Me cansé de tu falta de amor, de tus cambios drásticos de humor y tu indiferencia. Me cansé de ser solo una tonta que sigue esperando a que la ames, ya no quiero esa vida, quiero encontrarme, sentirme yo misma una vez más. Me perdí a tu lado, me sentí más sola que nunca, mucho más en tu compañía. Creí que allí debía quedarme porque no tenía más opción, pero ya abrí mis ojos. Ya no eres bienvenido a mi vida, vete por donde viniste.
No voy a permitir más en mi vida a un hombre que solo quiera recibir y nunca dar, que diga que me ama y luego se olvida de demostrarme que así es. Que me promete y nunca cumple. Lo siento, pero ya no estoy dispuesta a seguir humillándome a tu lado, a esperar a que decidas mirarme y amarme de verdad. Tu indiferencia fue acabando con mi resistencia a ver la verdad. De verdad creí que tenía que conformarme contigo así, indiferente, distante, irritante.
Cerré mis ojos para no ver una vida más allá de ti, me hice a la idea de que estar triste a tu lado era mi destino, pero desperté al fin. Me di cuenta poco a poco de tu falta de amor, de lo miserable que me hacías sentir; creí que yo misma me causaba el dolor, que era la culpable del fracaso de nuestra relación. Ah, no, ya no más. Al fin pude ver el daño que me hacías, al fin pude ver tu deslealtad, tus engaños y mentiras.
Rompí las cadenas que me tenían atada, en realidad no eran tan fuertes, solo que me negaba a verlas. Me negaba a soltarme por temor a lo que pudiera pasar, a no encontrar nadie más que me pudiera querer siquiera, a que no pudiera resistir la soledad. ¿Sabes qué? No te necesito para ser feliz, más bien tu presencia trae soledad a mi vida porque aun estando a mi lado tu desamor e indiferencia me lastimaban.
Lo siento, ya no eres bienvenido a mi vida, vete por donde viniste y ni se te ocurra volver. No quiero caos, quiero paz, no quiero inseguridad, quiero sentir que me tengo a mi misma otra vez. No quiero tus ataques, quiero tranquilidad y libertad. Ya no te quiero en mi vida, ni siquiera quiero saber de ti. Espero que algún día madures y aprendas a respetar a las personas, al menos a las que te valoran a ti.
Espero que aprendas a tratar correctamente a otras mujeres y que no les hagas pasar el mismo camino de amargura que me hiciste pasar a mí. No pienso esperar a que algún día te decidas, no voy a gastar más de mi vida en alguien que no me aporta nada, que me hace infeliz, que me quita la sonrisa y cree que es correcto, que así debe ser. Ya no más.
Lo siento, pero por mí ya no vengas más, ya no eres bienvenido en mi vida, vete por donde viniste, no quiero más tu negatividad y mente cerrada cerca de mí.
Texto original: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.