Vamos por la vida intentando ser felices, ya sea solos o al lado de una persona. Cuando conseguimos estar al lado de alguien que nos gusta mucho, que nos ilusiona un futuro juntos, tendemos a equivocarnos. No podemos dejar llevarnos por las ansias de ser amados. Las relaciones se van construyendo poco a poco, y las ilusiones se deben manejar con calma.
Lo peor de la ruptura de un amor que valoramos demasiado es cuando nos rompen las ilusiones. Terminamos decepcionados de nosotros mismos por confiar en que esa persona sería diferente, en que sí nos amaría, y que era alguien en quien podíamos confiar. Duele, en verdad duele el verte sumergido dentro de esos pensamientos que vienen una y otra vez tratando de comprender qué falló o en qué te equivocaste.
Tal vez nos hacen daño y seguimos aferrados porque nos cuesta decir adiós a ese amor. Pero algo sin duda que puede matar por completo ese vínculo y hacerte olvidar, es que acaben con tus ilusiones.
En la vida nos movemos por las ilusiones
Todo lo que queremos lograr en la vida lo mantenemos plasmado en una ilusión, la imaginamos cada vez que podamos para visualizar ese logro y motivarnos a seguir adelante. Igual pasa en las relaciones, nos hacemos ilusiones, confiamos tanto en una persona que empezamos a imaginar todo lo que podríamos construir más adelante. Empezamos a creer que solo con esa persona seremos felices. Que solo sonreímos a causa de su presencia.
Nos hacemos a la idea de que estamos en el lugar correcto y que finalmente podremos cumplir nuestras metas al lado de alguien amado. Pero todo se trata de ilusiones, fantasías sobre realidades que podrían nunca suceder. Y si llegan a pasar, seguro la felicidad no te cabe en el pecho, pero si no, el dolor es insoportable y el final inevitable.
Si matas mis ilusiones, ten por seguro que pronto te olvido
El olvido puede ser desgarrador, más cuando hemos estado tanto tiempo al lado de alguien. Cuando se ha compartido hasta lo más profundo del alma. ¿Y qué es lo que más duele cuando nos engañan o cuando el amor se acaba? ¿Acaso te duele la traición? ¿Acaso es la vergüenza de haber sido parte de un engaño? No, no es nada de eso lo que nos duele, lo que realmente nos destroza es que nos rompan las ilusiones. Que todo aquello que en algún momento imaginamos ya más nunca será posible.
Y eso es algo que te ayuda a olvidar, la decepción frustra los sentimientos que hayas desarrollado por alguien. La decepción es una daga muy filosa que corta el vínculo de confianza. Una vez que te han roto las ilusiones, por más que te supliquen una nueva oportunidad, ya no puedes volver a confiar. Puedes disimular que sí te sientes bien pero en el fondo sabes que ya esperas en cualquier momento una nueva desilusión, ya no tienes expectativas. Los sueños se acaban, las ilusiones se desintegran.
Si quieres sobrevivir en una relación, tienes que proteger los sentimientos de tu pareja así como sus ilusiones. Seguro sabes de casos, si es que no te ha pasado, en que un hombre o una mujer le advierte a su pareja antes de iniciar algún tipo de relación, y le dice: “Oye, no te ilusiones conmigo porque no me interesa una relación a largo plazo”. ¿Te ha sucedido?
Lo que sucede después es que a pesar de que nos advirtieron, terminamos ilusionándonos, esperanzados de que nuestro afecto les hiciera cambiar de opinión. Pero al momento que nos trunquen esas ilusiones, la frustración se apodera del corazón, nos volvemos fríos y nos cubre un velo de oscuridad.
Todo se rompe. La emoción por la relación se apaga y el afecto se termina
He conseguido olvidarte porque me he desilusionado de ti. Ya no podría volver a imaginar un futuro contigo, ya no podría confiar de nuevo en ti. Aunque duele, la desilusión acabó con cualquier esperanza contigo.