Quizás enamorarse es el riesgo más absurdo que puedes tomar, porque detrás de esa aparente perfección se puede esconder un mal amor. De esos que te llenan de lágrimas y de vez en cuando las apagan con una sonrisa. Te estoy hablando del hombre posesivo, el que hace todo para que dependas emocionalmente de él. Quiere controlarte todo el tiempo y no se toca el corazón a la hora de criticarte, humillarte o insultarte.
Él es el hombre que se atreve a celarte sin motivos y te enreda de tal manera que sientes miedo. Te aterra pensar que lo de ustedes puede terminar en una ruptura. Es cierto, reconoces que todos los días te hace más pequeño el corazón, pero ahí te quedas. Decides no darle vuelta a la página, porque te conformas con algún momento bueno que te entregue, pero no se vale.
A veces, quisieras salir huyendo, porque todo su dominio y autoridad se te clavan en el pecho. Ya no recuerdas la última vez que te sentiste sin cadenas encima, estás en una prisión, atrapada entre sus carencias y te duele. Te duele porque sin darte cuenta te acostumbraste a sus desprecios, a sus rechazos, a esa loca manía de hacerte quedar como una tonta frente a todos. El sufrimiento te está amargando y estas señales son un grito desesperado de que ya no puedes más. Ese hombre posesivo hace estas cosas para controlarte:
Te vigila las 24 horas del día: un hombre posesivo, difícilmente encuentra la calma, se obsesiona con todo lo que haces. Quiere saber el qué, cómo, cuándo, en dónde y con quién estás. Desde luego, se enoja por cualquier cosa, su agresividad queda evidenciada en sus gritos y la manera en que cierra sus puños. Claro, después te culpa por haberse puesto así.
Revisa todo: no se le escapa ningún detalle y se siente con el derecho de revisar tu celular y otras pertenencias. Ha llegado al grado de invadir tu círculo, no necesita invitación para presentarse en un sitio.
Sus celos te ahogan: a veces, te quedas con una idea tan errónea del amor, que terminas justificando los malos comportamientos. Un hombre que no tiene seguridad en sí mismo, no confía en nadie. Son sus heridas emocionales las que hablan por él. De ahí vienen sus celos arrebatados, los mismos que justifica diciendo que tiene miedo de que ames a alguien más. Le hace falta tanto trabajar en su interior, que no ve otra manera de sentirse tranquilo que haciéndote sentir mal todo el tiempo.
Controla tus redes sociales: Por favor, no te dejes envolver por esta idea de que si confían el uno en el otro se tienen que compartir todo. En una pareja no se puede dejar de lado la individualidad, porque cuando eso sucede es sinónimo de que ya no es un vínculo sano. Si ese hombre entra sin tu autorización a tus redes sociales e incluso se toma el tiempo de responder tus mensajes, es una bandera roja que no puedes ignorar.
Dice que eres suya: Un momento intenso puede terminar en lo peor. Cuando el hombre posesivo cruza la línea, no sólo te dice en broma que eres de su propiedad, está hablando desde un sentimiento profundamente controlador y posesivo. Ahí es cuando rompe los límites, ya no te respeta, ni confía en ti y mucho menos te deja ser libre.
Te exige: Tu pareja es eso, no es ninguna figura de autoridad como para que llegue a tu vida con la intención de implementar sus órdenes. Además, te conoció de una manera, no tiene que pedirte que cambies tu manera de ser sólo para satisfacer sus necesidades. El hombre posesivo no quiere una mujer valiente, liberal ni apasionada. Quiere a alguien a quien pueda colocar en la palma de su mano y manejarla como si fuera su muñeca. No le conviene que luches por tus sueños ni que aprendas nuevas cosas. No quiere que salgas a divertirte sin él, entre más cerca tenga, mejor.
Juzga tus prendas: Una característica clásica de un hombre posesivo, es la de criticar las mismas prendas que un día te dijo que le encantaban. Es su inseguridad la que no le permite ver más allá y quiere que te sientas culpable por vestirte así. No quiere verte luciendo hermosa. ¿Por qué? Le da miedo que te des cuenta de que hay hombres que sí valen la pena.
Dice que eres afortunada: Un hombre que realmente confía en sí mismo, no tiene que estar demostrando todo el tiempo lo mucho que vale. Sin embargo, el carente, es el que te dirá que tienes suerte de estar a su lado. Es su ego el que está desesperado por mantener tu atención.
Usa a otras mujeres: Si tu pareja usa a otras mujeres para provocarte celos, no tienes nada que hacer con él. Es alguien tan inmaduro que en lugar de hablar las cosas prefiere actuar como niño pequeño. Quiere que te sientas poca cosa, que creas que si no lo cuidas se puede ir con otra. ¿Eso hace alguien que ama? Date cuenta.
Te va a dejar: ¿Cuándo fue la última vez que lo dijo? Si ya se volvió una táctica frecuente, es caso perdido. Ese hombre posesivo quiere controlarte con sus amenazas, que en realidad son berrinches. No caigas en su juego.
Recuerda que los hombres posesivos y controladores, van subiendo de nivel. No te quedes al lado de alguien que te rompe con sus comentarios, porque el día de mañana puede lastimarte de otra manera. No estás aquí para protegerlo, no caigas en su manipulación, sabe lo que hace. Si te dice que va a cambiar y al siguiente día vuelve hacer que llores. Ahí no es.
Amar sana, no te hunde ni te somete.
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