*Post dirigido, tanto a hombres como a mujeres. De hecho, está inspirado en un seguidor mío.
Me encuentro con personas que me preguntan por privado consejos. Uno de ellos es el típico: “Es que mi pareja me dice de ir despacio en la relación. Y ya llevamos más de un año y no veo compromiso, ¡ni me ha presentado a su familia aún!”. ¿Qué puedo hacer?
Eso es muy típico, porque hay personas que no quieren compromiso alguno y ya les está bien tener una relación más tacaña. Tener relaciones y tener por así decirlo: un pasatiempo más en su vida.
No lo veo mal, cada uno elige qué quiere hacer con su vida y hasta donde quiere llegar con sus relaciones. Pero lo que está claro es que no todo el mundo piensa o siente igual. Y la persona que en este caso sufre, o queda como a la espera de más en la relación, puede llegar a cansarse y con razón.
No siempre la persona que crees tener a tu lado, esa persona que te entrega todo su amor, que se esmera en que seas feliz y que eres su prioridad, se quedará para siempre.
Llega un momento que el instinto primitivo y la dignidad se juntan y pueden cerrar dicho capitulo de amor, de la noche a la mañana, por más que te ame. Por el mero hecho de querer sobrevivir a una situación dañina para la salud emocional y biológica. Es decir, cuando menos lo esperes, puedes darte cuenta de que has perdido a esa persona, así sin más.
Tú imagínate ser una persona que entregas; que sueñas con formar una familia con tu pareja. Que para ti lo más importante es estar con dicha persona y tener planes de futuro. Imagínate estar en esa posición de que sientes que es siempre todo una incertidumbre y que estás empezando a sentir que tu tiempo no es valorado ni apreciado. ¿Qué harías? Pues seguramente pasar por distintas facetas como: La de la ansiedad, la de la confusión, la de la aceptación y la de querer salir de esa relación que sientes que ya no merece la pena y que sólo te está haciendo perder el tiempo.
No todo el mundo se quedará todo el tiempo pendiente de tus inseguridades o pasotismos. No todo el mundo te aguantará tu falta de compromiso. Y tarde o temprano perderás eso que hoy tienes y que no estás valorando ni apreciando. Y como dice el verdadero dicho: Las cosas sólo se valoran cuando las pierdes.
Las cosas sólo se valoran cuando las pierdes
Si estás en una relación en la que crees que está todo controlado, en la que sientes que tienes a esa persona bajo tu control y que nunca se irá, abre los ojos y date cuenta de que en realidad estás a punto de provocar que se vaya.
Date cuenta de que si la amas, deberías hacer todo lo posible para hacer que dicha persona deje de sentir que tú no estás por la labor.
Si te importa la relación haz el ejercicio de cerrar los ojos en tranquilidad estirado en la cama, a solas. Y comienza a visualizar como sería tu vida sin esa persona. Imagínate el momento en el que deja de escribirte, llamarte o ese momento en el que te puede llegar a decir adiós. Imagínate diciéndote: “Hasta aquí he llegado, me has perdido”.
Visualízalo sin miedo y sé consciente de que eso puede pasar si no reaccionas a tiempo. También date cuenta de que tal vez no encontrarás nunca más a una persona igual. Tal vez porque no mereces más. No te creas la perfección humana porque no lo eres. Y el día menos esperado te darás cuenta de que fallaste mucho contigo mismo no dándote el lugar y la oportunidad de ser tan amado por esta persona que hoy aún cree en ti y te ama.
Suele pasar que te piensas que siempre puede llegar alguien mejor en tu vida, cuando tu no estás siendo alguien mejor en la vida de tu pareja, ni en la de nadie. Quieres conseguir lo que no eres y lo que no ofreces a los demás y eso es una fallo enorme por tu parte porque en realidad sólo tú a ti mismo te haces daño. No sabes observar que tienes cosas en tu vida que tal vez ni mereces. Y eso es un fallo muy grande por tu parte. Fallas no dándote cuenta y no valorándolo.
Aquí te lo dejo, no te digo más. Ahora es cosa tuya ponerle consciencia a esto y tomar acción.
Y recuerda: Esa persona que hoy te ama, se cansará. Y de la misma forma que hoy daría todo por ti, mañana podría irse y hacer como si nunca antes te hubiera conocido.
Autor: Albert Espinola © Todos los derechos reservados.