¿Crees que tomando represalias contra alguien que te hizo daño le hará bien a alguien? Pues no, no te mientas a ti misma. La venganza no te dará alivio, no juntará las piezas rotas de tu corazón ni te dará paz; por el contrario, te sentirás vacía y como una más del montón que no saben qué hacer con sus vidas. Eres mejor que eso, sé que tienes la madurez emocional para apartar la mirada y seguir adelante con tu vida, esa es la mejor venganza, la indiferencia.
No le pongas más tu atención a un asunto que no lo merece, que te desgasta, te desalienta y te atormenta. Cuando mantienes en tu cabeza una situación que te entristece y te hace sentir ira te va comiendo. Se deshace de tu dureza y de tu armadura de protección para poder exponer tus sentimientos y que queden a carne viva.
Las heridas expuestas se infectan, pasa lo mismo con las heridas emocionales, se infectan con la tristeza, el dolor, la ira, el resentimiento y eventualmente las ansias de venganza. En algún punto crees que la venganza se trata de una forma de recuperar tu confianza, pero ¿sabes qué es lo que logras con ella? Más amargura y más exposición de tus sentimientos. Quedas frente al mundo como una persona llena de odio que no es lo suficientemente madura para pasar la página.
A veces es difícil olvidar ese daño que te hicieron, pero no es algo que tengas que olvidar, es algo que no puedes permitir que te controle. El dolor va a seguir en ti, pero una actitud positiva y el hecho de no brindarle más tu atención a ese asunto te ayuda a sanar, a curar las heridas y seguir adelante de una forma más sabia y feliz.
Ese dolor que te dejaron, ese daño que te hicieron no va a desaparecer después de una venganza, más bien se puede intensificar el daño. ¿Sabes por qué? Porque si tienes un corazón ansioso de amor, al llenarlo de odio dejas de ser la hermosa persona que eres. No puedes culpar a otros por la persona en la que te conviertes porque tú decides cómo te afectan las cosas. Tú eres quien le da el poder a las circunstancias y a otras personas a que te afecten, a que influyan en tu bienestar y tu cordura.
Si quieres sentir verdadera satisfacción después que te hicieron daño, solo ignora, aplica la estrategia de la indiferencia y vete. Esa es la mejor venganza, que esa persona no pueda controlar la forma en que te sientes tú; si quiso hacerte daño, entonces no le des el gusto de mostrar ese daño. Muéstrate valiente para aceptar lo sucedido, aprender sobre ello y seguir adelante con tu vida para ser feliz.
Te lo aseguro, la mejor venganza es no vengarte. No caer en disputas sin sentido con personas que tienen la mente cerrada. No estresarte más en un asunto que no tiene ni pies ni cabeza. No entregues más de tu tiempo a alguien que no lo vale. Es tu tiempo y tu energía la que gastas en una venganza, es parte de tu vida la que pierdes.
No te aferres, despréndete. Sonríe, ponte de frente hacia tu vida y sigue hacia adelante.
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