Las mujeres buenas, muchas veces, son personas sufridas, fuertes y mujeres que tras una sonrisa pueden esconder heridas. Heridas creadas por no distinguir los límites del amor y de las relaciones, y heridas por dar, en muchas ocasiones, sin esperar nada a cambio. Por dar por hecho que debe ser siempre así.
Las mujeres buenas, pueden ser personas que con un alto grado de altruismo, se dejan llevar pensando que hacen el bien, y más bien en ocasiones, pueden hacer el mal, pero el mal a sí mismas.
Las buenas mujeres son normalmente muy cariñosas y de buen corazón, y tal vez por esto, pueden no encajar en el mundo que les rodea. Un mundo, que muchas veces es egoísta, cruel e interesado. Esto las puede llevar a errar muchas veces y a salir con heridas y desilusiones constantemente.
Al ser buenas, también creen que los demás lo serán y eso le da palos y golpes morales o emocionales en su recorrido de vida. Y por el mero hecho de no dar a conocer sus males y así no inundar de negativismos a otras personas, pueden esconder sus propias batallas y sus propios malestares tras una buena sonrisa y unas lágrimas encarceladas frente de los demás. Sólo ellas en soledad pueden comprender esto y llorar sin pedir ayuda a nadie, viviendo en soledad su forma de ser en la vida. Las buenas mujeres pueden sentirse incomprendidas y apartadas en muchas ocasiones.
Las buenas mujeres dan tanto a cambio de nada, que en muchas ocasiones se sienten vacías por haber dado de más. Y sin pedir nada a nadie, dan por hecho a los demás, que no necesitan nada.
Las personas pueden ver a estas mujeres como de hierro y pueden pensar que ellas están bien o que no necesita nada de nada. Pero es más que claro, que una persona que no pide nada, no quiere decir que no necesite de los demás. Lo que pasa, es que pueden esperar de corazón que a los demás les nazca por amor, tal cual a ellas les pasa, y esto termina por no pasar, dejando desilusión. Pero bueno, son buenas y no llenan de rencor su vida ya que ellas lo hacen sin esperar nada a cambio. Lo hacen con ilusión y con ganas de dar de verdad al prójimo.
Las mujeres buenas pueden vivir con cicatrices, porque por muy buenas que sean, también saben comprender que el amor debe ser recíproco. Y por más que ellas hacen la vista gorda y siguen siendo de la misma forma, sin recibir en muchas ocasiones amor, o detalles de amor de otras personas, con el tiempo, muchas desilusiones terminan convirtiéndose en heridas y cicatrices que su alma siente. Tal vez son heridas que le recuerdan que también deberían pensar más en sí mismas y dejar de pensar tanto en los demás.
Las mujeres buenas tiene el don de amar incondicionalmente de una forma altruista y el defecto de olvidarse de que ellas también son igual o más importantes que los demás.
La mujeres buenas, por eso, casi siempre termina siendo mujeres muy amadas y admiradas por buenos hombres que saben valorar la gran mujer que tienen al lado. En el amor pueden terminar siendo muy afortunadas.
Las mujeres buenas, pueden ser las mejores mujeres del mundo entero.
Y eso es muy bonito sentirlo. Les cuesta dolor, pero su recompensa puede terminar siendo la mejor para ellas.
¡No pierdas la ilusión, mujer buena!
Tus heridas pueden terminar convirtiéndose en la mejor de las cosechas. Al sembrar corazón y amor real, tu cosecha será justo que lo mereces.
Un amor digno para una gran mujer.
Autoría, Edición y publicación: Albert Espinola Todas las imágenes de We Heart It