Hay sucesos que a lo largo de la vida te van marcando, en realidad nunca vuelves a ser el mismo después de una herida, un trauma, la depresión o vivir el duelo de despedirte de alguien que amas. Cada quien lo asimila a su manera, pero lo importante es que lo intentes superar, no hacer como que no pasa nada. De nada sirve que pauses el dolor o lo disfraces, porque tarde o temprano, volverá, incluso con más fuerza. Cuando sientas que ya no puedes más, es la vida, diciéndote que llegó el momento de cambiar. Estas frases te pueden ayudar a sanar las heridas emocionales que no te dejan avanzar.
Lo primero que quiero decirte, es que estás en la edad correcta, si ya te entró la necesidad de soltar todo eso que te ha ido dañando la mente y el alma, es porque es tu momento. No sientas que por ser adulto no puedes encontrar la paz. Nunca es tarde para hacer un cambio en tu vida. Te puedes reconstruir, volver a confiar en ti, abrigar tus emociones y recordarte que a pesar de las malas rachas es posible seguir sonriendo. La sanación emocional te puede llevar a tener la vida que siempre imaginaste.
Es tiempo de soltar los patrones del pasado
Si te niegas a avanzar en ese sentido, puedes acostumbrarte a vivir con dolor emocional. Esas heridas a su vez te van a llevar a relacionarte con personas que, en lugar de ofrecerte cosas buenas, te llenarán de su negatividad y sus traumas. Estos consejos son pieza clave para dar tus primeros pasos:
Definitivamente, es un día a la vez, la terapia no es mágica, necesitas demostrar que te tienes amor siendo paciente contigo mismo. Porque si intentas resolver todo al mismo tiempo, lo único que vas a lograr es sentirte abrumado y agregar más drama a tu vida. Los pequeños cambios son los que harán la diferencia. Reconoce tus avances y cada mañana haz algo mejor.
Por supuesto, que sanar las heridas no es desaparecer el dolor por completo. El simple hecho de empezar a hacer algunos cambios, va a mejorar la manera en la que te relacionas con el resto.
No desistas, tú puedes
La persistencia es lo que hará la diferencia en tu proceso, no pretendas sanar heridas que vienes arrastrando desde años atrás en un abrir y cerrar de ojos. Tienes que ser consciente de que habrá días buenos y malos, esto no se trata de un proceso lineal. Establece expectativas que sean reales, de lo contrario puedes sentirte decepcionado y frustrado al no cumplir objetivos demasiado altos. El amor propio, el autocuidado y la autocompasión, son los pilares que te darán la fuerza que necesitas. Se vale decir que hoy no puedes, que estás muy cansado, que necesitas ayuda.
Frases que te ayudan a cerrar las heridas emocionales
Si esa experiencia traumática en tu vida, te sigue agobiando la cabeza e influye en la manera en la que expresas tus emociones, es momento de poner un alto. Por ningún motivo, permitas que alguien minimice lo que estás pasando, quédate con las personas que quizás no te entiendan del todo, pero quieren verte bien y deciden acompañarte en el proceso.
No todas las personas están pensando algo sobre ti
Si vienes arrastrando con la herida del rechazo, es muy común que te sientas excluido mucho antes de intentarlo. Te cuesta trabajo dar el primer paso y la inseguridad habla por ti cuando la gente está cerca. No olvides que no se trata de complacer a todo el mundo, cada quien está luchando contra sus propias batallas.
No estás solo, estás contigo mismo
La soledad no es mala, es posible que tu herida del abandono se haga presente cuando notas que algunas personas se alejan de ti, pero debes recordar que no estás solo. Te tienes a ti, eres con quien vas a pasar el resto de tu vida, ya es tiempo de que aprendas a convivir contigo y disfrutar lo que amas sin compañía.
Así es la vida, habrá cosas que puedas controlar y otras que no
Tras experimentar la herida de la traición, sueles ser el doble de desconfiado, porque te aterra que te vuelvan a herir y crees que si tú eres quien domina todo, eso no sucederá. Sin embargo, te recomiendo que te des la oportunidad de ser menos duro contigo mismo y permitas que las cosas fluyan. Al menos, de vez en cuando.
Está bien que no seas perfecto, abraza tus deficiencias
Si no has sanado la herida de la injusticia, es muy probable que te estés pidiendo demasiado. Estás tan enfocado en demostrar que vales lo suficiente que te estás exigiendo cosas que sólo están acabando con tu salud mental, física y emocional. Tienes derecho a equivocarte, lee bien, eso no te hace peor persona.
Mereces que te amen, te entiendan y se pongan en tus zapatos
Si creciste en un hogar en el que te hicieron sentir que no valías lo suficiente, en el que te ignoraban y no te demostraban afecto, es posible que rechaces a quien te da amor. Sin embargo, te mereces cariño y comprensión. No lo dudes, empieza por dártelo tú.
Es tiempo de sanar, los mecanismos de defensa que te protegieron en la infancia ya no te podrán salvar. Eres tú quien debe hacerlo.
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