsistencia en sus vidas por no seguir caminos propios; de hecho la incapacidad para tomar decisiones propias, porque necesitan la validación de otros primero, crea una bomba de tiempo en su interior, y una vez que explota la vida se les convierte en un torbellino de emociones negativas e inseguridades respecto a la vida.
¡Basta de vivir así! ¡Rebélate! Pon tus reglas, persigue tus objetivos, no dejes de tener sueños propios y luchar por ellos, tú tienes tus propios límites, necesitas aprender lo mucho que vales y lo mucho que mereces y jamás permitir menos que eso.
No te dejes guiar por las opiniones de otros, no tienes que demostrar ni probar nada a nadie, es tu felicidad y tu salud emocional la que está en juego. Ponte como tu prioridad número uno. ¡Rebélate ya! Y verás como la vida te irá muy diferente, mucho mejor, más calmada, con más aventuras, con más seguridad.
Atrévete a hacer las cosas a tu antojo, como tú las quieras, cuando quieras y con quien quieras. Te lo digo, desde que soy una mujer rebelde, la vida me va mucho mejor.
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