¿Cuántas veces has imaginado a tu amor ideal? Hasta te sabes sus características de memoria, es fascinante permitir que tu imaginación tome el control, porque ahí el amor romántico no conoce límites, simplemente, es algo que sientes y ya. Lo malo es cuando te enfrentas a la realidad, cuando la parte del enamoramiento, en la que idealizas, desaparece. Ahí las canciones y los poemas ya no tienen el mismo sentido, porque te das cuenta cómo todo se empieza a desmoronar y no puedes hacer nada. ¿Por qué? Fracasas en el amor, porque tienes pendientes emocionales no resueltos.
Lo cierto, es que al principio te cuesta ver la verdadera cara del otro, incluso la tuya. Debido a que vives una subida y bajada de emociones, es el momento más poderoso de la relación, ya que la atracción toma protagonismo e ignoras todo lo demás. Son los latidos del corazón los que te dicen que ahí es. Por supuesto, esto tiene una explicación, el cuerpo libera sustancias químicas como la oxitocina y la dopamina, que influyen en el comportamiento. Hacen que estés más alerta y que todo te emocione.
El enamoramiento es miel sobre hojuelas
En esta etapa no prestas atención a los defectos, te enfocas en todo lo bonito. Tu cuerpo presenta palpitaciones intensas, te sudan las manos, incluso hay quienes presentan mareos. Es el enamoramiento el que aparece sin previo aviso y cuando menos piensas ya caíste hasta el fondo de la euforia amorosa. Si te enamoras tu mundo cambia, eres más tolerante a muchas cosas y le encuentras el lado positivo a todo.
El psicólogo Robert Sternberg, explica que para que el enamoramiento pase a la etapa del amor se requieren tres elementos claves: compromiso, intensidad y profundidad. La intensidad tiene que ver con el impulso de querer estar con esa persona, mientras que la profundidad es la cercanía y la necesidad de crear un vínculo con el otro. Por su parte, el compromiso es la inquietud de construir algo a largo plazo. Pero, entonces, ¿Por qué se presenta el fracaso?
Por qué tus relaciones fallan todo el tiempo
Antes de entrar en detalles, quiero decirte que terminar una relación no es sinónimo de fracaso. Quizás, esa persona sólo llegó a tu vida para enseñarte a encontrar tu mejor versión. Recuerda que el otro es tu espejo, no te hace daño, hace que tus pendientes emocionales no sanados se hagan presentes y ahí es cuando tú debes decidir afrontarlos y liberarte, para que en tu próximo lazo no te suceda lo mismo.
De pronto, te acostumbras al caos y no es saludable. Lo peor que puedes hacer es conformarte con amores que te estresan, te minimizan y en los que no confías. ¿Por qué? La psicología dice que en muchas ocasiones te fijas en personas que tienen similitudes con tus padres o con los que fueron tus cuidadores durante la infancia.
Ahora, mi pregunta es, ¿Cómo fue la relación con tus padres? Influye si estaban presentes, si eran distantes, si te menospreciaban o hubo maltrato. Duele ir a tus raíces para entender la razón por la que no avanzas en ese aspecto. Sin embargo, si no sanas eso, vas a seguir encontrando parejas que te traten de la misma manera en la que te trataron tus padres y así no te sentirás un ser amado.
Es posible que la dependencia emocional se haya vuelto parte de tus días, porque caes una y otra vez en relaciones que en realidad no te hacen feliz. ¿Alguna vez te has preguntado lo que realmente quieres?, ¿Por qué no te sientes atraída por las personas que te dan paz? Terminas entregando el corazón a quien no te valora y te hace sentir como si fuera un privilegio que te dé las sobras de su atención y, por lo tanto, tus niveles de ansiedad se disparan.
Cómo tomar conciencia para que tus relaciones duren
En el momento que empieces a darte tu lugar, a amarte y respetarte, los demás también lo harán. No puedes esperar que te den algo que no te das a ti misma. Empieza por conocerte a ti, por preguntarte a ti, cuáles son tus deseos, ¿Qué es lo que no vas a permitir? Date el tiempo de estar contigo, para que después puedas entablar un lazo con un nuevo amor.
La soledad tras una ruptura no te hace daño, pero tratar de compensar las secuelas con alguien más, sí. Resuelve tus conflictos, porque si vuelves a caer en el enamoramiento, cuando se acabe te darás cuenta de que se repite lo mismo. Sé honesta, si no estás preparada, ¿Para qué dar el paso? Mientras tu autoestima no esté bien, no tendrás nada saludable. El apego, los celos, el control, no son sinónimo de amor. Ve al trasfondo de eso y busca ayuda psicológica, para que puedas descubrir las herramientas que te ayudarán a poner límites.
A veces, no es algo de la infancia, también puede ser por tus relaciones pasadas, si tuviste una ruptura traumática tendrás consecuencias a nivel mental y emocional. Es posible que estés cerrada al amor, pero no te has dado cuenta. Estás repitiendo patrones, una tendencia a caer en relaciones destructivas, en donde el miedo al compromiso, el autosabotaje, la falta de amor propio y las inseguridades, son una constante. Esos lazos te están gritando que es momento de hacer algo, es momento de sanar.
Estás sufriendo por amores que apenas y te dan sus sobras, no se vale.
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