Entiéndelo de una buena vez, en una relación sana no hay espacio para el dolor, para el engaño ni el desprecio. Abre tus ojos y abre tu corazón, no para ver a la verdadera persona que te acompaña sino para entender lo que de verdad te hace feliz a ti. El hombre al que realmente le importas jamás te hará atravesar un infierno por él, compréndelo. No escuches cuando te digan que eso es una prueba de amor.
Quien de verdad te valora prefiere alertarte antes de hacerte daño para que así te alejes y puedas seguir buscando tu felicidad sin someterte a estar con alguien que no te quiere. De eso se trata el amor, de ser honestos y leales. Nadie que te ama te hará sentir mal solo por conveniencia, nadie que te ama te hará sufrir diciendo que te ama. No, eso no es amor, eso es una mentira, una que tal vez ninguno quiere aceptar o tal vez solo tú no quieres ver.
Un hombre que te ama de verdad siempre va con la verdad por delante, aunque duela. Un hombre que es real y te respeta, te hace entender que te ha dejado de amar, pero evita en lo posible hacerte daño. Evita mentirte, evita decirte en palabras sentimientos y emociones que ya no siente por ti. Él no alimenta una mentira, si no siente que está aportando positivamente a tu vida, de forma amable te lo hace ver y se aleja. Porque él sabe que es mejor dejarte ir y quizá causarte un pequeño dolor que pronto superarás a que te quedes a su lado viviendo de una mentira mientras él también es miserable.
Eso es un hombre de verdad, si te ama, te lo hace saber de todas las formas posibles, con sus gestos, con su mirada, con su admiración y sus palabras. Con sus esfuerzos, sus demostraciones de afecto, con sus ansias de un futuro a tu lado, con su respeto, con su apoyo. El que te ama está ahí, a tu lado, presente, mostrándote que lucha por ti, que te quiere para su vida, que te ama como a nadie. Por lo tanto, no, ningún hombre que te ame puede justificar de ninguna manera que te haga atravesar un infierno por él. Date cuenta.
Mereces que te amen con la misma intensidad que amas tú. Mereces el amor que tanto te esfuerzas en dar, pero no debes privarte de no recibirlo, lo mereces y si no te lo ofrecen, sigue adelante construyendo tú misma tu felicidad. Entiende que el amor no es sinónimo de sufrimiento, solo lo es si tú lo permites.
Piensa siempre en tu bienestar, no te quedes con quien solo te hace sentir mal. No te quedes con quien te hace atravesar un infierno por él. No lo hagas. Quédate con quien te brinde paz, quien te haga sentir cómoda y segura. Quien no te genere dudas, quien tenga amor para darte, pero sin herirte.
El hombre que realmente le importas jamás te hará atravesar un infierno por él. No lo olvides.
Texto original: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.