Las mujeres buenas pueden ser subestimadas por muchos quienes creen que son débiles o tontas. Ese pensamiento está muy errado, una mujer buena es un tesoro por encontrar, es ese ser humano grandioso que se preocupa incesantemente por el bienestar de los suyos. Le gusta ser amable con todos, y les da un voto de confianza a las personas poniéndolas a prueba.
Muchos creen que una mujer buena puede ser una mujer despistada o demasiado confiada, pero se equivocan. Ella es una buena persona que le da a todos una oportunidad, pero a medida que va conociendo, que va develando las intenciones del resto del mundo, va empujando de su vida a quienes no la merecen.
Una mujer buena está dispuesta a amar con todo su corazón, será la mujer fiel, digna, que apoya incondicionalmente, que está dispuesta a trabajar duro por ambos, que siempre tiene una palabra amable y una palabra de aliento que ofrecer. Es una mujer maravillosa, y una vez que la aceptas tal como es, la amarás con todo tu ser, porque se volverá una parte de ti, la mejor parte de ti en realidad.
Muchos hombres tienden a preferir a las mujeres más complicadas, esas que no están dispuestas a amar, que son más liberales y claro, las que no pueden tener. Se trata más de un capricho que de verdadero amor, porque resulta, que la mujer que es más amada es esa mujer buena que quiere el bien para su pareja y su familia. Esa que no descansa hasta ver sonreír a los que quiere.
Y no es para nada una mujer aburrida, está mujer lleva sus emociones a flor de piel, no puede evitar emocionarse con las situaciones de otros. Incluso cuando ve una película, se adhiere tanto a las circunstancias de la historia que es capaz de sentir a profundidad lo que preocupa a los demás.
Esta mujer buena es una luchadora incansable digna de admirar, y cuando un hombre reconoce ese enorme valor en ella, la verá como un tesoro invaluable en su vida. Una mujer por la que hará todo lo posible para mantenerla dentro de ella porque sabe que como ella no se consiguen tan fácilmente. La amará, se lo recordará a cada rato y hará lo posible por demostrárselo con su afecto, sus palabras y sus acciones.
Las mujeres buenas terminan siendo las más amadas. Amadas por hombres también valiosos capaces de reconocer lo que tienen cuando lo tienen. Hombres que al ver lo que son y cómo mejoran sus vidas la ponen en un pedestal de amor. Ellos saben que una mujer buena los hace mejores personas. Con ellas siempre están aprendiendo nuevas cosas que los hacen madurar, creer en lo imposible y luchar por lo que jamás creyeron.
Una mujer buena motiva e inspira y un hombre valora eso inmensamente. Una mujer buena siempre saca una sonrisa genuina, y a un hombre le encanta eso. Una mujer buena tiene la fuerza y la pasión de cualquier artista, y eso fascina a los hombres. Así que sí, las mujeres buenas terminan siendo las más amadas.
Texto original: albertespinola.com