Sí amigo, cuídala de su verdadero enemigo.
No hace falta que la cuides de esos amigos que le pueden piropear. Esos no son el enemigo.
No hace falta que la cuides de algún compañero que la invite a salir con más amigos. Ellos no serán el enemigo.
No la cuides del vecino que a veces te generan celos. No es el enemigo.
Y menos la cuides de algún extraño que le mande algún que u otro detalle. Aunque sean flores.
Las mujeres de verdad se enamoran y son muy leales. De verdad lo son: ¿Lo dudas?
Ella será leal a esa persona que se ha esforzado por su alma y se ha ganado su corazón.
Ella es leal a la persona que día a día le quita los miedos y le brinda con todo el corazón, la Paz. Su tranquilidad.
Sí debes cuidarla, pero sabes de quién: ¡De ti!
Sí, tú eres el verdadero enemigo, aunque te duela leerlo, pero es que sí eres tú.
Tú eres el único que puede lograr que pierda su admiración por ti, día a día, con detalles que no son afortunados.
Tú eres el único que puede hacer que sienta que esté entregando su lealtad a una persona que no la merece.
Tú eres el enemigo número uno. Date cuenta amigo.
Si te pone celoso, o te da miedo, que alguien le hable bonito. Tú háblale más bonito.
Si tienes miedo de que alguien le regales flores. Pues lo más normal es que te acostumbres a llevarle, tú, las más bonitas de cualquier jardín.
No te pongas corazas o te escudes diciendo que existen otros que tienen más dinero. O que tienen mejor estatus social que el tuyo. O peor aún, no digas que los hay más detallistas. Porque ella se enamoró de ti y decidió amarte a ti; así que si de verdad la amas debes cuidarla cuanto antes como jamás antes lo has hecho.
Sí.
Cuídala de ti mismo.
Cuídala de que no llore por tu culpa.
Cuídala de que no se sienta sola nunca por culpa de tus ausencias injustificadas.
Y ten en cuenta algo muy importante: CUÍDALA DE TUS MENTIRAS, porque la confianza nunca se recupera del todo, jamás y nuNca más.
Sí amigo, cuídala ahora que la tienes cerca de tu vida, porque si la pierdes te arrepentirás y maldecirás no haberla cuidado antes como es debido. Y créeme, se irá y ya luego será muy tarde.
Redactado por Albert Espinola. Reedición de un escrito sin autor encontrado en Facebook. © Todos los derechos reservados.