Esa mujer que vive con ansiedad está sometida dentro de una lucha constante que ya lleva dentro de ella mucho tiempo. Es una carga muy pesada, una con la que se ha tenido que acostumbrar a vivir; y lo más increíble es que a pesar de todo continúa con una fuerza superior para seguir con su vida y salir adelante.
A pesar de los síntomas y los sentimientos que se desarrollan a causa de la ansiedad, ella no se permite ser una víctima de esas batallas mentales. Sabe que su alma está hecha para pelear contra cualquiera de los demonios que yacen en su cabeza.
Esta mujer fuerte aprendió después de mucho esfuerzo a mantener su cabeza en alto aun en medio del caos, sin importar los muchos golpes que recibe a causa de la ansiedad, ella es capaz de mantenerse erguida, soportando. Entre tanta miseria, aprendió a la perfección que la debilidad no es algo significativo en su vocabulario, que después de todo lo que ha pasado, la debilidad no puede ser una opción para ella.
Esa mujer maravillosa es fuerte porque se las ha arreglado para sobrevivir en cada campo de batalla contra las circunstancias más duras de la vida. Y tratar con una condición mental como la ansiedad amerita de coraje, de valentía, de resistencia, de dedicación para poder sobrevivir.
Esa mujer con ansiedad despierta cada día sabiendo lo que debe enfrentar. No se trata de una discapacidad, no se trata de un impedimento que le evite hacer sus tareas con normalidad, la ansiedad es una condición más severa porque tiene constantemente en su cabeza un temor que la hace dudar de todo. Pero ya la conoce tan bien que ha aprendido a lidiar con ella, se las arregla para llegar a buen término cada día.
Sin embargo, está muy cansada, exhausta de todos esos mecanismos de defensa que de alguna manera la ayudan a calmar su mente ansiosa. De igual forma ella sigue su vida con determinación.
Tiene siempre presente que no debe rendirse, que tiene mucho para dar y que no va a permitir que la ansiedad dicte el curso de su vida. Ella está muy segura de que nada ni nadie más tiene el control de sí misma. Aunque padezca esa condición, igual tiene metas y sueños que la motivan, objetivos que la mantienen enfocada.
En muchas ocasiones, la ansiedad le hace malas jugadas y supera sus barreras de protección, pero rápidamente arremete contra ella para recuperar el control e ir al frente de nuevo. Esa lucha constante contra la ansiedad es agotadora, pero eso no significa que vaya a desistir, ya ella aprendió a vivir con ello. Aunque algunas veces sus emociones se ahogan en esa inundación llamada ansiedad, sabe que esa tempestad es temporal.
Como sea toma esas olas salvajes dentro de ella para hacer que el miedo, las preocupaciones y el estrés se desvanezcan. Una mujer con ansiedad es posiblemente la más fuerte que pueda existir. Se aferra a la esperanza, a las cosas buenas que tiene y sus buenos deseos. Toma una respiración profunda y sigue la luz de vuelta a casa cada vez que se pierde.
Una mujer con ansiedad se vuelve fuerte y valiente. Sabe que para ella no existen salidas fáciles, todos los días son una lucha porque ella misma es su propia heroína con capa y espada.
No cede sus fuerzas y sobrevive. Y cuando una mujer fuerte con ansiedad atraviesa situaciones difíciles a causa de otras personas, ella no tiene interés en buscar venganza. Ella sigue adelante con su vida y deja que el karma haga el trabajo sucio.
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