Una mujer que ha aprendido a ser fuerte ha tenido que pasar por múltiples tormentas en su vida. Ha tenido desamores tóxicos, pérdidas de seres queridos, frustraciones personales y muchas dificultades que se transformaron en fortalezas. Su corazón se rompió varias veces, pero cada vez que creía que no lo lograría, que no resistiría para sobrevivir, ella se hacía más fuerte. Y es por eso que hoy ella no ruega a nadie, ella no persigue a nadie que no quiera quedarse, ella solo se aleja, ya ni dice adiós.
Una mujer fuerte es audaz, es una sobreviviente y ha aprendido a la dura lo importante que es poner primero su bienestar. Su audacia heroica no le permite rendirse, ni siquiera cuando el dolor es devastador; si atraviesa un infierno, no se desconcierta porque ella ya lo conoce, así que sale victoriosa, con heridas pero muy viva y dispuesta a seguir luchando.
Esta mujer no teme expresar sus sentimientos, no teme decir cómo se siente con el comportamiento de alguien ni se somete a seguir sufriendo de esa manera. Ella alza su voz para defenderse y no permite que la disminuyan. Es ruda, pero sensible, comprende lo que sufren los demás y al mismo tiempo es asertiva detectando a quienes intenten abusar de su confianza. Por lo tanto, ella no ruega ni persigue, ella sabe lo que vale y se aleja de personas que no están dispuestas a comprometerse y valorarla igual.
Ella no va a rogar por atención. Si alguien la da por sentada, no lo piensa dos veces, se va sin dudarlo. Ya le ha costado mucho tiempo aprender a darse valor como para gastarlo en alguien que no la merece. Seguro tiene muchas cosas más que hacer y más productivas. Ella no intenta forzar a nadie a que la quiera porque eso debe salir natural, además ya ella se quiere a sí misma y eso le basta mientras tanto.
Ella no persigue a nadie. Sabe lo que vale y sabe perfectamente que la necesidad de perseguir a alguien está basada en poco amor propio y un obvio desamor de parte de la otra persona.
Así que ella es muy consciente de que si alguien la ama, también se va a esforzar en la relación, no será alguien que siembre dudas en ella ni que la obligue a perseguirle.
Quien la quiera en su vida tiene que impresionarla y ganar su corazón, no crearle dudas para que vaya tras él y así alimentar su ego. Ella reconoce con facilidad a las personas falsas y cuando nota que sus intenciones no son buenas, se aleja sin mirar atrás. Sus emociones han recibido maltrato antes y se resguarda con ahínco. Tiene un muro de protección que para poder atravesar el amor debe ser genuino y real.
Una mujer fuerte sabe muy bien lo que quiere en su vida y no va a aceptar menos de eso. No teme quedarse sola, lo prefiere antes que estar con algún idiota que la haga sentir sola en su compañía. Ella abrazó su soledad, sabe el bien que le hace concentrarse en sí misma, así que no pierde tiempo con quien no le ofrece lo que merece.
Una mujer fuerte detecta a las personas tóxicas en una sola conversación e inmediatamente se aleja. Ella no se queda para intentar cambiarlo, para rogarle o ir tras de él esperanzada, no, ella toma distancia.
Texto original: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.