El vínculo que se forma entre una madre e hija siempre es poderoso, y es cuando las hijas se convierten en madre que entienden mucho más lo que su madre siente y ha sentido toda su vida. Se fortalecen aún más. Si no lo has hecho, quizá justo ahora sea un momento genial para agradecer ese papel maravilloso de madre que has tenido, y celebrar que siempre está para ti sin importar qué.
Quizá sea momento de decirle “Mamá, todo lo que soy, lo soy por ti. Todo lo que tengo te pertenece”. Es su educación, su paciencia, su experiencia y sabiduría la que nos moldea. Así como el resto de la familia influye en ti, pero sin duda, es la madre quien comúnmente incide más en la vida de una persona.
Por eso no esperes mucho y dile:
Mamá, siempre tienes algo nuevo para enseñarme, algo que me hace crecer, que hace que entienda mejor mis propios deseos. Me ayudas a expandirme y a soñar más alto y más lejos. Nunca dejaste que me diera por vencida, me enseñaste a esforzarme por ser una mejor persona.
Mamá, nadie tiene un alma tan amable y hermosa como la tuya. Solo verte le da calor a mi corazón. Eres una inspiración y no espero ser menos de la grandiosa persona que eres tú.
Donde sea que tú estás, ese es mi hogar. Tú eres mi hogar, al que siempre puedo volver en un día gris, el que siempre me hace ser feliz.
Mamá, cuando sonríes soy inmensamente feliz, pero si lloras, el mundo es triste y frío. Quiero verte feliz siempre, ahora todo lo que tú me has dado yo te lo quiero dar multiplicado.
Aunque no tenías para darme lo mejor, siempre me diste todo lo que necesitaba y más. Me diste tu amor incansable, tu tiempo y dedicación, me alimentaste, te aseguraste de que aprendiera muchas lecciones antes de aprender las mías propias, me cuidaste y me diste tu alma. Mi amor por ti es eterno, siempre te voy a amar, mamá.
No importa la edad que tenga, igual necesito que me abraces, que me digas que todo va a estar bien porque nadie mejor que tú para solucionar lo que parece imposible. Eres mi heroína. Te amo mamá.
Hay días en que me siento como un completo fracaso, pero tú no permites que ese sentimiento se haga más grande. Tú me recuerdas mi potencial, mi fuerza, mis fortalezas. Eres mi mejor animadora, en mis fracasos no dejas de creer en mí, me motivas a continuar. Para tus ojos siempre seré tu mejor regalo, y tú eres el más grande de mi vida.
Mamá, tú eres mi mejor crítica, quien me pone los pies en la tierra y mi mayor defensora. No tengo palabras suficientes para decirte lo enormemente agradecida que estoy. Tengo muchísima gratitud y amor para darte. Tú hiciste de mí todo soy hoy, todo, y eso me enorgullece, fuiste mi primera maestra y la mejor de todas. Mi maestra de la vida y del amor. Te amo, mamá.
Me hace feliz y me da orgullo saber que eres mi madre porque sin importar lo que pasemos, la distancia que nos separe ni las discusiones que tengamos, igual siempre estás ahí para mí.
Te amo, mamá.
Texto original: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.