Hay mujeres que le hacen honor a lo dulce, tienen ese toque encantador y áspero que se vuelve un imán para cualquiera. Hablo de las que ya hicieron las paces con su interior y lo único que quieren es gozar hasta que el aliento les diga que es tiempo de parar. No planean nada, se dejan llevar, pero muchos piensan que esconden técnicas, porque cuando alguien se atraviesa en su camino, dejan vestigios imborrables. ¿Qué hace una amante para hacer que el hombre no pueda olvidarla?
De pronto, el tiempo se vuelve su aliado, pasa lento, porque es el tipo de mujer que te enseña a sumergirte en sus profundidades, pero nunca va de prisa. Le gusta que su alma tome el control, pero también que la acaricies hasta que se olvide de su nombre. Ella no esconde la intensidad que envuelve su corazón, al contrario, invita al alma y ahí es cuando te puede elevar al cielo, pero ten cuidado, porque con la misma fuerza que te sube, te puede dejar caer. Tienes que saber que es ella la que decide cómo, cuándo y en dónde. Si llegas a conquistarla, será por un rato, mientras te lo permite, pero luego volverá a tomar el timón.
Una mujer irreemplazable
Ella, es la mujer que te hace enamorarte hasta el fondo, no le da miedo que descubras sus defectos, al contrario, te enseña a disfrutar de su mapa. Tiene el don de sacudirte y al mismo tiempo te da paz, te pierdes en su belleza. Le gusta sentirse deseada, amada, protegida, pero no te confundas, no te pedirá que te cases con ella, que sea intensa no significa que ya quiera la boda. Simplemente, le gusta que la traten como se merece. Pero, ¿Qué hace para enamorar a un hombre?
Soltó sus miedos
Una buena amante es la que no tiene tiempo para los complejos. Ya fue la que tenía pena de todo, la que se quedaba callada, la que no decía lo que le gustaba y lo que no. Se acabó, ahora se hizo amiga del empoderamiento y sabe que no pasa nada si escucha a sus inquietudes. Se permite disfrutar de verdad, más que un encuentro, es un cúmulo de sentidos que agradece.
El interior importa
A veces, se tiene la idea equivocada de que tener relaciones es meramente un encuentro terrenal, pero no. No necesitas tener un lazo formal con la otra persona, pero si te interesas en la manera en la que piensa, en lo que cree, en lo que sueña, sin duda, te permitirá crear una conexión más profunda. Esto provoca que los dos se sientan seguros y vulnerables al mismo tiempo. Están confiando el uno en el otro.
Rompe con la monotonía
La clave para mantener el interés por parte de los dos lados es romper con la rutina, no caer en esta dinámica en la que ya se sabe que los martes es de ley que estén juntos. Una buena amante sabe que lo mejor es lo impredecible, lo valiente, ese lugar y ese momento que a ninguno de los dos les pasó por la mente.
Los besos son esenciales
Las conexiones sin besos se vuelven secas, mecánicas y te quedas con esa sensación de que te falta algo, les pasa a hombres y mujeres. El beso es sinónimo de que te sientes a gusto con esa persona, le estás dando la oportunidad de explorar tus pensamientos y la mejor técnica es iniciar con algo suave hasta tocar la cima.
Cada día se conoce un poquito más
Ella sabe que si se lo propone puede ser la reina del amor, lo único que necesita es reconocer cada uno de sus defectos y aceptarse tal cual. Ya no hay nada que la detenga, su meta es pasarla bien y guardar memorias que la hagan suspirar. Entendió que la vida es una, como para conformarse con la falta de reciprocidad.
Respeta la esencia del otro
Definitivamente, una buena mujer tiene una actitud positiva, sabe que se trata de que los dos alcancen la gloria y es por ello que se toma el tiempo de analizar a su pareja, ¿Qué es lo que le gusta? Es curiosa en cuanto a los detalles y eso permite que el hombre se sienta escuchado y valorado. Si los dos hablan de sus inquietudes, pueden conectar de una manera excepcional y bonita.
Permite que la imaginación fluya
Una buena mujer sabe que la imaginación puede agregarle encanto a la situación. Ella no teme en decir lo que quiere y le da oportunidad a él de que también se exprese. Desde luego, llegan a un acuerdo, tampoco se trata de hacer sentir incómodo a nadie. El objetivo es pasarla bien, cuando una relación es forzada, todo se apaga.
En fin, este tipo de mujer enamora a cualquier hombre y no tiene nada que ver con la apariencia, eso es un extra y depende del gusto de cada quien. Lo que en realidad marca un antes y después en la vida de cualquiera, es la manera en la que ella se expresa. Es su esencia la que se vuelve incomparable. Si encuentras a una amante así, intenta no dejarla ir, porque no es fácil encontrarla en otros brazos.
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