La realidad es que cuesta muchísimo aceptar cuando alguien tan cercano a ti no tiene actitudes sanas. Creciste con la idea de que la hermandad es prácticamente sagrada, un ser humano que comparte contigo las vivencias de la infancia, te conoce, pero al mismo tiempo no. Es decir, puede describir a la perfección tu versión pasada, pero la actual la ignora, ya que cada vez te has ido alejando más y más. ¿Por qué?, ¿Qué te hace sentir su compañía? Quizás, es mucho más que su mala vibra, es posible que tengas un hermano o una hermana tóxica, pero ya es tiempo de ponerle un alto y no está mal. El hecho de que hagas valer tu dignidad y exijas respeto, no quiere decir que seas una mala persona ni que lo dejes de querer.
Las señales de toxicidad son claras, pero no es fácil aceptarlas, hasta duele darte cuenta de que alguien que amas mucho, tiene actitudes que te hieren y parece no importarle. En el fondo, un hermano así, no es feliz con su propia vida y por eso necesita ensuciar la tuya. Así que se vale de críticas, control, manipulación, culpa y victimismo, para que seas tú el que termine pidiendo perdón. No es justo, no puedes seguir haciéndote responsable de sus malos tratos.
Las relaciones entre hermanos también se acaban
El problema es que pesa mucho lo aprendido, te dicen que debes querer a tu familia por encima de todo, porque comparten los mismos genes. Sin embargo, ese argumento es terrible, no puedes dejar que nadie pase por encima de tu integridad sólo porque los une un lazo fuerte. Una relación se construye día a día, nadie debería sentirse con el derecho de llegar y exigir un cariño que no se ha ganado. Si una persona te lastima, es problemática, te complica la vida, no debería estar y punto.
Si sigues con la idea de que tienes que tolerar, bajar la mirada y hacer como que no pasa nada, lo único que va a pasar es que vas a terminar tragando todo ese orgullo, las humillaciones, los comentarios hirientes, los gestos de desaprobación. Deja de obligarte a convivir con una persona que claramente te resta muchísimo más de lo que te da. Un hermano tóxico se siente cómodo porque sabe que contigo puede llegar y deshacer sin ningún tipo de consecuencia, tiene el control y eso aumenta su poder.
Tu hermano no es tu enemigo
Esto no quiere decir que la relación tiene que irse hasta el otro extremo, es posible encontrar un punto medio, en el que dejas claro que su relación no es saludable y por eso prefieres levantar una barrera para mantener la fiesta en paz. No entres en este desgaste emocional en el que se convierte en tu enemigo, porque al final, es tu hermano, lo vas a ver el resto de tus días en muchos eventos familiares.
Sin embargo, que lleven el mismo apellido no significa nada, no te sientas mal por no tener esa lazo de telenovela que te han mostrado desde la infancia. Los hermanos también hieren, mienten, traicionan y buscan la manera de meterte el pie todo el tiempo, porque quieren verte caer, disfrutan de tu fracaso. ¿La razón? Sólo ellos saben, pero no deberías perder el tiempo en averiguarlo, porque son traumas de los que ellos mismos se tienen que hacer responsables, no te corresponde a ti salvar a nadie, por mucho que te duela ver que necesita ayuda y bajarle varias rayitas a su envidia, es su problema.
¿Esa persona te hace bien?
Sé honesto contigo mismo, pregúntate, ¿Me hace bien estar con esa persona? No pienses en la etiqueta, deja por un momento de lado que es tu hermano o tu hermana. Si cuando está cerca te sientes incómodo, frustrado o estresado, definitivamente ahí no es. El hermano tóxico es el que se siente desesperado por demostrar que es mejor que tú en todo, trae un chip incrustado de la competencia. No soporta que hables de alguna de tus victorias y busca la manera de llamar la atención. Se nota que no le emociona tu avance, al contrario, siempre encuentra algún detalle para hacerte sentir mal y quitarte méritos.
¿Cuántas veces son las que has cedido sólo para que no se sienta mal? Pero tú eres el que se termina sintiendo pésimo, ¿Por qué tiene que estar por encima de tu salud emocional? Un hermano tóxico no conoce lo que son los límites, tiene la idea de que debes estar a su disposición y punto, cumpliendo con cada uno de sus caprichos. Le da igual cómo te sientas física, mental o emocionalmente, lo único que le importa es satisfacer sus necesidades y si no estás dispuesto a ayudar, prepárate, porque te hará ver como si fueras el malo de la película.
Las cartas siempre las quiere a su favor
Por supuesto, un hermano tóxico goza de la manipulación y no duda ni un segundo en usarla, porque no le gusta aceptar sus errores. Si tiene algún comportamiento que te afecta a ti o a alguien más de la familia y se lo haces ver, se defiende con su papel de víctima. Es decir, siempre tiene una historia para justificarse y verse como el necesitado. Lo que quiere es que el resto sienta compasión por él. Es capaz de inventar cualquier tipo de historia con tal de no pedir disculpas, al contrario, logra que tú termines pidiendo perdón por algo que te lastimó, ¿Es en serio?
Un hermano tóxico es el que siempre tiene una doble intención, motivos ocultos que lo benefician. Es decir, no mantiene una relación cercana contigo, no le interesa saber cómo estás ni hacer ningún tipo de conversación frecuente. Sin embargo, cuando se trata de su bienestar, la cosa cambia. Ahí es cuando repentinamente te invita un café, pero sabes que a mitad de la cita te pedirá algo. Sin duda, ese tipo de vínculos no recíprocos, a la larga lo único que hacen es romperte, porque tú sabes que no estás para solucionarle la vida a nadie. Un hermano debería quererte sin que le tengas que hacer favores todo el tiempo.
La queja es parte de su esencia
No lo puede evitar, las personas que suelen ser tóxicas se quejan de todo, porque están tan inconformes de su propia existencia que necesitan minimizar lo que está a su alrededor. Sus comentarios siempre son los mismos, encuentra defectos en los demás. Para él o ella, todo el mundo es mediocre. Si lo invitas a un sitio, su malhumor se le nota a kilómetros, todo el tiempo te hace sentir como si te estuviera haciendo un favor al estar a tu lado.
Y ni se te ocurra intentar entablar una conversación en la que le expreses tus emociones, porque va a desviar el tema. Es un pésimo oyente, sólo quiere compartir lo suyo, pero nada más. Eso te deja claro que no es una persona de fiar y que su ego está por encima del lazo que los une. Quiere la atención y punto, él es el interesante y probablemente te va a decir que exageras todo, porque claro, no tienes permitido sentirte mal frente a sus ojos.
En fin, un hermano tóxico no te beneficia en nada, ya es tiempo de que le pongas un alto físico y emocional. Hay personas que amas mucho, pero es mejor no convivir con ellas. Si sientes que no puedes afrontar la situación, busca ayuda psicológica para poder lidiar con sus actitudes. No te quedes callado, di lo que sientes y deja de alimentar su drama. Cuando vea que ya no te tiene en la palma de su mano, quizás cambie o quizás no. Eso es algo que debes aceptar, pero entre más lejos, mejor.
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