Es cierto, las redes sociales vinieron a sacudir nuestras relaciones. Como todo, tienen su lado bueno y malo, pero hay veces en las que las cosas están fuera de tu vista y ahí es cuando más te duele. Te estoy hablando de la infidelidad, esa que es capaz de impregnarse como la humedad, pero cuando te das cuenta ya es demasiado tarde. ¿Duele igual si te traicionan por medio de una pantalla? Por supuesto que sí, nunca permitas que nadie minice tu dolor, porque es un intercambio de energía que no debería pasar. El sexting es una infidelidad que tu pareja puede estar haciendo.
Lo que hace que tus pensamientos se desborden, es la culpa. De pronto, eres tú y nada más, luchando contra tus inseguridades, preguntándote una y otra vez qué fue lo que hiciste mal. Es duro aceptar que la pareja que dice amarte tiene una conexión especial con alguien más, un lazo que se atreve a minimizar porque es a la distancia, no hay contacto físico, pero sí emocional y mental. ¿Cómo le haces para asimilar una situación así? Tu pareja puede tener los mejores argumentos, decir que no es nada, que es simple entretenimiento. Pero, tú, ¿Qué sientes? Nunca te acostumbres a sentirte humillada, porque eso no tiene absolutamente nada que ver con amar.
Qué es el sexting
La psicología detrás del sexting, explica que se trata de enviar mensajes con alto contenido provocativo a través de cualquier aparato tecnológico. Es una práctica en la que ambos están de acuerdo, se requiere un nivel de confianza, porque el riesgo de terminar exhibido es muy alto. Se envían audios, mensajes, videollamadas, con el objetivo de satisfacer las fantasías de la persona que te gusta. De hecho, ya no se considera algo novedoso, son muchas las parejas que lo hacen y que han asegurado que enciende la llama en su relación. Sin embargo, ¿Qué sucede cuando se utiliza para ser infiel?
Por lo regular, un infiel quiere mantenerse en secreto, su objetivo es que su pareja no lo descubra y el sexting se vuelve una gran opción, porque puede involucrarse con alguien a la distancia, la posibilidad de que lo descubran es muchísimo más baja. Además, se abre un canal a nivel comunicación sin prejuicios, la moralidad sale sobrando y ahí es cuando empieza a hacer cosas que habitualmente no haría con su pareja formal. ¿La razón? Experimentar esta carga de adrenalina y la sensación de que en cualquier momento lo pueden descubrir le parece normal. El infiel está acostumbrado a crear ese caos en su vida, porque es el concepto que tiene a la hora de relacionarse, necesita el drama para sentirse bien.
Qué hay detrás de una infidelidad
El hecho de que sea digital no significa que tus emociones sean menos. Es decir, vives todas las etapas: negación, ira, depresión, aceptación. Es tu sufrimiento el que está en juego, porque tu pareja está rompiendo con el lazo de exclusividad, que ambos aceptaron desde un principio. ¿Cuál es su excusa? No salió de casa, pero de todos modos con su comportamiento levantó una barrera entre los dos, algo que claramente los separa y que es capaz de acabar con la última gota de confianza.
¡No pasa nada! Eso dice, tan cínicamente que hasta te enferma. Sí, pasa, sí, duele, está bien que quieras gritar, llorar y decirle todo lo que te sacude el alma. Es un impacto emocional, porque depositaste toda tu confianza en alguien que lo único que te demostró es lo desleal que puede llegar a ser. Te vio la cara en la misma habitación, sin duda, eso te parte. Saber que mientras estaba a tu lado coqueteaba con alguien más es terrible, no puede argumentar que se dejó llevar, lo hizo consciente y dejó de lado lo que te podía afectar.
La traición virtual
Un engaño virtual que rompe el alma con la misma fuerza que el físico. Tu pareja te deja claro que hay algo que no lo complace del todo o que simplemente no se siente atraído por ti. Son un montón de dudas las que te pasan por la mente. Es absurdo que alguien diga que es menos grave, sólo porque sucede por medio de la pantalla. Además, ¿Qué dicen los expertos? Alguien que no es capaz de indagar en sus profundidades para determinar qué lo lleva a ser infiel, seguramente repetirá la acción. ¿Cómo le haces para borrar de tu memoria esos mensajes directos, intensos e hirientes? Se quedan ahí, cada palabra de tu pareja disfrutando con alguien más. ¡Duele!
¿Hasta cuándo se supone que debes soportar? Ahí está la respuesta, amar no es padecer, no tienes que obligarte a aceptar los malos tratos. La infidelidad a través del sexting se siente igual de traumática que la que sucede cuerpo a cuerpo. Al final, es lo mismo, el infiel se esconde para ocultarle un acto a su pareja. Las conversaciones son privadas y en el fondo sabe que no está haciendo algo sano para su relación. Sin embargo, decide continuar. ¿Qué más da? Si a la que te ama es a ti, eso dice, pero sinceramente para ese tipo de amor mejor te quedas sola.
Te hizo sentir la mujer más insegura
Ese aparente sexting inofensivo, te hizo sentir la mujer más inestable, la que ya no creía en su pareja, la que se preguntó si lo que habían construido era real o había vivido en la mentira. Él sabía que al enviar esos mensajes existía la posibilidad de que te hiriera, pero siguió adelante. No dejes que te envuelva, porque la traición es traición, aunque sea en línea, es su falta de compromiso y las intenciones con las que se comportó.
Lo cierto, es que estudios en salud mental, explican que la infidelidad emocional es todavía peor. Da igual si es de manera digital o no. Si además de los mensajes provocativos, tu pareja establece un lazo en cuanto a sus secretos, el dolor es el doble. ¿Cómo se va a justificar?, ¿Suplicando de rodillas?, ¿Qué es lo que quería? Su desesperación por vivir un momento único lo llevó a cometer el peor de los errores, porque difícilmente vas a perdonar algo así y lo sabes. Es más, es posible que te quedes a su lado y aparentes que todo está bien, pero por dentro reconoces que las cosas jamás volverán a ser igual.
Te liberas
Lo que te puede dar paz, es que si lo descubres y decides ponerle punto final a su relación, te liberas de un hombre con baja autoestima, que necesita estar buscando refugio en línea para sentirse importante. Alguien que claramente no tiene la suficiente madurez emocional como para decir lo que espera y lo que no, de una relación. ¿Para qué quedarte? No se siente atractivo, quiere que se lo recuerden a cada rato. Lo único que hará es llenarte tu camino de inseguridades, no te mereces tan poca cosa.
No mujer, no estás para lidiar con mentiras ni andar revisando móviles. Estás para que te quieran bonito, te respeten, te deseen y, que cuando ya no sientan lo mismo tengan la valentía de decirlo y marcharse. Eso duele, pero no más que una infidelidad.
Texto orinal: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.