Es muy fácil que existan personas que te odian o que se comportan hacía a ti con razones absurdas, nefastas y tóxicas. Pero debes de comprender que no siempre es por culpa tuya o que no es porque lo mereces. Debes darte cuenta de que en muchas ocasiones los motivos no están en ti, sino en esas personas que no pueden tolerar tu bienestar.
Te odian
Porque en realidad no pueden tolerar tu bienestar personal y de alguna forma te envidian por eso.
Tu paz les crispa y eso les genera odio, celos y les enseña que deben solucionar en sí mismos lo que tú ya tuviste huevos a solucionar.
En vez de tomarte de ejemplo, ven guerra en ti, te toman como un ataque. Ataque que deberían hacer consigo mismos, pero que no hacen por miedo a encontrarse con su verdadero yo, ese yo que debe pasar cuentas tarde o temprano con su ego tóxico y vago. Tienen miedo a encontrarse con su verdad actual y con su mediocridad que les dice en varias ocasiones: “pierdes tu vida”. Como ellos la pierden quieren que tú también la pierdas. No pueden ver tu éxito porque su fracaso les ciega.
Te odian sí…
Porque tú crees en ti, y luchas por lo que sabes y por lo que eres capaz de conseguir. Como tú crees en ti mismo y ya dejaste de auto sabotearte, ahora eres un patito feo en la sociedad, porque de mediocres está lleno, pero de cisnes preciosos pocos. Cisnes porque se lo han trabajado mediante su esfuerzo, con su sudor y, lágrimas, han acicalando sus plumas, plumas que hoy lucen con orgullo y que muchos maldicen.
Odian tu compromiso, compromiso que muchas personas no quieren pactar, pero que de lo contrario: si quieren el pan sin amasar.
¡Los atajos no son buenos joder! Te hacen perder en el camino y te hacen llegar a las metas sin la experiencia necesaria.
¿Cómo un cirujano va a ser cirujano, si por el camino quiere lograr su profesión con atajos? Imagínate amigo, sus pacientes serían un colador de errores. Pues así es la vida misma. Tú atajas y tu vida se convierte en un error.
Si no lloras de pasión por lograr lo que deseas, si no incas los codos para aprender y experimentar, serás como mickey mouse, serás un ser de ilusión pero sin realidad. Quedarás como en un mundo de fantasía del cual no podrás nunca salir. Y la culpa es solo tuya. De nadie más. Deja de odiar a los valientes y odia tu cobardía.
Empieza a rugir más y a enseñar más los dientes, saca las uñas, porque en esta jungla en la que vivimos los que no rugen se quedan de víctimas, ¿y desde esa postura de víctima pretendes avanzar? ¿Cómo nadie va a creer en ti, si ni tú mismo lo haces?
Deja de odiar y responsabilízate de tu vida. Deja de pretender quitarte el hambre, sin ponerte a cocinar. ¡Come rico carajo, come! Cocina tu propio camino. Y deja de comer enlatados baratos que nada bueno te aportarán.
¡Deja de odiar, y espabila!
Autor: Albert Espinola © Todos los derechos reservados.
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