Lidiar con personas que no abren su mente para comprender a otros es una completa pérdida de tiempo. Quien tiene resentimiento por ti sin razones aparentes es que siente envidia, e intentar hacerle entrar en razón es absurdo. Nada de lo que digas lo creerá porque no le interesa tener empatía contigo. A quien le caes mal, solo le caes mal y en vez de intentar cambiar esos sentimientos si quieres hacerle entrar en razón, lo que hace es empeorar.
Esto siempre pasará, por más que seas una persona tranquila, paciente y agradable, siempre habrá alguien que sienta envidia. Alguien que desarrolle una especie de rencor hacia ti. No tienes que culparte por ello, no tienes que replantear toda tu vida creyendo que estás haciendo algo mal, sólo mantente lejos de esa persona que opaca tus días. No haces nada malo, a veces no hace falta tener malas acciones para que otras personas te vean con malos ojos, incluso muchas veces ser una persona agradable es motivo de rencor para otras.
Quienes no tienen el control de sus vidas, quienes tienen vidas infelices y quieren fingir que no es así, quienes no son libres, pero tampoco hacen nada para liberarse tienden a ser rencorosas y ven a quienes trabajan duro por lo que quieren y son felices con ello como enemigos.
Enemigos porque no son infelices como ellos, porque creen que si ellos sufren todo el mundo debe sufrir. Y lo peor, es que se niegan a recibir ayuda, se niegan a aceptar su realidad, se adaptan a ella y solo viven con odio en sus corazones.
No les des explicaciones a las personas que les caes mal, no creerán en ti, ni siquiera intentarán entender tus argumentos. Su rencor es genuino y ciego, no les importa nada más. No te incomodes tú, no te alejes de tu zona de felicidad por personas que se niegan a ver lo bueno en los demás. No rompas tu ciclo de buena vibra por ellos. No merecen tus explicaciones, no merecen tu tiempo porque ellos seguirán hablando mal de ti y seguirán viéndote como alguien desagradable.
Sé que es frustrante, sé que te hiere que alguien te vea de esa forma, pero por desgracia así son las personas a veces, incomprensibles y misteriosas. No intentes entenderlos, solo avanza. No te estanques pensando una y otra vez por qué alguien puede pensar tan mal de ti, no pierdas tu tiempo en ellos, no lo valen. Es frustrante, pero aferrarte a ello te hiere, desequilibra tus emociones, te desconcentra de tus metas.
Aferrarte es hacer que esas personas salgan victoriosas. Pensar que logran afectarte los regocija. Es triste en verdad, pero es una realidad, hay muchas personas así de malas, poco compasivas y rencorosas. No te aferres.
No des explicaciones, no tienes por qué. Las personas van por la vida pensando lo que quieren y sacando conclusiones a su manera de todo y de todos. Por ello es que siempre habrá diferencias entre personas. Si todos nos comprendiéramos y nos diéramos la oportunidad, este mundo sería un lugar muy diferente.
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