Dejé de luchar por lo que quería para enfocarme en lo que le importaba a los demás, o lo que esperaban de mí. En ese trayecto me perdí y ahora estoy perdiendo a todo el mundo mientras me encuentro a mí misma, es una contradicción, pero es una realidad, siempre ganarás enemistades y miradas de desdén cuando empiezas a hacer lo que es mejor para ti.
Me perdí a mí misma, olvidé quién era y lo que quería, me aferré a hacer que los demás estuvieran complacidos conmigo. Que se sintieran a gusto a mi lado, quería entrar en sus círculos sociales, le tenía terror a ser rechazada, a que me vieran como alguien que no encajaba, así que me enfoqué en ser y hacer lo que a los demás hacía feliz. Y sí, me olvidé por completo de lo que en verdad quería. Me olvidé de hacerme feliz, estaba empezando a vivir una vida llena de angustia, de desagrado, de impotencia y frustración sin darme cuenta que todo eso lo provocaba yo misma.
Entonces me pregunté, ¿por qué me esfuerzo tanto si yo no estoy siendo feliz con esto? Y fue cuando abrí los ojos, cuando sentí que debía hacer más por mí que por los demás y poco a poco me fui despegando. Poco a poco fui entendiendo la esencia de vivir, resulta que la vida tiene una fecha de caducidad, y esa fecha aunque es segura que va llegar, no tenemos idea de cuándo será. Y en ese tiempo limitado, no puedo vivir una vida que no quiero, no puedo vivirlo con tristeza y melancolía, tengo que hacer lo que es mejor para mí, lo que me haga feliz, lo que haga de ese tiempo limitado que me queda el más placentero y reconfortante. Para mí y nadie más.
Está bien que queramos que nuestros padres se sientan orgullosos, está bien que queramos hacer sentir a las personas que dependen de nosotros más seguras. Eso está bien, pero eso no implica que debas cambiar la forma de vida que deseas. Quien te ama, te amará con cualquiera de las decisiones que tomes porque quien ama también respeta. Quien ama, también apoya. Quien ama, jamás te juzga.
Y sí, te aseguro que cuando empieces a encontrarte a ti misma para recuperarte, muchas personas dejarán de apreciarte, ¿por qué? Porque les quitas eso que le dabas que los beneficiaba. Las personas que pierdes cuando haces lo mejor para ti, son las personas que nunca debieron estar en tu vida en primer lugar. Son quienes nunca les interesó tu bienestar. Así que basta de fingir ser algo que no eres para complacer a otros. A la primera persona que debes complacer es a ti misma.
Sí, te perdiste a ti misma satisfaciendo los requerimientos de otros, pero ya es tiempo de que empieces a recuperar quién eras, lo que te hacía sonreír, enfocarte en ti y en lo que te hace bien.
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