La infidelidad te rompe, porque te levanta todas esas inseguridades de las que has estado huyendo por tanto tiempo. De pronto, la imagen del hombre que te prometió lealtad, se olvidó de todo cuando se le atravesaron nuevas piernas en el camino. Duele darte cuenta del engaño, pero es peor saber que es algo más que sólo un encuentro, es decir, cuando la conexión va más allá del cuerpo. ¿Qué hace un hombre casado cuando se enamora de otra?
En el momento en el que se pierde el respeto y el amor profundo en una relación, todo se viene abajo. Las ilusiones quedan tendidas en el suelo y tu intuición te repite una y otra vez, que algo no está bien entre los dos. En pocas palabras, ese hombre tiene el cinismo de estar contigo, decirte que te ama y a la vez invierte tiempo en un nuevo vínculo. Por supuesto, que se siente extraño al principio, pero luego se acostumbra a pensar en otra mujer y llegar a dormir contigo.
¿Por qué piensa en otra mujer?
En primer lugar, un hombre también se siente confundido con esta situación. A ver, no lo estoy justificando, pero es obvio que no es de acero y sus emociones se ven afectadas a tal grado de perder el equilibrio en su día a día. Es muy posible que se trate de alguien que no sabe cómo afrontar las bajas en la relación y por eso cuando empiezan los problemas en el paraíso, recurre a otros brazos. Si últimamente la lista de diferencias entre ambos, ha ido en aumento, es posible que esté buscando refugio de manera poco consciente en alguien más. Quiere sentirse seguro, necesita la aprobación de otra mujer, que le recuerde que todo está bien.
Cuando un hombre se enamora de otra estando casado, es porque probablemente dejó que la rutina le llegara hasta el cuello, se sintió fuera de lugar, no comprendido, no escuchado y aburrido. Desde luego, esa no es justificación para terminar con otra, eso lo hacen personas que carecen de responsabilidad afectiva, que no saben lidiar con lo malo, quieren que siempre en su vida todo sea miel sobre hojuelas. Por ello, es más fácil que la novedad lo envuelva, porque es precisamente lo que está buscando, un espacio en el que la confrontación no exista, pero… si después con esa mujer eventualmente comienzan los problemas, huirá. Lo hará de nuevo hasta que no sane lo que viene arrastrando.
Su amor prohibido lo tiene en la Luna
Es muy raro que un hombre casado esté consciente de lo que está viviendo. Sin embargo, el hecho de darle entrada a otra mujer en su vida, es sinónimo de lo que no se debe hacer. Esto causa un efecto psicológico, en el que el amor prohibido se vuelve la inspiración de todo. El drama, el caos y todas las dificultades que implica tener una relación extramarital es un imán, porque pone a prueba las emociones de cualquiera.
Si a eso le agregamos que la distancia entre tú y él, es más que evidente, la cosa se pone peor. Es el pretexto del hombre para fantasear con alguien más, pero lo que inicia como un juego se convierte en enamoramiento. Una amiga cercana que no lo deja, que está a su lado cuando toma el rol de víctima. Por supuesto, eso no tiene nada que ver con amor, quizás con el enamoramiento, poco sano, pero no amor.
Es algo pasajero, esa sensación de adrenalina recorriendo cada rincón del cuerpo. El hombre casado decide ver la mujer que él desea, en esa mujer. La idealiza, ignora las banderas rojas y se miente, cree que encontró lo que no tiene en casa. Lo malo es cuando se baje de esa nube y se dé cuenta de que no es así. Quizás, va a querer volver. Dime, ¿Lo vas a perdonar?
Texto original: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.