La ansiedad es un trastorno mental que hace de la vida un tanto complicada, en especial las relaciones interpersonales ya sea familia, pareja o amigos. Esta condición es un estado mental que afecta el estado de ánimo de las personas y su comportamiento. Se caracterizan por estar inquietas y preocupadas la mayor parte de tiempo por cosas que ni siquiera han ocurrido. Estas personas tienen miedo todo el tiempo y eso no es fácil de llevar.
Las amistades pueden malinterpretar ciertos síntomas y señales y creer que son en contra de ellos. Lo que sucede es que algunas actitudes de una persona ansiosa pueden ser hirientes, pero no se trata de algo que hagan a propósito. Recuerda que ese amigo o amiga que sufre de ansiedad es porque tiene una enorme carga en su vida que le genera mucho estrés, miedo y presión.
A veces, ni siquiera se dan cuenta de las actitudes que toman. Creen que fingen bien ser felices pero en su expresión se puede detectar enojo. Pero no es por lo que los demás hagan, esos sentimientos y actitudes se deben a que en su mente todos los procedimientos que ocurren van a gran velocidad. Se adelantan a circunstancias improbables y lo negativo es lo primero que ven.
La ansiedad es un trastorno frecuente, se cree que en Estados unidos, al menos el 18,1 por ciento de todos los adultos son diagnosticados con ansiedad en algún punto de sus vidas; y apenas un poco más de la mitad recibe tratamiento. Ese número convierte esta condición en la enfermedad mental más común en los Estados Unidos.
No juzgues a esa persona cercana a ti que padece de ansiedad, por favor, no lo hagas. Por tal motivo esa persona quieres que sepas lo siguiente:
No está enojada contigo. Las personas con ansiedad tienden a ser distraídas y parecen distantes, pero no se debe a que tengan algo en contra de los demás. Esa es su ansiedad haciendo efecto. No están enojados, solo confundidos respecto a todo lo que sucede en sus vidas. Así que por favor, no te lo tomes personal.
No duerme ni descansa lo necesario. La ansiedad no le permite descansar apropiadamente. Justo cuando esa persona ya está por quedarse dormida, algo viene a su mente para atormentar, para acechar y no permitir un buen descanso; además, no le permite volver a tener paz. Así que, intenta comprender su falta de sueño, las pesadillas o los terrores nocturnos.
Valora muchísimo a todos sus amigos. Si sientes que esa persona con ansiedad se aleja de ti o cancela a última hora los paseos o salidas, no es porque no quiera estar contigo. Es que la ansiedad le hace temer por todo y no puede controlar sus emociones. Esa persona te valora, y más en esa situación porque las personas que ama son su única esperanza para no hundirse más.
Necesita de muchos abrazos. Muchas personas con ansiedad no pueden resistir el contacto, pero si no recibe un abrazo, al menos una palabra de aliento y comprensión puede ayudar muchísimo a que se sienta mejor. Y poco a poco va a necesitar de más cariño y muchos abrazos. No la apartes de tu vida, intégrala en todos tus planes aunque falle en muchos.
No se siente así solo porque sí. Debes comprender que la ansiedad es una enfermedad real que puede llevar a consecuencias irreparables. Afecta en gran medida la autoestima y aísla a las personas por los juicios sociales. Afecta su rutina, su vida personal y sus metas de vida. No la juzgues, apóyala.
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