Ella es la mujer que hoy se levantó con una sonrisa en el rostro, la que cuando suelta una carcajada hace que tiemblen un par de almas. Es la que siempre puede, la que admiran, la que aplauden y la que pocos conocen a fondo. Es la mujer que se calla un montón de cosas, porque no quiere convertirse en la víctima de su propio cuento. Le enseñaron que la vida se trata de sufrir un rato, limpiarse las lágrimas y seguir avanzando. Te estoy hablando de ese corazón alegre, el que siempre está para todo el mundo, pero también sufre y necesita amor.
La depresión es como la humedad, cuando menos te das cuenta se impregna de manera muy profunda. Le gusta esconderse en las almas que parece que lo tienen todo bajo control. Porque ahí los silencios están a su favor, puede crecer y crecer hasta que se convierte en un peligro latente. Es un trastorno que persiste, que desaparece por un par de segundos, cuando las endorfinas de las sonrisas hacen de las suyas, pero sólo esa mujer sabe lo que vive entre cuatro paredes. Ya se acostumbró a usar de escudo la felicidad, colocarse una máscara y hacerle creer a los demás que no tiene nada. Es una manera cruel, pero eficiente para lidiar con tanto dolor.
Ella también sufre…
La ves y parece que sabe muy bien en dónde colocar cada pieza, rara vez se le cierra el mundo. Es una experta en el maquillaje, pero no me refiero a esconder sus ojeras, hablo de la manera en la que disfraza a su alma de alegría. Sabe muy bien qué decir para hacer reír a los demás, en su repertorio los chistes no pueden faltar. Le encanta cuando es el centro de atención en ese aspecto, cuando la gente idolatra su optimismo y no se pregunta cómo está, si algo la pone triste o si quiere salir huyendo de todos.
Definitivamente, lidiar con el sufrimiento es desgastante, porque esa mujer no quiere drama en su vida. Así que les hace creer que puede con todo a la vez, aunque sabe que no es así. Ella está consciente de que hay momentos en los que se siente abrumada por toda la gente que está a su alrededor, pero al mismo tiempo se siente vacía, una soledad que la rompe a cada segundo y de la que no habla.
El comportamiento, en cuanto al sentido del humor, es sumamente interesante, porque grita lo que la persona esconde. Todo ese dolor, esa ira y ese daño interno lo disimula cada vez que se hace la divertida frente al resto. En psicología se conoce como el humor afiliativo, eso quiere decir que la persona requiere un contacto continúo, porque le aterra la idea de pasar tiempo a solas, en donde la ansiedad hace de las suyas. Así que se vuelve adicta a las carcajadas que se dan por todo y nada.
También está lo que se conoce como humor de autoalimentación, esto significa que la persona busca una manera desesperada de hacer reír al otro, para que ella misma termine riendo. Necesita buscar esa sensación de felicidad, pero lamentablemente tiene un período de existencia muy corto. Una vez que se aleja de ahí, todo su mundo se vuelve a desmoronar.
El dolor que lleva en el alma
La depresión es el peor de los enemigos, porque no todo el tiempo te derrumba ni te afecta en tus actividades cotidianas. Hay veces en las que esa mujer lleva su vida como cualquier otra persona, hasta hace cosas extras que los demás reconocen. Es la que carga un montón de responsabilidades y no dice nada. Puede estar hecha pedazos, pero de todas maneras se las ingenia para ayudar a quien la necesita. Lo malo es que la otra persona no se da cuenta de que es ella la que está pidiendo un abrazo. Alguien que la escuche, no siempre se trata de consejos o que le resuelvan la vida. Simplemente, quiere experimentar esa sensación de que no está sola.
Es real, su vida no es la película perfecta que les ha hecho creer. Es una coraza que pone para no tener que soportar los comentarios de la gente, que es incapaz de ponerse por un momento en sus zapatos y comprender lo que está atravesando. Hay días en los que ni ella se entiende, en los que se siente apagada, triste o demasiado eufórica. Son muchas cosas las que no dice, ¿Para qué? La gente sólo minimiza lo malo y le encanta reconocer lo bueno. Mejor prefiere mostrar ese lado suyo, en donde no se siente inferior.
Esa mujer necesita amor
Olvídalo, ella no te va a pedir ayuda y no es por orgullo, es por miedo, porque no quiere sentirse el doble de fragmentada. Ya es bastante duro soportar el día a día, como para todavía agregarle otra piedra al saco. Si en verdad quieres ayudarla, empieza por aceptar que es demasiado fuerte, está acostumbrada a lidiar con las altas y bajas de la vida. No sabe cómo recibir el amor de los demás, porque ella es la que siempre está protegiendo a otros. Vas a entrar a su corazón cuando seas capaz de ponerte en su situación por un segundo, ¿Cómo te sentirías tú si tuvieras toda esa carga sobre tus hombros?
Sé que no es fácil, pero esa mujer vale muchísimo la pena, cuando la conozcas por completo, te vas a dar cuenta de que su resiliencia no conoce límites, ha pasado por tantas cosas, pero sigue avanzando. Es emocional, cambiante, arrebatada, intensa, es la mujer que es capaz de sacudir la vida entera de cualquiera y para bien. Quizás, su lado exigente es el que le impide dejarse llevar con cualquiera, pero es la única manera en la que puede defenderse de las pirañas emocionales. Es profunda, sus sentimientos son tan bellos como su esencia, pero no esperes a que te los muestre rápidamente.
Quiere estabilidad
En el fondo lo único que quiere es estabilidad, personas maduras que no estén buscando la manera de hacerla sentir peor de lo que ya se siente. Sabe que en el camino también hay muchas espinas, habrá momentos en los que quiera tirar la toalla, pero nada la hará bajar la guardia. Sólo ella sabe todo lo que ha superado.
Son sus heridas las que esconde, las decepciones, sus sueños truncos, muchas grietas que ha ido acumulando en su trayecto. Cada una de las traiciones vividas la han hecho más desconfiada, ya no se permite creer en cuentos de hadas, no la culpes por levantar una barrera, incluso si tus intenciones son buenas. Ya no está dispuesta a perder el tiempo y por eso prefiere ser exagerada, corta lazos antes de que sus emociones se vean afectadas. Si no le demuestras desde un principio que vales la pena, no te quiere en su vida.
Es así, se construyó desde cero, no le ha pedido nada a nadie y aunque se siente rota es imparable. En el momento que le demuestres que eres capaz de reconocer su vulnerabilidad, podrá confiar en ti. Sin embargo, necesita un vínculo que le haga honor a la reciprocidad. Si no la cuidas y le restas más de lo que le puedes dar, mejor verte, le estás quitando tiempo y energía.
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